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ABC MADRID 15-08-1936 página 7
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ABC MADRID 15-08-1936 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
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MADRID DÍA 15 DÉ AGOSTO DE 1936 NUMERO SUELTO 15 CENTS. a n. 1 SUSCRIPCIÓN: MADRID, UN MES, 3,50 PESETAS. PROVINCIAS TRES MESES, 12. AMÉRICA Y PORTUGAL: TRES MESES, 12,50. EXTRANJERO: TRES MESES, 30 PESETAS. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61, MADRID. APARTADO N. e 43 ABC DIARIO ILUSTRADO. AÑO TRIGÉSIMOSEGUNDO. N: 10.363 f g. g EL BOMBARDEO DE ALGECIRAS Y EL TERROR DE QUEIPO DE LLANO i La hazaña del Jaime 1 Cómo fue incendiado el cañonero Dato El bombardeo del cuartel general rebelde. Cunde el pánico en Jas filas de la reacción. Queipo de Llano, desmoralizado. Su única esperanza es la toma de Madrid por los rebeldes. Dos relatos interesantes de un periodista inglés y u n norteamericano En la población el desorden y el pánico llegaron a su colmo. Las plazas Alta, Baja y de San Isidro hervían de carabineros, moros, soldados y fuerzas de la Guardia civil, que abandonaban alocados los fusiles y corrían en distintas direcciones, buscando refugio. La victoria de nuestra escuadra, a la que con su sin igual arrojo contribuyó también una escuadrilla de, hidros, fue, en suma, completa y dejó limpias de enemigos las costas mediterráneas. Uñase a ello el hundimiento del cañonero Dato, y se comprenderá la gratitud que España entera debe a los bravos marinos y a la Aviación, leales a. la República y; a la Libertad. No es menos- interesante. la relación del periodista americano que el día 8 llegó a Gibraltar. A preguntas de. un periodista español respondió que había- celebrado una interviú, con Queipo de. Llano, en el, que había podido, observar la pérdida absoluta de la confianza en sí mismo y en las gentes que acaudilla. -Tal sensación da- -dice el informador- -de hombre desmoralizado, que yo, deduciendo de la falta de serenidad del jefe el próximo desastre, abandoné Sevilla. -Pero ¿no hace proyectos de defensa? ¿No abrjga la idea de resistir? -preguntó el periodista español. -Ha desechado absolutamente todo pensamiento, no- sólo de triunfo, sino de salvación. Le preocupa tan sólo un posible bombardeo a Sevilla de las fuerzas leales. Es un jefe que ha perdido el control de sí mismo y que sólo tiene una esperanza... ¿Cuál? -La de que Madrid caiga en manos de IPS rebeldes. Asegura que es lo único qu? puede salvar. a los facciosos. Y el periodista español, recién llegado de Madrid y conocedor, por tanto, de la normalidad completa de la capital de E s p a ñ a y de que ni remotamente, puede, pensarse en una agresión a la ciudad, sonrió irónico ante la única esperanza que anima ya al faccioso de Sevilla. Un periodista inglés y un norteamericano, testigos presenciales de los sucesos que se lian desarrollado en Algeciras y en Sevilla, han hecho, a su salida de aquellas poblaciones, relato de iCuanto en ellas vieron. Sus manifestaciones son reflejo fiel de lo que allí ha ocurrido y demostraciones- palmarias de la desmoralización que se há adueñado de los dirigentes de la rebelión y, por ende, de los qué, ciegos, les han seguido en su loca y criminal aventura. Se refiere el- primer, relato- -reí del infprimadbr inglés- -al bombardeo 1. de la plaza. de JAlgeciras por él Jaime I. Cuenta que este buqué avanza, majestuosamente hacia la bar hía y esperó a que las baterías, situadas en el fuerte de. Santiago y en otros puntos; le, hicieran fuego, con lo que ellas mismas señalarían los lugares de su encíavamiento y; facilitarían; la labor de reducirlas al siléh- ció. El Jaiine I se aproximó al, puerto e in- timó