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ABC MADRID 26-12-1936 página 3
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ABC MADRID 26-12-1936 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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Madrid, 26 de diciembre, de 1936 AÑO XXXII. NUMERO 10.485. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61. TELEFONO 51710. NUMERO SUELTO, 15 CÉNTIMOS Y EN ESTA DISPUTA: DIARIO REPUBLICANO ELFIDIO DE IZQUIERDAS ALONSO Director: S E H A A M P L I A D O EL A V A N C E E N EL SECTOR DE BOADILLA SIN APENAS RESISTENCIA DEL EJERCITO INVASOR, QUE AYER PERMANECIÓ INACTIVO Un grupo de dinamiteros vuela un tren con tropas y material cerca de Taiavera PARTES OFICIALES El de Guerra Anoche, a las: veintiuna treinta, se radió el siguiente: Frente del Centro: En los sectores de Guadarrama, Aranjucz y sur tlel Ta. o, sin novedad. En el sector de Guadalajara, en Taracena, ligero tiroteo, sin consecuencias. En Lozoyaela, luego de artillería sobre Paredes de Buitrago, sin causar bajas. En Madrid ha. transcurrido el día con muy escasa actividad del enemigo, que se halimitado ¡i cañonear nuestras posiciones, especialmente por la tarde. Nuestra Artillería ha obrado principalTóente durante las primeras lloras de la. mañana, en que lia batido las posiciones y concentraciones enemigas. En las últimas horas de esta tarde se lian presentado cinco evadidos del campo rcijeície. Durante todo el día no ha actuado la Aviación. En les demás sectores, sin novedad. LA JORNADA DE AYER El considerable avance realizado en la tarde del miércoles por las fuerzas republicanas en el sector de Boadilla fue ampliado durante el jueves, sin encontrar resistencia. Indudablemente, el alto mando, por sus observadores y por las declaraciones de los prisioneros, sabrá las causas de esta anómala actitud del Ejército invasor. Desde luego, no hay más que dos términos para optar en la deducción: luchas intestinas entre los diversos componentes al servicio de les facciosos, o quebrantamiento de los núcleos, que precisan una reorganización para reanudar la ofensiva. En uno o en otro caso; muestras de debilidad y tregua forzosa, no premeditada, que los dirigentes de la defensa aprovechan eficazmente, como es lógico. En el segundo avance, el del jueves, menos profundo que el anterior, nuestros milicianos fueron encontrando cadáveres, armamento y municiones. Se comprueba por las heridas que presenLos de Marina y Airetan algunos cadáveres que los disparos fueValencia 25, i tarde. Parte del minisren hechos a quemarropa, y que el abandoterio cíe Marina y Aire facilitarlo el jueno de armamento parque no está justifives: i IJ a de nuestras escuadrillas de bimo- cado, dada la poca precipitación con que se te: T bombardeó con positiva eficacia la. llevó a cabo el repliegue. estación del ferrocarril de Córdoba y los Las bajas encontradas en este sector pacuarteles Í! C dicha eiafsad. Otra escuadrilla san con creces del centenar. atacó la estación y e! puente de Aleolca, Durante la noche del jueves el enemigo arrojando mía vcmleii i e bomsías de gras) taiHitüí) JJK. Cí! í. na irilFa fnó atacada por un hostilizó por la Ciudad Universitaria y Casa de Campo, recibiendo la réplica adecuada. caza, míe ITJZO SÍU ÍÍ? de ma centenas. do ílisparoí- sin ouo causaran daño, alguno. Durante la mañana, nuestras baterías desCiiatrü Pt tí y tres razias sítlieron a ro hicieron las concentraciones facciosas. conocer e) frente do Teruel, y bombardearon L artillería enemiga contesto débilmente. la estación y edificios militares de dicha poülacjóü, arrojando mÜF. de un centenar En. determinado sector, los facciosos se do fcotnb- ip. Fisei os? aíaraíiof; por seis cazah enenjííios, entüblaiulo combate con tres de dedicaron al paqueo durante la noche de ellos los caras leales y eí vesio íué tlisperayer. Desde nuestras trincheras se les dirisa- do ici ios Poír- z, reB: a. e: -íutí o imcsti os gió la palabia, y después, por medio de alapai- aío. s SÍEI sioví dad eií personal TÁ ITIÍÍterlal, salvo r u P síc nec resuliá coa isn- tavoces, se les transmitieron los discursos y música de la radio. El fuego cesó duranparto: te largo rato. El enemigo escuchó atenta 1 Valencia i r. oche. FA parte del mi- mente. nisterio te