Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 20-06-1937 página 3
ABC MADRID 20-06-1937 página 3
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 20-06-1937 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página3
Más información

Descripción

A B C. DOMINGO; 20 DE J U N I O DE 1937. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 3. LA JORNADA DE AYER EJERCITO DE TIERRA Centro: Ésta mañana, fuerzas cíe la sextadivisión procedieron a Ja voladura le la llamada, Casa Blanca, situada en la carretera de Extremadura, en la pe se supone había una fuerte guarnición integrada por regalares, falangitas y facciosos de IXonovación Española. El edificio quedó reducido a escombros y nuestras tropas se lanzaron con adaiiraole espíritu al asalto, ocupando las ruinas y la casa del Cura, inmediata al edificio volado, después (le mantener con los facciosos 3 nutrido fuego do mortero y fusil. El número de tajas producidas al enemigo ha sido bastante graade, toabiénílose eseontratlo entre los escombros restos de armamento y varias cajas de municiones. En los demás frentes de este Ejército, fuego de cañón y fusil, sin consecuencias, rechazándose fácilmente dos intentos de ataque enemigos por el frente inmediato a la capital. La artillería facciosa lia cañoneado en la jornada de hoy el casco urbano de Madrid. Norte. Vizcaya: El enemigo intensifica su presión sobre Bilbao, cuyos defensores continúan batiéndose con increíble valentía, t o s facciosos, que han logrado desliza. algunas fuerzas por la margen iMnierda del líervión, concentran su afán e: i impedir la evacuación do Ja población civil. Se han librado combates insy sangrientos. Asturias: Ijigeros duelos de artillería, batiendo la nuestra eficazmente las posiciones de Guilero y Saníullano. Por los demás sectores de este frente, tiroteos sin importancia. Se pasaron a nuestras filas 22 paisanos y cinco soldados, con armamento. Sur: Se Isa reenazado un ataque enemigo a nuestras líneas de íouia de Buenavisiá y sierra Castaña, ocupando nuestras tropas fes cotas 8 ftO y 810. So presentaron en nuestras filas varios soldados, con armamento. En los demás frentes, sin novedad. Madrid, que había dormido mal a causa del cañoneo del enemigo a la población civil y de la adecuada respuesta de nuestras baterías, despertó al amanecer por el repiqueteo de nuestros antiaéreos, que ahuyentaban a una escuadrilla, de aviones facciosos que por dos o tres veces intentó pasar sobre Madrid en vuelo de reconocimiento, al parecer, Al mediodía, una formidable detonación dio un nuevo alerta a los madrileños. Se trataba de la voladura de unos grandes y modernos edificios en la carretera de Extremadura, llevada a cabo por nuestros soldados. Como rabiosa venganza a esta operación, los cañones facciosos se dedicaron desde este punto y hora a lanzar obuses sobre Madrid, y con algunos intervalos, no lo dejaron en toda la tarde. Durante la jornada fueron rechasados dos intentos de ataque del enemigo y se combatió con alguna intensidad, por nuestra iniciativa, en los sectores de Aravaca y carre tera de La Cortina. También presionaron nuestras fuerzas sobre las posiciones facciosas en el Cerro Rojo. La atención sigue fija en Bilbao, donde ¡os esforzados vascos se defienden con el mayor heroísmo. en lo que se comen, sino en lo que destrozan. El cantarada Martínez, maestro en este terrible arte negativo de las voladuras- -en la guerra, como en la multiplicación algeLa Casa Blanca y las ametra- braica, menos por menos, da más- acaricia el explosor. Nuestros soldados que lladoras floridas ocupan las avanzadillas se repliegan unas Cuarenta y ocho horas de inquietud. Redecenas de metros. Se tumban todos en el flejo máximo de esta inquietud en lo i rossítelo bocoj abajo. Trepida la tierra unas détros responsables. En los mismos ro ¡tros cimas de segundo antes de oírse la exploque hoy resplandece la alegría; alegría que sión. Sobre el horizonte diez mil kilograen los soldados se manifiesta en gritos ue mos de dinamita han dibujado una