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ABC MADRID 02-02-1937 página 5
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ABC MADRID 02-02-1937 página 5

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Madrid, 2 de febreio de 1937 I El presidente de las Cortes y jefe del partido de Unión Republicana, I Diego Martínez Barrio, ha pronunciado su anunciado discurso en Valencia. la atención con. que era esperado este acto no lia. quedado defraudada, porque el Sr. Martínez Barrio, no sólo ha expresado con toda claridad y valentía la posición que corresponde al partido de Unión Republicana en la gwerra- que sostenemos para libertar a nuestra patria de la sangrienta invasión extranjera- -delito de lesa Patria cometido por los traidores jefes de la sublevación militar- sino que, además, señaló con lógica irrebatible las condiciones que la victoria nos exige a todos, de modo inexorable. Por debajo de la concisión habitual de sus frases, corre en el último discurso del presidente de Jas Cortes un inédito temblor emotivo. La pasión española desbordó anteayer el cauce por donde fluía sa pensamiento y dio a su róz y a su discurso una lionda palpitación patriótica. El discurso del presidente ele Unión Republicana requiere un comentario minucioso por los extremos esenciales del mismo, llamados a suscitar en el antifascismo español, y principalmente en los diversos sectores republicanos de nuestro país, largas resonancias. AÑO XXXIII. NUMERO 10,520. REDACCIÓN Y ADMINISTRACION: SERRANO; 61. TELEFONO 51710. NUMERO SUELTO, 15 CÉNTIMOS ABC Director: ELF D O DIARIO REPUBLICANO DE IZQUIERDAS ALONSO EL PRESIDENTE D E LAS CORTES Y DEL PARTIDO D E UNION REPUBLICANA, DON DIEGO MARTÍNEZ BARRIO, PROCLAMA LA LEGITIMIDAD DEL GOBIERNO POPULAR, CONTRA E L Q U E SEALZO EL FASCISMO INTERNACIONAL Y P I D E LA UNION DE T O D O S LOS R E P U B L I C A N O S EN LA ACCIÓN COMÚN CONTRA LOS ENEMIGOS DE ESPAÑA Sr. Valencia 31, 1 madrugada. Acerca, del tema Una información, una opinión y una posición pronunció este mediodía una. interesante conferencia el presidente de las Cortes, D. Diego Martínez Barrio. Hizo la presentación del orador el presidente de Unión Republicana de Valencia, quien exaltó la figura del conferenciante. AI acercarse al micrófono el presidente de lj, s. Cortes de la Repjiblica fue acogido con aclamaciones y vítores. española; pero, testigo de verdadera excepción en muchos de ellos, sí daré cuenta de interesantes acontecimientos registrados. La rebel, ión militar de julio- de 1936 se ha caracterizado por su hipocresía y por su deslealtad. Entre otros voy a citar un caso q e lo demuestra. En junio de aquel año el Presidente, de la República, Sr. Azafia, hubo de recibir en audiencia a uno d- e los militares sublevados. En mayo, anterior, con ocasión de ejercer yo interinamente la presidencia de la; República, hube de recibir a otro. Sé de labios del Sr. Azaña que. el gereral que acudió a Palacio a saludarle centuplicó sus manifestaciones de lealtad, de respeto y de acatamiento a la- República. Sé por mí mismo. que el que sin sor llamado acudió voluntariamente a Palacio para comparecer- ante el jefe interino del Estado, hizo toda clase de promesas de lealtad al régimen republicano. Sin embargo, a. la misma hora enVqlie aquellos dos. hombres p, odían ser creídos, porque, por razón de su condición prqfesional, dobía creerse que, hacían del honor un culto, en, conciliábulos secretos y en 1 reuniones particulares colaboraban ambos en la creación del- instrumento de rebeldía que iba a sublevarse contra la República y contra la Patria. Nosotros hemos combatido al régimen monárquico, hemos recorrido España de pueblo en pueblo con nuestras voces de protesta contra lo que aquel régimen representaba pero no se nos ocurrió- jamás hacer, nuestra propaganda con halagos y posternarnos ante quien encarnaba la monarquía; no se nos ocurrió nunca ir a Palacio a estrechar confiadamente unas manos que defendían intereses que nps- otros queríamos derrocar. La hipocresía y la deslealtad, repito, han presidido todos y cada uno de los actos de los militares sublevados. Por desleales e hipócritas han tejido alrededor de la rebeldía una leyenda que conviene disipar, y a ía cual se contribuye desde las páginas de periódicos extranjeros que tienen también su responsabilidad marcada y clara en la gestación del movimiento revolucionario. La actHación de Unión Republi; cana Desde julio último- -comeneó diciendo- -río he- tomado parte en ningún acto político. Tenía muchas cosas que decir y contar- a la opinión pública de España. Las tengo aún, pero sella mis labios- una consideración, la misma que ha sellado mis