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ABC MADRID 22-04-1937 página 11
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ABC MADRID 22-04-1937 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C, J U E V E S 22 DE ABRIL DE 1937. EDICIÓN- DE LA MAÑANA. PAG. 11. DO DE NEGOCIOS DE LA GRAN BRETAÑA E! temor al empleo de gases. La República garantiza su actuación futura con su conducta de siempre La reiterada inclinación a equiparar al Gobierno constitucional y legítimo con el puñado de traidores a la Patria, hiere la sensibilidad moral del pueblo español Valencia 21, 11 noche. La nota enviada por el ministro de Estado, señor Alvarez del Vayo, al encargado de Negocios de la Gran Bretaña, dice así: Valencia, 16 de abril de 1937. Ilustrísimo señor: El Gobierno de la República ha examinado con la atención que merece la nota de V. I. de 10 de abril, en la que, al reflejar el temor de que en el curso de la guerra civil española- -transformada por la actuación conocida de determinadas potencias en guerra internacional- -se pueda llegar repentinamente al empleo de gases, insístese en el deplorable efecto que el recurso a tal procedimiento habría de causar en todo el mundo y el daño político que se inferiría a sí misma aquella de las partes contendientes que fuese la primera en utilizarlos. Puesto que en la nota de referencia no se advierte indicio alguno sobre el motivo de la sospecha, el Gobierno de la República, en cuyos cálculos jamás entró el temor, por su parte, de la iniciativa en el empleo de gases, considera ütil refrescar algunos hechos susceptibles por sí mismo de servir a los interesa Sos en prevenir el peligro de pista psicológica. Le basta recordar cuáles han sido los métodos de guerra que por impulso propio o en virtud de aleccionamientos ajenos, extraídos de la larga experiencia terrorista de los llamados Estados totalitarios, viene caracterizando la actuación, de los rebeldes. Desde el sacrificio medieval del diputado y abogado señor Andrés y Manso, muerto en la Plaza Mayor de Salamanca, en verdadero auto de fe, durante los primeros días de la rebelión, hasta el reciente ultraje de tres hermanas, de doce, catorce y dieciséis años, evadidas del campo faccioso, embarazadas las tres de soldados moros, y una de ellas vcon el tatuaje en la frente de Viva Franco no ha habido infamia individual imaginable y que escape, incluso, a la imaginación normal, con que no se hayan deshonrado para siempre los rebeldes. Al ensañamiento personal, la destrucción en masa de la población civil, llevada en Badajoz a extremo tal, que bajo su solo recuerdo, la población le Málaga, el día que cayó la ciudad, y al simple grito de que entran los fascistas emprendió el memorable éxodo hacia Almería- -220 kilómetros de muerte, de hambre, de asesinatos en gran escala por parte de los barcos piratas y de los aviones, que a lo largo de la carretera siguió tirando sobre cincuenta mil hombres civiles; mujeres y niños, en trágica huida hacia la España leal. Ni la insignia de la Cruz Roja sobre los hospitales infantiles de Madrid, ni el hallarse, como en Durango, en pleno servicio religioso, ha salvado a los elementos más alejados de la contienda de sufrir las consecuencias de los diarios y brutales bombardeos aéreos de las ciudades indefensas, sin objetivo militar alguno, -perpetradlos con el exclusivo fin de lograr por el terror lo que no pudo conseguirse ¡por el esfuerzo de las armas. Dicha táctica se ha recrudecido invariablemente cada vez que el heroísmo del Ejército republicano ha hecho fracasar una nueva ofensiva enemiga. Encajará, pues, perfectamente en la mentalidad de los rebeldes, ahora que los últimos acontecimientos militai- es acusan en todos los frentes la innegable superioridad creciente de las armas republicanas, el que, como última medida desesperada, al verse derrotados por todas partes, recurriesen al empleo de los gases. Incluso en su peculiar modo de pensar se sienten alentados a ello por la misma pasividad con que hasta hoy se les consiente infligir las normas más elementales del Derecho de gentes, y que en el caso preciso y candente del bloqueo de Bilbao les estSj permitiendo- -gracias a extrañas e inexplicables actitudes de fuera- -transformar una ofensiva malograda en un asedio por hambre de la capital vasca, tan unánime como contraria a la ley internacional. Y no seria tampoco de extrañar que entre las divisiones italianas que siguen operando en el país, a invocación del buen resultado obtenido con el empleo de gases en la campaña de Abisinia, les indujese a ensayar procedimiento análogo con el pueblo español. Por lo que al Gobierno de la República respecta, se juzga serenamente autorizado para no tener que ofrecer como garantía de su actuación futura otra distinta que la de su conducta de siempre. De ello es suficiente testimonio, por no citar sino su disposición última, el decreto de 7 de abril, que llega en su generosidad hasta