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ABC MADRID 08-10-1936 página 7
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ABC MADRID 08-10-1936 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. JUEYES 8 DE O C T U B R E DE 1936. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 9. i EN ASTURIAS, LA ENÉRGICA ACTUACIÓN DE LAS TROPAS Y MINEROS DEJARA DESPEJADA LA SITUACIÓN EN BREVE PLAZO Nuestras fuerzas cortan Jos intentos de avance del enemigo y adelantan en otros sectores, capturando prisioneros COMO HAN ENTRADO NUESTRAS TROPAS EN LA CIUDAD DE OVIEDO Por respeto a las órdenes de la censura nos hemos abstenido de publicar las informaciones referentes a la entrada de nuestras fuerzas en el recinto de la ciudad de Oviedo. Por lo visto, las previsiones de la censura han sido modificadas sin nuestro conocimiento, y ello es causa de que los relatos de la lucha en h capital asturiana no se publimen hasta, hoy, iludiendo, haber aparecido, hace dos días. na, La lluvia, que tenazmente cae desde ayer, ha retrasado algunas operaciones. A pesar de ello, nuestros camiones blindados han llegado por el barrio de San Antonio hasta el edificio 1 de los Almacenes de Obras públicas. Los milicianos, protegidos por los camiones, ocupan ya todo el barrio de San Antonio. Una vez dentro abandonan los milicianos los carros y se lanzan por las calles tirando dinamita y bombas. El barrio ha quedado desierto, ocupándose en sus calles 16 ametralladoras abandonadas. Los milicianos se dedican a explorar en el interior de las casas. La disciplina del man- do, rigurosamente secundada por los luchadores leales, nos han ahorrado bajas y la mayoría de las que hemos tenido son heridos. El enemigo, en cambio, ha dejado en. el terreno un centenar de muertos, en. mayoría guardias civiles. Entre ellos figuran dos capitanes, cinco tenientes y varios alféreces. En los combates del domingo y lunes hemos quitado al enemigo sus mejores posiciones, y en adelante le será muy difícil la defensa. Preparación del ataque Oviedo 6, 0,30 mañana. (Servicio especial de Febus. En la noche del sábado comenzó a notarse inusitada animación en todo el frente que forma el anillo en que los mineros tienen encerrada la capital de Oviedo. Por todas las difíciles carreteras inmediatas se veía gran número de camiones portadores de algo indispensable para la guerra, que los milicianos comenzaron a descargar con entusiasmo. La luna ahorra luz a la faena. Filas de soldados y milicianos marchan por todos los caminos, viéndose tínicamente los destellos de las bayonetas, y surge de vez en cuando el grito de alguna canci 6 n. Nosotros preferimos ser espectadores desde las posiciones altas del Naranco. Por un momento nos sobrecoge la alegría con que caminan los milicianos, que seguramente van a jugarse la vida; pero poco después desechamos esta idea contagiados por el entusiasmo de los mineros. La disciplina, acatada en todo momento, es rígida, y ha sido preciso imponerla para contener audacias. Estamos ya sobre el monte Naranco, en las inmediaciones del Sanatorio. Abajo quedan las avanzadillas. En el camino hemos encontrado patrullas que se dedican a colocar espoletas en los proyectiles. Divisamos perfectamente los grupos de milicianos que ocupan los primeros barrios dé la capital, La casa negra baluarte de los guardias civiles, asaltada. Triste episodio En el valiente avance se registra un episodio, que seguimos con emoción. En la misma entrada de, Oviedo el enemigo tiene emplazado un baluarte denominado la casa negra defendido por los guardias civiles que Aranda concentró en la capital poco antes de estallar la rebelión. Los dinamiteros, desplegados en guerrillas, de tres en tres, avanzan hacia la casa negra bajo el fuego de los guardias civiles. Poco después la casa está cercada. Cuando el tiroteo es más intenso, sobre el tejado de, la casa aparece un guardia civil que da. estentóreos gritos mientras alza el fusil sobre su cabeza enmarañada. El infeliz se ha vuelto loco. Pero la guerra es la guerra. Un certero disparo le abate para siempre. Sobreviene el asalto de la casa negra y, en su interior encuentran los nuestros siete cadáveres de guardias civiles y un guardia agazapado en un rincón. En los primeros momentos dispara este guardia y logra herir a dos milicianos. Pero el arrojo le dura poco. Viéndose perdido se arrastra por el suelo y suplica por su mujer y por sus hijos. La casa negra es