labios durante estos meses. EHo me obliga a- contener en límites modestos m. i intervención de hoy y a advertir que mucho de lo que pudiera decir con toda claridad y diafanidad- lo dejaré deliberadamente en penum- bras. ¿Por qué entonces hablar? Porque, de la misma manera que la palabra anticipada puede ser origen de desventuras, la palabra retardada puede dar lugar a la sospecha, y habiendo hablado las representaciones de los distintos partidos políticos y sindicales obreros, bien está que el partido de Unión Republicana por mi conducto venga también a expresar su opinión, a emitir su informe y a fijar, en lo posible la posición política que al interés de la Patria y de la República corresponde. En lo que se refiere al partido del cual ostento la jefatura, aunque los hechos hacían que callara la palabra, actuaba la voluntad. En la medida de nuestra posibilidad, Unión Republicana y yo hemos cumplido eoji nuestro deber, posiblemente en cantidad inferior a lo que el deber mismo demandaba, porque una de las enseñanzas producidas en la hora actual es la de que par extraordinario que sea el esfuerzo de las colectividades y de ltts hombres, siempre ha de resultar y ha. de estimarse inferior a lo que las propias circunstancias piden. Pórtela Valladares, píwa asistir a una reunión en el ministerio de la Gobernación, donde habitualmente aquél despachaba. Cuando llegué a su despacho me encontré al general Pozas, icispector general entonces de la Guardia civil, y al general Núñez de Prado, director general de Aeronáutica. Y el Sr. Pórtela ValJadares, delante de esos dos hombree, ms requirió para que manifestara al Sr. Aaaña que existía la urgente necesidad de que los partidos del Frente Popular, triunfantes en las elecciones, se hicieran cargo del Poder. No era la opinión del Sr. Azaña favorable, a que nuestros partidos constituyeran seguidamente Gobierno. Estimaba él que debía esperarse a la reunión de Cortes. Y cuando yo manifesté al Sr. Pórtela Valladares esa resistencia del ilustre jefe de Izquierda Republicana, el presidente del Consejo de ministros me acució en tonos de la mayo gravedad, diciéndome que hasta entonces había podido él responder de la lealtad de todos los instrumentos de la República, pero si inmediatamente nosotros no ocupábamos el Poder, él se consideraba desligado de ese compromiso de mantener la disciplina. ¿Cómo decir, cual se anda repitiendo por quien ejerció las más altas funciones del Estado, que el 1 S de febrero los partidos del Frente Popular exigieron al Presidente de la República la entrega del Poder? Por el contrario, lo que hicimos fue acudir a un llamamiento angustioso por el peligro de una subversión de todos los organismos del Estado y recibir un encargo ciertamente no grato en aquellas circunstancias, pero que nos obligaba, porque constituía un nuevo servicio a la Patria y a la República. Legítima es la fuente de nuestra autoridad, legítimo y correcto el procedimiento para llegar al Poder. Es ahora cuando, con el propósito de enturbiar las cosas, se dice en propagandas que desde el 18 de febrero del año último toda España se ha organizado en un pie de ilegalidad. Nadie, absolutamente nadie, de los que constituyeron el Gobierno que antecedió al del Frente Popular, ni el entonces Presidente de la República puso en tela de juicio la autenticidad y legalidad de nuestro triunfo. Por el contrario, todos reconocían y se inclinaban ante la realidad de lo que el- pueblo español había manifestado en las urnas electorales. Mas aun a mediados del rne. -j de marzo se constituyó la Cámara. La integraban nutridas representaciones de los diversos partidos in eg. rantes del Frente Popular e importantes representaciones d f los partidos de centro y de derecha. Llegó la hora do elegir presidente interino de esa Cámara. El candidato de los partido: del Frente Popular era yo, pero a la hora Legitimidad del Gobierno del Frente Popular Se ha dicho de nosotros que nuestro origen era ilegítimo, porque la victoria del Frente Popular en fehrero último fue debida, más que al esfuerzo de la opinión republicana y obrera de España. -a un conjunto de circunstancias donde la coacción y la violencia habían cambiado los resultados electorales. Esto os falso, hipócrita y desleal. El 17 de febrero fui yo requerido por el presidente del Consejo de ministros, Características de la rebelión militar Voy a informaros de algunas de las coBas que sé relacionadas con el origen y desarrollo de la rebelión. No os cansaré con un relato de todo aquello que en su día ha de recoger la Historia para alumbrar esta p gina, siniestra y dramática de la vida

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