ABC MADRID 21-08-1936 página 9

A B C. VIERNES 21 DE AGOSTO DE 1936. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. g, ¡COMO SE INICIO LA SUBLEVACIÓN ANDALUZA Fusilamiento de obreros en huelga El espíritu de los obreros de Cádiz, es ad- mirable. Al tercer día de estallar el movimiento se dictó un bando ordenando a los obreros que volviesen al trabajo. Como a las cuarenta y ocho horas nadie acudiese al trabajo, fueron detenidos y fusilados cin- co miembros del Comité de huelga. Pasaron otros dos días y continuó la negativa obrera. Igualmente que aquéllos siguieron otrosseis miembros del Comité. Para coaccionar y convencer a los obreros se detenía a centenares, de éstos, r se les obligaba. durante. ocho horas seguidas a marchar cargados de sacos de arena desde la bodega de un buque a la cubierta y viceversa. Algunos obreros que mantuvieron la resistencia fueron fusilados. RELATO DE UN REPUBLICANO QUE QUISO HACER DETENER AL FACCIOSO QUEIPO DE LLANO Q up r n o ríe- lianr pchrvn en JL a L í n e a u neconómicosb ipara shospedarse. En ueip a e LJano estuvo e n de medios o g 40 c a r a n é r o s e o. pUSieron Huelva Barcelona 20, 1 tarde. Esta noche hemos hablado con el viajante de una fábrica de tejidos, que estaba ei 17 de julio (cli Huelva, que acaba de llegar procedente de Marsella. Ha dicho que la noche del día 1 T estaba en el comedor del hotel Urbano, de Huelva, cuando observó la presencia de Queipo de Llano, que hablaba en tono confidencial con varios individuos. Como- tenía noticias de que algo se tramaba contra el Gobierno de la República, preguntó al dueño del hotel qué hacía allí el ex general. -Viene a hacer una inspección- -fue la respuesta. -Pues a mí no me inspira confianza, y creo que lo mejor es telefonear al gobernador civil para que lo detenga. El dueño del hotel, que era fascista, se asombró de que yo pidiera la detención de Queipo, y me contestó que no había para qué, y que, según estaban las cosas, no se podía vivir. -Esto- -dijo- -tiene que cambiar. Como no me sentía seguro, quise marchar a Sevilla, y varios clientes, a quienes les expresé mis deseos de ir también a Cádiz, me dijeron que no fuera, porque las tropas de Marruecos estaban sublevadas, y fuertes contingentes de regulares habían desembarcado en Cádiz. Supe que había servicio de trenes entre Sevilla y Cádiz, y allí me marché. Al llegar, a Jerez de la Frontera el jeíe de estación me dijo que el expreso de Cádiz no había salido. El tren prosiguió hasta el Puerto de Santa María, donde rae convencieron de que no continuara hasta Cádiz. Desde la punta del muelle pudo oír el fuego de la Artillería. al desembarco de Regulares. Su resistencia j fue magnífica, pues consiguieron dar muerte a unos 110 moros. Ante la superioridad de los facciosos no pudieron continuar la resistencia, y los 16 carabineros que quedaron con vida pasaron a Gibraltar, desde donde pidieron al Gobierno de la República que se les facilitara embarcar para Málaga, como así se hizo. Otras 160 personas marcharon, asimismo, a Málaga con los carabineros. Estos formaban después parte de las filas leales. En Gibraltar se han inscrito tres mil voluntarios leales El viajante dice que el 4 de agosto embarcó en Gibraltar para Marsella. En elConsulado de esta localidad hay inscritos tres mil voluntarios pai- a luchar contra los fascistas. españoles. -Felms. Una catástrofe en los barcos re. bel des. En Punta Carrillo, los facciosos montaron dos cañones en el faro; pero al segundo disparo del Jaime I no volvieron a contestar. Un torpedero que había sido llevado a La Carraca por inútil fue utilizado por los facciosos para cargar en él 25 minas submarinas y 3.000 bombas, saliendo para Algeciras y Ceuta; pero, a causa de la actuación de la Escuadra, este barco quedó en Algeciras con los demás. Por. otra parte, el bombardeo de los aviones republicanos provocó una catástrofe en los barcos rebeldes. NO SE EXPORTARA GASOLINA DEL MARRUECOS FRANCÉS AL ESPAÑOL París 20, 7 tarde. El Monitor, de Rabat, publica un decreto prohibiendo la exportación de petróleo, aceites para engrase y automóviles de la zona marroquí francesa a la española. -Fabra. LOS SOLDADOS Y OBREROS DOMINADOS POR CABANELLAS COMBATIRÁN AL LADO DE LOS LEALES El diario barcelonés Ultima Hora ha publicado la siguiente- información, que traducimos por creerla digna de