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ABC MADRID 31-03-1937 página 9
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ABC MADRID 31-03-1937 página 9

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. MIÉRCOLES: 31 DE MARZO DE 1937. EDICÜON DE LA MAÑANA. PAG. 9, LA IDENTl. F I G- Í T tío ar. ceí- c so lamenta fie- ice n. vno fío i: rcííactorcs le; lia sí 2o vedada Ja cnt; aii í cu un centro oficial, a pesar. tío ir provisto cíe la novísima placa, y tárjela HZcrMilíiA do que laemos sifio. dota íloa los: periodistas en activo por laíBe eo i: e; fe áts Propaganda y Prensa de la Jiiirfa íiOlA raíJa de Defensa. de Madrid. IÍCÍÍ hacemos eco fio la. extráxíeza; deli co) c; a. Fuii la disposición en que se instan J ¡a: i c- 3i loa, nuevos documentos aesediíatrebs tío la personalidad de los reporteros T- maí; r; ío o3 se dijo que éstos bastarían para el IJfere acceso a iodos los lugares depentlicirícrí do la Junta, excepción íieclia- -Otógúc: iinoi! te- -c e ios frentes de. guerra. 33 sto BU iuiíla revalidado en la tarjeta que todos poscenios, dondo se consigna, textualmente, que las aatoridsdcs facUitarán al poi tado? del presente carnet, siempre. que vaya pro- í- lsío ÍÍ 3 la insignia distintivo de Prensa, ei libre ejercicio do su profesión, prestándole el delbiclo auxilio, si lo necesitare, en el tlesciapcüo de la misma. Esperamos del Sr. Carreño España una aelayación. en esto sentido, pues noches pasaclíss- (ios compañeros nuestros íuerom reQKericíos en la calle por agentes de lar Policía para, mío identificaran sm personalidad, y, ai mostrar la insignia, les dijeron c ¿ue no bastaba, y que les era preciso un carr. sí sindical, coiaclo hicieron, mostrando el í íe la Agrupación Profesional de Periodistas (IT. G- T. Y, al- mismo tiempo, -esperamos que so den las órdenes precisas para la retirada tic ias placas antiguas- -en poder del periodismo de la quinta columna alguna de las cnales hemos listo, no más ísríle que ayer, luciendo en la solapa de isn ex compañero. ¡cJiiu re, Gomendia, Mendigoaín y u n c o n i o y do camiones con personal e n ESCSTI 1- iaza- SantóBclcr: Nuestras fuerzas h a n proseg u í a con g r a n ímpetu, e n a t a q u e comenza- d o ayer. l i a Artillería lia batido intensa 1 m e n t e los puehlos clorade e l enemigo lia sido careado, a p e s a r de. los refuerzos r e cifeiSos. l i a Aviación r e p u M i e a n a lia Ibointairdescío las posiciones enemigas, a m e t r a llando intensamente, e n vuelo r a s a n t e a l a s fuerzas facciosas. Después d e diclio b o m Tbarfico se ha- observado intenso movimiento tJo ambulancias en el interior, demostrativo le las raracbas fcajas causadas. So h a p a s a d o a n u e s t r a s filas u n soldaflo del regimiento d e S a n Marcial, con a r m a m e n t o T a m b i é n se. isa p r e s e n t a d o u n g r u p o de trece personas, e n t r e ellas t r e s m u j e res, y el resto n i ñ o s ¡HAY- QUIEN- DUERME SOBRE LOS LAURELES... Y OTROS DEBAJO DE ELLOS! Alzó el interpelado su cabeza y replicó, solidario del dolor común: Todos somos igualmente desgraciados! Y, lardesgraciaidel presidio es tan honda, tan larga, tan intensa, tan profunda, que su acción, como! los movimientos sísmicos, se deja sentir a muchas leguas a la redondaHe aquí el grato bienestar- -la rosón del gmto bienestar- -de que hoy gozan los habitantes de O caña y de sus aledaños el intnenso caderón que durante innumerables días fue cobijo del dolor, asilo del infortunio, mansión de la desesperanza, es hoy lugar donde toda humana piedad tiene s asiento. Las rejas carceleras que separaban a unos hombres de una sociedad cuya monstruosa organización los empujó a caer en los brazos del delito, pronto serán fundidas para fabricar con ellas arados fecundos. La nueva gran Patria que estamos edificando sobre cimientos amasados con la sangre del pueblo dará una nueva- conciencia limpia a los que siempre turbia la tuvieron. Al presidio, purificado por el dolor heroico, le han nacido alas... ¡Y quién sabe si allá desde lo alto parece que los hombres se tienden los brazos con el afán de un abrazo fraterno, hasta en los momentos mismos en que se están haciendo la guerra, I VAN P E Ñ A L B A LOS FACCIOSOS RECHAZAN LOS BILLETES DE LA ÍUNTA DE Confirmando los relatos que un español recién llegado cjel extranjero hizo a nuestro colaborador Ivan Peñalba sobre la escasa aceptación que en la zona rebelde gozan los nuevos billetes de Banco editados por la Junta de Burgos- ¡ya tienen los capitalistas facciosos la experiencia del negocio de los marcos acometido por sus actuales colaboradores los alemanes! recogemos esta nueva prueba publicada en la Prensa falangita, pues la amarga realidad -amarga, claro es, para Franco y los suyos- -se transparenta a través del humorismo triste de su autor: Mejor día que la víspera íué el de ayer, porque el aire era más fino. Es la ventaja que tiene el viento: cambia. Nosotros, ni tenemos cambios ni quien nos los dé. Somos poseedores de un mínimo billete; ni en el estanco, ni en el café, ni en la peluquería, ni en el tranvía, ni en Telégrafos hemos conseguido cambiarlo. En cambio el viento cambió. Y por la noche refrescó. Nuestro billetito no cambia ni de noche. Es de una lealtad que nos conmueve. Lo malo es que, con su terquedad, no nos sirve para nada, porque nos hace el mismo servicio que si fuera un billete marxista, separatista ¡Señor, Señor! ¿Y acaso habrá algún malvado que acumula duro sobre duro y guarda quince mil duros en plata, mientras MADRI D, RA DEL MUNDO Piedad donde nunca ¡a hubo En las pardas tierras de Toledo, y en ruta faro, las de Cuenca, se alza un poblachón que durante muchos lastros sufrió la pesadumbre de un penal: O caña. Los penales gravitan sobre los pueblos en que están instalados con tal fuerza de opresión que los habitantes en libertad también sienten ante sí la sombra de los muiros de la prisión y la congoja de los hombres vecinos que es tán enterrados en vida. Humana solidaridad en la angustia de la pena. Librar a un lugar de un presidio es liberar a todos los habitantes de una comarca. Cuando un día en el patio carcelero adonde fue arrastrado Osear Wilde- -más que por su aberración, por el hipócrita fingido puritanismo de un sector de la sociedad inglesa- estaba el gran escritor sentado sobre unos maderos y con la cara oculta entre las manos, le preguntó un compañero de infortunio que se aproximó a ¿piadoso ¿Sufres, Osear. ¡Vildeñ

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