inmenjúbilo, de gloria. sa fantasía de blancos escombros que, brotando del suelo, traza en el aire parábolas Frente de la carretera de Extremadura. innumerables. Después, como manadas de Unos hombres: Serrano, Dorado, Ramos, centenares de corderos de lanas impolutas, Espigas, Jiménez, Becerra, Carreña, Ca suben, bajan, se entremezclan, avanzan havnona. Comandantes, capitanes, tendentes, cia nosotros empujadas por el viento... sargentos... Nuestros soldaditos, unánimes, se han puesSon las once de la mañana. Sol di. justo en pie. Un ¡Viva Euzkadi! atruena el ticia sobre los campos de Castilla. Sobre espado. Es la consigna para avanzar. Un un pequeño montículo la suave melancolía millar de voces entona La Joven Guardia de unos lirios que han crecido junto a La gracia pizpireta de unas margaritas- -las Nadie con más derecho que estos muchachos para entonar él simbólico himno, ya margaritas son las modistillas de la flora- que el que se lanza contra el enemigo en Bajo la florida corona, un nido de ametraestos momentos es el antiguo batallón Jolladoras. No puede darse un más beliu caven Guardia. Al frente de ellos, el comanmouflado. dante Dorado. Se ocupan los restos de la Por las eses ele las trincheras a- vavza ¡i en interminable fila india un miliar d- hom- que fue Casa Blanca. Más que restos, propiamente dicho, no es sino un solar. De bres. Áro habla nadie. No se escucha otro esta Casa Blanca, que ha sido durante ruido que el apagado de las pisadas sobre ocho largos meses la pesadilla de este la tierra arenosa. Silencio en las uva- nzadifrente, ya no queda más que un recuerdo llas. En la guerra son estos los momentos de maldición. Su última venganza ha sido más angustiosos: las marchas hacia el comdevorar entre las llamas de un postrer inbate. En todas las cabezas, la misma, intecendio al sargento Carmona y a un cabo, rrogación angustiosa. De éstos, ¿cuín- tos que me duele no recordar su nombrevolverán? Porque a nadie se le ocurre pensar que el que puede no volver es il mismo. Siempre se cree que las boJus no dan más que a los otros. Semanas enteras se ha trabajado noche y día en la construcción de esta- mina. Ha sido obra de romanos. De romanos; es decir, de romanos antifascistas. Los de ahora no son ni Rómv. lo, ni Remo; ni sx mimiDíj son hijos de Silvia; ni nietos de Proteos de Alba; pero sí los ha amamantado una loba, lina loba sarnosa y carnicera. Y ci, mo los lobos, el daño mayor que hacen no está El contraataque del enemigo ha sido rapidísimo. Una columna, formada por unos dos mil moros, procedentes del Campamento, irrumpió en el terreno de la lucha. ¡Desgraciados moracos! Despertaron las tres ametralladoras que dormían bajo los lirios y las margaritas. Despertaron un centenarmás, y, juntamente con los fusiles y las bombas de mano, cantaron a una su himno de guerra. En profundidad de terreno heriros avanzado un kilómetro. En orden táctico, varias leguas a la redonda. El comandante Serrano y los hombres de su brigada y todos los defensores de Madrid pueden hoy estar satisfechos. ir, ti i. n. üfj- i- M 1 ia- trli- JS! j i. d: tC, i IVAN PEÑALBA Al recibir anoche el general Miaja a los periodistas les confirmó la voladura por nuestras tropas de la llamada Casa Blanca y de tres edificios más, junto a ella situados. Hizo resaltar el general que se trataba de una posesión dominante de gran valor estratégico para los facciosos. La Casa Blanca era un edificio de seis piyos, desde el que se dominaban nuestras posiciones de la carretera de Extremadura. Estaba situada en el arranque del término municipal de Madrid, frente al fielato, en el lugar conocido, por El Surtidor Eii esta casa, los rebeldes tenían una guarnición de regulares y requetés, y todas haa perecido entre los escombros. El número de muertos es considerable, y el lugar que hasta ahora era un íuerte para los rebeldes se ha convertido en un hoyo inmenso por la acción de nuestros valientes dinamiteros. Esto es todo, y hasta mañana, queridos amigos,

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.