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ABC MADRID 05-05-1937 página 6
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ABC MADRID 05-05-1937 página 6

  • EdiciónABC, MADRID
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Invasiones exteriores e interiores Enseñanzas del Dos de M yo tria y ganó la guerra, y cuando la epopeya Nunca como ahora fue de actualidad la estuvo terminada, los invasores de dentro, conmemoración del alzamiento nacional coi) que se inició, en 18.08. Ja nig ra de. la, JfT L ...los absolutistas y centralistas de iTern. anjl do VII, el Bellaco, aprovecharan. -la fatiga dependencia. España tiene una larga historia de terribles luchas inspiradas. e, n. la. ne- del. pueblo heroico para imponerle otra vez el mismo Estado autoritario ¿iue no. había cesidad de la propia defensa contra las invasiones exteriores. Sea quizá debido a la servido para defender la independencia de proverbia. -aunque discutible- -fama de sus la nación. riquezas naturales, o más bien a su. estraTambién el 18 de julio se había derrumtégica situación geográfica, que la convierbado el Estado en multitud de sus institute en nudo de dos mares y. de dos conticiones, y si el Gobierno, la Presidencia de nentes, lo cierto es que siempre suscitó núes- la República y la de- las Cortes continuaron tro territorio la desmedida codicia de los en pie, como monolitos aislados entre el pueblos extraños. Más de la mitad de los montón de ruinas, era porque allí había últimos veinticinco siglos hubieron de ser unos hombres republicanos. Al hundirse el consagrados por el pueblo español a la deEstado centralista y unitario- -republicano fensa, de su independencia, ya constituyera en la forma, pero todavía monárquico en España una sola nación, ya un montón de. esencia- -surgió otra vez en carne viva la tribus o naciones autónomas. Cartagineses, España eterna. e inmortal. Traicionó a Esromanos, germanos, árabes y europeos inpaña el Ejercitó, y la diplomacia, y la. Iglevadieron marcialmente una y otra, vez nuessia. Muchos de los eruditos e intelectuales, tra patria, asentando a veces en zonas de o se pasaron al invasor o se ausentaron su territorio, y aun en la totalidad del misolímpicamente de la gran tragedia patria. mo, durante siglos. La casi permanente neHasta una reata vergonzosa de ex personacesidad de mantener por las armas nuestra jillos republicanos, ministros de casa y boca, independencia ha engendrado el ca. rácter inlacayos de la corte y criados de los jefes dómito, rebelde y violento que caracteriza políticos, tomaron las de Villadiego y abanal pueblo español. donaron al pueblo a sus propios instintos e inspiraciones. Lo malo es que, cansado y empobrecido, a raíz de cada gesta nacional suele seguir Mas el pueblo luchó por su independencia una época de apatía y desgana, durante la y su libertad. Luchó en cada aldeat en cada cual detentan, castas o grupos de españoles ciudad, en el campo y en las montañas, y el mando absoluto sobre un montón inora los pocos días el cuerpo sangrante de megánico y disueltb dé pueblosy familias, que dia. España estaba libre y en pie para emde su lucha contra, los invasores de fuera prender la reconquista de la otra mitad, sólo cosecharon la desaforada tiranía de los que, no sin lucha, había sido vencida por invasores de dentro. la conjuración de los invasores de dentro y Cifra y resumen de esta reiterada histode fuera. Pero ahora hemos contemplado ria fue nuestra guerra de la Independencia, lo que España no había vuelto a ver desde la del 2 de mayo. la traición de don Opas, don Julián y los WiDisensiones políticas de la corte, disensiotlza- -un obispo, un noble y los hijos de un nes de carácter familiar, porque patrimorey- es decir, que un núcleo de españoles nio familiar era entonces el Estado, dieron se aliaron con los invasores extranjeros para ocasión a que las huestes napoleónicas inconsumar el despojo y la desmembración de vadieran solapadamente la tierra de Espasu patria. ña. Cuando el pueblo advierte la invasión No olvidemos que fueron los pueblos y y se levanta en armas tpor su independencia las regiones, no el Estado, quienes se pudesaparece de la escena el Estado; se mansieron en pie el 3.8 de julio; en unos sitios, tiene neutral el Ejército; se pasan al invaasistidos por las autoridades: en otros, por sor la mayoría de los eruditos e intelectuaencima de las autoridades; en