Máiiim y Aire rik c esta noche: C. oiiJiinieaP! d- Mcsión u el día 22 fu; s J; or las observaciones hechas a la vista ílri fflE- íiíIo r r Jo: -íMs? ii c i3; ií? í; ríis! tería- j u n ivítiri! cai; ívo- jíi an t a m a ñ o de los cadáveres encontrados en Boadilla de) Monte y por las confidencias de los prial (jue desdo ia P ÍIZÍ pe vio caer ep, el m a r sioneros, se sabe de un modo cierto que los envuelto en L 3 ÍÍV -T eijus, soldados del Ejército invasor, sobre todo los El Frente Popular de Madrid honra una regulares, pasan hambie. Tal vez sea ésta de las principales determinantes de las al auténtico Frente Popular de Euro- disensiones o rebeliones. pa en el, homenaje a ia Columna InComo es natural, nuestro Ejército procura ternacional. No de jeti de participar aumentar las- dificultad del abastecimiento en él! d c ios facciosos. Hace dos días, el grupo de Han bastado unas cuantas semanas de resistencia en las puertas de Madrid, para que ¡smucha gente haya olvidado el peligro fascista. No se lo recuerda ni el tronar de los cañones ni la evidencia de que acampan a unos cientos de metros de los a r r a b a l e s s d e la ciudad. Como en Babel, cada uno quiere hablar su lenguaje, despreocupándose sobremanera del que hablan los demás. Con superabundancia de literatura se ha comentado la falta de tono paradla guerra que tienen algunas grandes ciudades de la retaguardia; en ellas se forja muchas veces la disputa, debido al celo belicoso y a esa gran capacidad de no enterarse que suele haber prosélitos al recodo de donde está ocurriendo un suceso. Si esa manera pueril de vivir la Historia es reprobable fuer ai del, radio de acción de la metralla enemiga, constituye demencia al producirse a tiro de fusil de sus parapetos. De la consigna hay que supeditarlo todo a ganar la f guerra se ha pasado con desmesurada prisa a ensayar modalidades 1 adecuadlos a los tiempos de paz, olvidándosenos con aterradora insistencia que todavía no hemos ganado la guerra, y que si no la ganáramos por torpezas, que comienzan en la dialéctica y terminan en la disparidad de la acción, todo el, fervor revolucionario y las teorías expuestas y hasta practicadas, se convertirían en distinguidas aleluyas para provocar nostalgias en el extranjero de los supervivientes desterrados. La tendencia a polemizar que a todos nos domina es el suicidio de la revolución, y planteando con íranqueza lo concerniente a este morbo de puerilidades o de inconsciencia hay que decir descaradamente que, por la sangre dcrraniada con generosidad por los combatientes y por la nobleza de la causa que todos defendemos, nadie tiene derecho a enturbiar la claridad y la armonía de todos los antifascistas con distingos ni con singularidades. Cuando disfrutemos de la paz serán lícitas todas las discusiones que tengan fundamento; pero mientras sea necesario hacer la guerra, la conocida fábula nos dictará su perogrullesca pedagogía. Y en esta disputa, llegaron los perros... dinamiteros de Machuca, que opera en el sur del Tajo, acompañado de un sargento de milicias y de dos milicianos, dio un audaz golpe. El grupo, atravesando el Tajo, se internó kilómetro y medio en el campo enemigo, y acercándose a la línea del ferrocarril, en las proximidades de Montearagón, cerca de Talavera, colocó una buena carga de dinamita en la vía férrea. Poco después llegó un convoy con las luces apagadas, compuesto por veintitrés unidades, conduciendo tropas, víveres y material. Los expertos dinamiteros volaron el tren con precisa exactitud. La vía férrea sufrió también grandes destrozos. El enemigo ha comenzado una ofensiva en los frentes del Sur. Esto, tal vez, contribuya a su pasividad en- los sectores de Madrid. E! reiterado íracaso del ataque a Madrid- -cincuenta días de asedio- -y las victorias de las milicias vascas, montañesas y castellanas en los frentes del Norte han producido una gran alteración en los mandos de las mesnadas íascíscss. Parece que el ex general Mola ha sido nombrado comandante del Ejército faccioso del Norte, con excepción de las fuerzas que se le han mandado desde Andalucía. Esta noticia confirma la situación precaria í iio atraviesan los rebeldes en el sestor del Norte, pues, eíce iyamente, han te-

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