ser divulgada: Ha llegado a Barcelona ún muchacho procedente de Zaragoza, huido de aquellas tierras. No está dispuesto a servir- -contra la República- -a los rebeldes. Cabanellas había llamado, cuando iba perdiendo las esperanzas del triunfo, a los soldados de muchas quintas. Quería armarles para luchar contra el pueblo. Este muchacho; que ha llegado a Barcelona- -hombre liberal, izquierdista, humano- se ha librado de la misión que iba a confiarle, como a tantos hombres jóvenes, por el sólo hecho de haber servido en el Ejército, el traidor barbudo; Estaba destinado a Huesca. Salió hacia aquella ciudad, pero. antes de. 1ll egara allí cambió de camino. Huyó por la sierra y s e presentó en Santa Engracia. Desde éste pueblo, al que arribó después de una serie de peripecias, ha podido venir hasta Barcelona fueron a rodear a los obreros en su, propia casa. Pistola- en mano, les obligaron a seguirles y les hicieron ir al trabajo. Inmediatamente fue decretado un nuevo horario. Los obreros harían tres turnos por día en la fabricación de armamento bélico, pero los obreros acordaron sabotear los encargos y fabricaron un armamento lleno de deficiencias, a pesar de la estrecha vigilancia de los facciosos, entre ellos varios capellanes, que, vestidos de paisano y con boinas rojas, se pasean porlas desiertas calles de la capital. Los obreros están dispuestos a lanzarse contra los militares tan pronto como entren en Zaragoza las fuerzas leales. Las brutalidades cometidas por los sublevados hacen que la indignación de la masa trabajadora aumente por momentos. Multas de cinco duros por oír las radios leales El día 19 observé la entrada en el Puerto de Santa María de una gasolinera de los facciosos con unos veinte regulares, al mando de un teniente, al que acompañaba otro tie Carabineros. Estas fuerzas desembarcaron y se apoderaron del Ayuntamiento y otras dependencias. Ante esta grave situación, el día 21, en una gasolinera, me dirigí con varios paisanos a Cádiz, donde el tiroteo era ya intenso. No pudimos desembarcar, y tuvimos que regresar al Puerto de Santa María, donde la situación- se había agravado. Sólo se permitía oír a la radio de Sevilla, que hablaba del triunfo dé los fascistas, y cuando se intentaba escuchar a Madrid, Barcelona o Jaén se imponían multas de 25 pesetas. El día 22 logxé llegar a Cádiz en una gasolinera con otras personas. Los regulares eran dueños de la población; pero había Tina fuerte oposición contra los fascistas. Puedo asegurar quo tan sólo el día 18 desembarcaron tropas moras en número de dos mil, y que fueron repartidas entre La Línea, Algreciras y Cádiz. No han desembarcado fuerzas inoras debido a la estrecha vigilancia de la Escuadra. Los soldados republicanos son delatados por los espías fascistas ¿Y los soldados? ¿Qué pueden hacer los soldados? Aquéllos que se atreven a pronunciar una sola palabra que los sublevados puedan interpretar como favorable a la República son fusilados sin formación de causa. Se han producido muchos casos así. El traidor Cabanellas ha dispuesto que sean aniquilados todos aquellos que ofrezcan sospecha de republicanismo. ¿Para eso hay muchos fascistas mezclados entre los soldados. Son los delatores. Y es el oficio que les corresponde. Están detrás de i los soldados en las trincheras y los ametrallan si no tiran al lugar señalado... Pero los soldados, cuando vean las pri- meras fuerzas leales, se lanzarán, a. sulado, contra los fascistas que se apoderaron de. Zaragoza. 2 i- Pistola en mano rodean a los obreros Cuarenta carabineros matan a ciento diez moros En Cádiz obtuve un permiso del gobernador militar para marchar a Barcelona. Supe que en Gibraltar había refugiados, y allí nte dirigí. En Gibraltar los españoles han sido atendidos con toda solicitud, habiéndoseles facilitado alimentos y unas tiendas de campaña para aquellos que carecían Dice que cuando el ex general Cabanellas se alzó contra el Poder legítimo de la República, la masa obrera de la capital de Aragón declaró, por unanimidad, la huelga. Esta, actitud heroica fue. sostenida con valentía, desafiando el, peligro qué, enaquellos momentos, significaba. Lps militares traidores se enfurecieron. Lanzaron unas imprecaciones y decidieron acabar con el estado de cosas que habían creado, en legítima defensa, los ¡trabaja- d S ü Eé aúie tSS llegados de. Navarra