nuestra. Son ocupadas después o. trias diecisiete casas de la; ciudad, que eran otros tantos baluartes del eneinigo. Esta conquista abre un boquete por el que será posible entrar rápidamente en el casco central de la población. El enemigo se ha replegado y ha comenzado a ocunar las casas particulares y edificios oficiales para continuar su inútil resistencia. Quedan destruidos Jos edificios de la Diputación, el Banco Español de Crédito y varías casas de Ja calle liria. Son ocupadas la plaza de toros y Ja iglesia de San Pedro A las once de la noche del lunes sigue el, tiroteo intensísimo desde el barrio de San Antonio (depósito de máquinas) llegando, nuestras patrullas hasta las inmediaciones, de las calles céntricas. Por Areneros han entrado simultáneamente seis tanques, que se han llevado de una vez todas las alambradas. El enemigo contesta únicamente con fuego de ametralladora y mortero. Los nuestros han ocupado la plaza de toros y la iglesia de San Pedro. Los proyectiles de nuestra Aviación han destruido por completo el edificio de la Diputación provincial, varias casas de la calle Uría y el Banco Español de Crédito. Cuando cierra la noche de hoy, lunes, des. de el centro de Oviedo surgen al espacio gruesas columnas de humo y fuerte resplandor de los incendios declarados en diversos puntos de la ciudad. Después de estas victoriosas jornadas puede afirmarse que la caída total de Oviedo es cosa de una semana escasa. En el frente occidental, escasas novedar des. Alguna escaramuza aue otra. A las cinco en punto de la madrugada del domingo se inició el ataque A las cuatro de la madrugada se cotoienzan a transmitir las órdenes oportunas. La transmisión se hace por medio de fantástica combinación de luces que brillan sucesivamente de una a otra posición. Funcionan también el Morse y el teléfono. Pronto se inicia el desfile de nuestros hombres entre los riscos, bajo la luna. A las ia. tv. 0 y media, nueva combinación de luces. Comienza seguidamente el avance ¡bajo los primeros fuegos de la Artillería. A las cinco en punto de la madrugada rompen fuego nuestras baterías: la batería ÜS, sobre el objetivo 45; la batería 2, sobre el objetivo 18. El estruendo es enorme y las detonaciones se repiten en el eco de Cada montaña. Los tiros de cañón no pue den ser más certeros. Hay que derribar una casa que nos estorba y a los cinco disparos la casa no existo. Tal es la precisión, que otras casas adosadas a la destruida perinanecen en pie. Cuarenta bombas de 40 cañones caen pobre Oviedo como un solo disparo. Con. las primeras luces del alba la Aviafeión ribetea la ciuda 1 El enemigo apenas Contesta a nuestra ofensiva. Tres granadas de cañón han caído en el Naranco; pero no Siegan a estallar. Los técnicos dicen cue los cañones de los rebeldes están es ropeados 3 Un acto heroico Se ha combatido también con igual entusiasmo en San Esteban de las Cruces. Camiones blindados y tanques han dado fin de las alambradas protectoras. Uno de estos tanques, denominado Ascaso desborda al enemigo; pero de pronto sufre una panne Uno de los ocupantes, en un rasgo de supremo heroísmo, sale del tanque y es muerto por los guardias civiles que se aproximan. Estos guardias quieren capturar a toda costa el tanque y se valen de la estratagema de poner una bandera roja en la bayoneta de un fusil mientras alzan los brazos y vitorean a la República. Los nuestros desconfían, y abren fuego de ametralladora. Veintiocho guardias civiles caen muertos en las mismas inmediaciones del tanque. El chofer del vehículo, a pesar de hallarse herido en la cabeza- y en un brazo, logra reparar la avería y el tanque vuelve sin novedad a nuestras filas. Una arriesgada incursión por el río Una patrulla del regimiento de Zapadores número 2, al mando del alférez Esteban López, hizo una arriesgada incursión por el río Nalón. Lograron sorprender a un contingente enemigo, causándole tres muertos y bastantes heridos. Cayó en nuestro poder gran cr. ntidad de material, incluso 40 bombas Laffite. En los diversos hospitalillos montados en nuestras líneas fueron asistidos durante los días de ayer y hoy numerosos heridos qu abandonó el enemigo en su repliegue haoia el interior de Ja ciudad; bus, y Ocupación de los barrios de San Antonio, San Claudio y Santa Marina. Más de cien muertos Análogos episqdiói se han registrado en: los barrios de San Claudio y; Santa Mari-

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