asegurar a los evadidos del campo rebelde su incorporación, a la vida pública de la nación, en los mismos cargos y preeminencias de que gocen en el lado faccioso; y las demás de que se hace eco la nota de V. I. llevarán a la comprensión del Gobierno de la República, consciente de sus deberes para con su pueblo y de sus derechos internacionales a apelar a todos los recursos que tuviese en sus manos para hacer frente a la nueva situación. Séame permitido, por último, referirme una vez más al error que supone la reiterada inclinación a colocar sobre el mismo plano internacional, y aunque sea bajo la invocación de preocupaciones superiores de carácter humanitario, al Gobierno constitucional, parlamentario y legítimo de España y al puñado de traidores levantados en armas contra la legalidad republicana, para convertirse en innobles vehículos de una verdadera invasión extranjera, indiscutible ya a la luz de los hechos y de las centenares pruebas documentales que obran en nuestro poder y que han sido comunicadas, entre otros, al Gobierno del Reino Unido. Dicha equiparación, aparte de desentonar con los principios rectores del Derecho internacional, acaba, a la larga, por herir a la fina sensibilidad moral del pueblo español. Me honro con este motivo en expresar a V. I. los sentimientos de mi distinguida consideración. Firmado, Julio Alvarez del Vayo. -Felbus. Otra nota- -una más- -en que España, a través de un ministro de la República, rompe lanzas en pro de la dignidad de España en carne viva. Ignorábamos la nota inglesa del día 10, a que alude nuestro ministro de Estado; pero la respuesta de Alvares del Vayo, reclamando menos contumacia en equipararnos con los traidores, hiriendo constantemente nuestra fina sensibilidad moral, dice bastante del modo y la forma con que pretenden tratarnos algunas na- dones que hasta ahora se envolvían org ullosainente en el manto democrático. La República española, democrática y parlamentaria, elegida y reelegida por espontánea y soberana voluntad de la inmensa mayoría del pueblo, no puede, ni debe tolerar una igualdad de trato, ni su alto nivel moral merece comparaciones ofensivas por parte de nadie, ni soporta, raseras medidas niveladoras que nos disminuyan un milímetro en la consideración de las naciones. El remember de Alvares del Vayo, evocando los crímenes del fascismo en las zonas rebeldes, es harto elocuente para que los necesitados de meditación, mediten. La alusión el bloqueo de Bilbao, extraño caso de ab- surda ignorancia, ya que no de inexplicable pasividad, dice claro lo que podemos esperar, de los apoyos oficiales de otras tierras. En cuanto al temor del encargado de Negocios de la Gran Bretaña, implicándonos evi su alarma de que la guerra civil españolen derive hacia el salvaje y espantoso empleo de los gases, bien dice la nota de Julio Alvares del Vayo que nuestra actuación dé, siempre es prenda y garantía del noble espíritu que anima a la nación española y a su Gobierno legítimo respecto a nuestra futura conducta. RIÑA Y AIRE Calurosos elogios de o Solidaridad Obrera y Fragua Social Barcelona 21, 3 tarde. Solidaridad Obrera publica el siguiente comentario: Si alguna vez, por las necesidades de la campaña y del propio egoísmo de la victoria, liemos puesto los puntos sobre las íes con referencia a la actuación de cierta arma de nuestro Ejército, nos place reconocer y aplaudir la ñola dada ayer a la publici- dad por el ministro de Marina y Aire, quien, investido de la dignidad nacional y con el apoyo de nuestras grandes masas de combatientes, ha señalado, con el aplauso de la España revolucionaria, que nuestros barcos no podrán ser detenidos por nadie, lleven víveres o transporten armas. Eso es tanto como rechazar el control impuesto de una manera confabulada por las potencias capitalistas. No sabemos el efecto que habrá producido semejante viril declaración gubernamental en el exterior, pero sí podemos asegurar que la nota de nuestro Gobierno ha tenido la virtud política de aseste ríe una puñalada a los proyectos de las fuerzas negras que rodean en el ambiente intes nacional al general Franco. No solamente se ganan batallas en pl frente y el Gobierno de la República ha ganado también una fenomenal batalla en el frente internacional. No han do pasar muciias ho ras sin que llegue la noticia de su confirmación. -Febus. Valencia 21, 2 tarde. Todos los periodif eos comentan la nota del ministro de Ma- riña y Aire. Fragua Social diario de la C. N. T en un suelto titulado Una actitud elogiable dice al final: En esta ocasión elogiamos la actitud del ministro de Marina y Aira y le exhortamos que siga esa ruta, que es la que concuerda con la actitud adoptada desde un principio por los verdaderos tifascistas, por los que dieron su sangre en holocausto de la causa antifascista y los que siguen dispuestos a hacerlo. -Febns. con las armas en la mano; con esta neta,

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