al. cartonero Dato a la rendición; pero por toda- respuesta el- cañonero disparó; contra el 7 a e el cual llegó hasta la bocana del puerto. e hizo un disparo que bastó para incendiar al cañonero, rebelde. La confusión que se produjo entre lá tripulación del Dato íúé indescriptible; j a marinería llegó en tropel hasta sus jefes y les pidió que se rindieran, pero; losí jéfes, encastillados en su Soberbia y ciegos ante la: espantosa realidad, colocaron a los moros con sus fusiles antelos marinero El periodista continúa su relato y llega: al momento de más emoción habido en la lu- cha, que fuér eKqúer se refiere al bombardeo de la plazá por, él Jaime I. Se alojaba el informador en el hotel Cristina, de Alge ciras, donde los rebeldes habían; establecido su cuar. tel- general. Desde los primeros cañonáió. s. empezó el pánico. a, apoderarse de los que integraban dicho cuartel, pero el terr; Qr; alcanzó. su máxima, intensidad. cuan- Ayer mañana se reunieron los delegados do una de las balas del buque leal penetró obreros elegidos por todas y cada una de; las secciones que integran Prensa Española, por una de las ventanas del hotel. Los jefes editora de A B C, constituyendo el Consejo y oficiales reflejaron en sus rostros el desobrero que ha de regir la Vida interna de la aliento; de la derrota, y un comandante, ¡des- Organización. Las secciones obreras spn las poseído por. completo. de la fuerza de vplun- siguientes: Fotograbado, Huecograbado, Va- tadí gííe- disfr. aza; de serenidad al miedo, pre- ríos, Encuademación, Cierre, Administra, p tivos, Impresores, Redacción, Estereotipia d g b a... grandes. voces, durante las, pausas. y Cajas y linotipias. Fue elegida, por unani- midad, la Junta directiva y una comisión que hacían los cañones del Jaime que si i último. cañonazo lanzado marcaría el. final- que. redactará el reglamento- del Consejo y e tomaron, interesantes, acuerdos. fiel, atroz bombardeo. x LA F L E C H A EN EL BLANCO Los enigmas del secretariado En los buenos tiempos del Catecismo, cuando éste tenía toda su categoría de breviario, espiritual los enemigos del alma eran tres: mundo, demonio y carne; pero ahora, en que lo importante es salvar el cuerpo, el yerdtt: dero enemigo del hombre es su secretario particular. Si yo pudiera tener alguna ves un secretario particular, sa bría que al contratar sus servicios acababa, de. firmar un fado unilateral con mi enemigo, pues IUI secretario tiene siempre la espada colgando sobre nuestra cabeza, y tan pronto nos deja en mal lugar con los visitantes como nos trae el; producto de. una visita. Así, el señor Sánchez F. üster, secretario particular qué fue de D. Alejandro, Lerroux, se ha ofrecido a contar los ríés. gos. y: ventums del achacoso lobo del Paralelo por un plato de lentejas. Sánchez Fúster, pálido y serrano, desnudó en plena campiña el. cuerpo poco tapado de su antiguó jefe. Desconozco el contenido, del relato; pero no quiero cometer la ingenuidad de decir que ni siquiera lo supongo, pues éste. D. Alejandre ha sido tan cristalino que, por una vez en su vida, Sánchez Fúster ha perdido el tiempo, intentando descubrírnoslo. Sin embar. go, así; son los secretarios; que. unas veces nos miran por el ojo de ia cer rrádura y otras nos, sirven de ganzúa, pudiendo, usarse estos dos conceptos para, la clasificación del secretariado particular, cuando es aficionado a publicar sus Memorias. -Ya era menester que surgiera en España Mn Eckennann de algún gran personaje, que no se limitara, como el de Anotóle France, a pasear a su ídr +lo en pantuflas por el bulevar, sino qué ia Mbién tíOs -dijé ra de: lols y fantasías económicas de la calle de O Donnett. CONSEJO OBRERO DE PRENSA ESPAÑOLA

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