ABC MADRID 19-06-1937 página 2

Madrid, 19 de junio de 1937 m SUSCRIPCIÓN Madrid: un mes, 3,50 pesetas. Provincias: tres meses, 12. América y Portugal: tres meses, 12,50. Extranjero: tres meses, 30 ptas. AÑO XXXIII. NUMERO 10.640. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61. TELEFONO 51710. APARTADO ÓRGANO DE UNION REPUBLICANA DE CORREOS NUM. 43 Director: E L F I DI O A L O NS O ABC Número sue fo, 15 céntimos La gran lección de Bilbao En la diaria oscilación de los episodios que van jalonando el cursó de la guerra, no es posible determinar qué suerte le está reservada, por ahora, a Bilbao. Sí estamos seguros de la que va a corresponderé cuando el conjunto de la lucha se haya liquidado en España: ser uno de los puntales más Firmes con que ha de contar la República para la reconstrucción del país. Pero si la suerte de hoy es incierta, aunque no pocas preocupaciones ahuyentan la decisión y la valentía derrochada por sus defensores, para cuyo heroísmo, ninguna empresa es imposible, ya podemos escribir y aprender todos sobre la gran lección de Bilbao En. la guerra hay algo que vale tanto como la victoria: la capacidad para lograrla. Y vale tanto, porque la victoria 1 0 es otra cosa sino la capacidad para la lucha desarrollada 1 hasta la. última de sus consecuencias: el aplastamiento del adversario. Lo que importa, sobre todo, es la diaria comprobación de que el instrumento combativo, el Ejército, tiene aqitel tempie y aquella suma de valores inteligentes y morales, que hacen posible su funcionamiento con la máxima eficacia. Cuando los episodios guerreros tengan un desarrollo favorable, porque se compruebe la efectividad del triunfo como una consecuencia de su capacidad combativa (los éxitos ante un adversario circunstancialmente débil, moral o materialmente, nunca, demostraron nada) Cuando los episodios guerreros tengan Un desarrollo adverso, porque se compruebe también, en la adversidad momentánea, que no se perdieron las virtudes de la capacidad combativa. Esto es lo que importa sobre todo. La lucha en los sectores de Bilbao, -donde, al actuar sobre una zona de tan difícil comunicación con el resto de la España leal, ha acumulado el fascismo internacional todo el material de guerra, humano y mecánico, que su capacidad le. permitiera, aun concediéndole al fascismo su alianza con aquel- aislamiento de la zona Norte, se ha desarrollado en condiciones que no pueden invitar ni al más asustadizo a posturas pesimistas. Tod. a la furia, toda la ferocidad, todo el impulso destructor del. fascismo internacional se han volcado sobreVizcaya. Un terrible rastro de criminalidad, de barbarie, de incendio, de sangre y de muerte, ha ido quedando, camino de Bilbao, por los pueblos y caseríos de Euzkadi. El tópico histórico de A tila ya no sirve, l i a sido superado hasta lo inconcebible. I ero, a medida que fue mayor la acumulación de máquinas de guerra, a medida que fue subiendo la temperatura de la criminalidad y de la barbarie fascistas, el temple de los defensores de Euzkadi se hizo cada día más duro, más decidido y vibrante. Y los luchadores vascos, conscientes de lo que su lucha significa para Vasconia como para toda la España leal, se han batido en los pueblos, se han batido en las montañas, se han batido en todos los caminos que Conducen a la- capital de Vizcava. Y cuando el fascismo, que se ha ido dejando en Euzkadi sus mejores fuerzas de choque, aquellas con que contaba para otras empresas soñadas, creyó que era suyo Bilbao, allí mismo, a sus puertas, se ha encontrado también con los luchadores leales del Norte, más decididos, más esforzados. y más heroicos que nunca. En plenitud de su moral y de todas sus virtudes combativas. Prontos y dispuestos parji toda empresa, porque ya ninguna será imposible para ellos. Esta es la gran lección de Bilbao, la gran lección de optimismo que da Bilbao a toda la España leal. Sea cual fuere la suerte- que, de momento, le tengan reservada las oscilaciones de la guerra. xó VATICANO Los dos católicos. DOLORA Vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos. Estampas del irente. La escuela junto a las trincheras. (Foto Baldomcro. i