casi todos, les, y cuando todo fracasa, surge de súbito la España eterna, que había estado dormida y dominada durante siglos por la invasión interior de la Monarquía, la Propiedad y la Iglesia. Era menester que la invasión interior se desvaneciera ante la más poderosa y vital fuerza de los ejércitos napoleónicos, para que de la disolución del Estado surgiera virgen la patria inmortal, representada por sus elementos primarios: el pueblo y los Municipios. Fue el pueblo, no e! Estado, quien salió el 2 de mayo a la calle, por los fueros de la dignidad nacional. Y cuando una autoridad hubo de asumir la representación de España para, declarar la guerra a Napoleón, habló el modesto alcalde de Móstoles, mientras callaban el rey, los obispos y los nobles. Hasta el puñado de soldados que, rompiendo la disciplina militar, lucharon a las órdenes de- Daoiz y Ve- larde, confundidos con los majos y las manólas de Madrid, en el Parque de Artillería, no eran el Ejército como tal, sino pedazos de pueblo vestidos ocasionalmente de. uniforme. Lo que se levantó el 2 de mayo fue el pueblo, mientras yacía, fofo y desmoronado, el Estado. Surgieron las Juntas en cada ciudad, y se organizaron las Juntas de cada región, y por Federación de todas ellas, la Junta Nacional, y las Cortes de Cádiz. Cuando el Esta. do unitario había desaparecido, apareció España, más unida que nunca; ejemplo que suelen olvidar los que confunden la unidad nacional con el unitarismo. El pueblo hizo un listado, forjó un Ejército, reconquistó el suelo sagrado de la paLa hora de la comida en la retaguardia de uuo de los sectores del Centro. (Feto Yustí. contra los Institutos armados de lá República. Hubo, es verdad, en casi todas partes un puñado de militares y soldados, dignos compañeros de Daoiz y Velarde, que, rompiendo el mecanismo de la disciplina, se levantaron desde primera hora por la causa de la independencia; pero no eran el Ejército como tal, sino pedazos de pueblo vestidos ocasionalmente de uniforme. Y surgieron las Juntas en cada pueblo y en cada provincia o región, que en cosa de unos meses reconstruyeron Ta unidad del Estado y 1 crearon ef Gobierno más fuerte, más unido mas a eatktK) y más nacional que ha tenido 5 España. Otra vez, a la ocasional desaparición y mengua del Estado central no siguió la desmembración de España, sino su remembración, conforme había profeti: zado yo en las Constituyentes, cuando discutíamos el Estatuto de Cataluña. Esperamos que, por esta vez, no olviden- los centralistas la lección de la. Historia y qire en lo sucesivo dejen de confundir la unidad nacional- -que es cosa de pueblo- -con el unitarismo, que es un simple artilugio del Estado. ahora viene nuestra inquietud: ¿OcuY rrirá. después de esta guerra, como en. -la guerra de la Independencia, que, exjíuísada la invasión extranjera, surja desde dentro otra invasión de una zona de la sociedad para usufructuar sectariamente la victoria del pueblo? España saldrá fatigada y maltrecha de la guerra, ansiará el reposo y la paz, omo medio de restañar sus tremendas Jieridas del cuerpo y del alma. La bellaquería absolutista no hallará entre los antifascistas intérpretes que aprovechen la inise ria y el cansancio del pueblo para, invadir, desde dentro, a un país que lo ha dado todo por conservar su independencia y defender su libertad. Esperamos que esta vez acertaremos a forjar un Estado- que no sea exterior al pueblo, impuesto sobre la nación, sino que surja dé la nación misma, organizan do ia. desde sus elementos eternos, desde esos mismos pueblos que, dominados por el Estado centralista, permanecen mudos durante siglos, hasta que; puesta la patria en peligro, hablan para salvar su independencia y reconstruir ¡la verdadera unidad nacional. Sí acertamos a organizar a España en un Estado, habremos ganado de verdad la guerra. Si expulsada la invasión y recuperada la independencia imponemos a España un Estado y la invadimos desde dentro, aprovechando los elementos coactivos y disciplinarios que eJ pueblo creó para la guerra, entonces la guerra y la revolución se habrán perdido y tendremos que esperar a! m nuevo 2 de mayo, a un nuevo 18 de julio, para que de entre las ruinas del Estado surja eternamente, virgen y nueva, la España inmortal de las grandes gestas históricas. FERNANDO VALERA 1- 5- 937. Estampas de la guerra

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