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ABC MADRID 09-08-1936 página 10
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ABC MADRID 09-08-1936 página 10

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. DOMINGO V- 3O E; -A ¿p. SÍÓ PÍ 5; para auxiliar una subieyaeión ya. en armas, se necesita eso que aijó Ñápolfe iJnY dinero. e nada sirven cualesquiera otros signos de ¡riqueza, e, n stos ijistai tss... aEs qué ej, -4 J: pi fcalís m 0 puede enajenar sus part ei ¿ació- es en las. grandes empresas industriales, para traducir esas participaciones. en- dinero y entregarlas al tesoro. de la. rebelión? Es j ue- puede, enaj níLr- sus; minas, vender. sus á, t íi. cás, ceder sus talier. es. ¿Dónde es, t, án les; compradores de todas es s fuentes de: -riq. u zaj- en stas- circunstancias tan an: gastiossam. ente dramáticas? N- OÍ, existen, no hay. OBipr. ador posible; Pues: bien; no hátoleñfto compradores, no; habiendo- maniera dé ceder ésos bienes y tradutíi- rios en dinero, íiqjae, pii- eda, invertirse- eii el ¡mantenimiento de la sublevación, los recürsos- én auxilio de ja? rebelión, q u e pueda seguir prestando los eléiii ñtos- capitalistas- a- los sufoye rsós; son escasos, nimios, insignificantes ante los recursos del Estado. Porque no olvidéis, éspa- ño les. queí me estáis escuchando, que en ea- tos momentos, y como una. consecuencia fatal 6 Indeclinable de és; tásub 3 evació. n; inseh. sata, nuestro signo monetario ha. perdido M o su prestigio, ha perdido todo su valor DÉ PÁG. io. seánSo adscribirse, uíJrse, a les que, en lucha brava y lealdefienaen la legalidad re publicana. No és dé müchas, vféc! ias él caso más caractei- ístico y más numeroso de este fenómeno que señalo. Lo ha constituido el copo de la casi totalidad dé una de las dos columnas salidas éii combinación de Zaragozapara recobrar el pueblo de Sástago, recientemente perdido, en las proximidades de aquella, ciudad. No es que los soldados no combatieran; no es cjue los soldados, ante el contacto con nuestras- fuerzas, sintieran deprimido su valor y retrocedieran, no; es que en masas se sentaban en el suelo, sin disparar un solo tiro y esperaban tranquilamente a que íós nuestros se acercaran para entregarse a. ellos y, tras la entrega, hacer el ofrecimiento de que sería para ellos designio de honor elv que se les otorgará la merced de figurar en la vanguardia de las columnas que hubiesen de entrar en Zai agoza. Yo sé, porque conozco el orgullo de. ciertas gentes, y al conocer este orgullo descubro la dificultad insuperable de que el orgullo se, a: bata para dar paso a un estado de conciencia que reconozca un error y procure enmendarlo en la esfera, de. lo posible, yo sé que estas palabras serán ociosas para los caudillos de la rebelión; sé, además, que aquellos hijos del pueblo que han sido arrastrados por ellos a la sedición no oirán el eco de lo que digo. Pero aun descontados estos factores, que neutralizan el esfuerzo de mi palabra, yo no puedo callar mi convicción, soy un hombre de responsabilidad, cada vez más fina, más atildada, si queréis admitir estos dos objetivos. Üablo a una parte considerable de la nación española, y ante, ella, ante, esta, generación de españoles, jalón de 1 nuestra historia, 1, yo. hablo para, determinar unas responsa- bilídades, para fijarlas, para delimitarlas. Y 1 a responsabilidad de quienes por orgiilío y sin probabilidades de éxito mantienen una lucha. fratricida, tras cuya prolongación puede estar lá ruina de España, porque son. visibles los peligros- para su integridad y son visibles también las amenazas para su independencia, yo quiero fijarla ante los conciudadanos que me. oyen para que todos, la consideren, la examinen y la enjuicien. Yo digo a quienes me oyen, incluso a los gobernantes, que tenemos que. prepararnos como si la lucha hubiese de ser larga. Ya vaticina su larga duración él general Mola en, las declaraciones a. jue reiteradamente he hecho referencia én estas mis palabras radiadas. Hay que prepararse como para una lucha larga; tomar todas las previsiones para el mantenimiento de ella. Y si la ventura, la ventura que yo ansio con el alma plena de esperanza, nos acorta este período angustioso de nuestra Historia, tanto mejor; pero lo que yo digo a los gobernantes que asumen la responsabilidad de dirigir a la nación española es, que tienen que hacer sus preparativos y sus previsiones como para una lucha larga, como para una guerra, porque en una guerra estamos, aunque no haya sido esa nvtestra voluntad, pero tenemos que rendirnos a la voluntad ajena, qué la ha provocado. jp, tocaremos, desgraciadamente- -el eféc. to del; desmorjonanije. nto d- es- nuestro crédito; pero fuera de España. los españoles que. quifij- an. líacer transacciones han de hacer, las o; ¿moneda extranjera, con francos franceses, con francos suizos, con dólares, con. libias. esterlinas; es decir, con signos mq jie taíí 6 s. q. ue: representan oro. No hay más. nior! eaá, p. ara el español, perdido sü crédito públieo y privado en él extranjero, que lia jnoneto oro. pijes bien; todo el oiú de España, todos ios recursos monetarios españoles válidos en; el- extranjero, todos; absolutamente to, f Jps, están, en ipoder de- lí Gobierno: SOÍÍ las reservas de oro que han venido garantizando nuestro papel moneda. El único que pué. de. disponer- de ellas es el: Gobierno. Ese tesoro, naciohal, permite al Gobierno español defensor- dé lai legalidad republicana, una resistencia ilimitada, en tanto que en, ése orden de cosas- -no examino de v jnomento otras- -lá capacidad. financiera Jél- éílemígo es nula. ¿De qué le sirve haberse apoderado de cantidades verdaderamente considei blés en billetes del Banco en los establecimientos de crédito dé aquéllas ciudades donde está en dominio la subversión? Para el tráfico interior, temporalmente, momentáneamente, pueden serle útiles; para la adquisición dé elementos de auxilio, de material, todo eso es nulo, porque fuera de España no sirvei ni significa, ni vale nada. Pero, además, la guerra es hoy principalmente una guerra industrial. Tiene más medios de vencer aquella parte contendiente que disponga de mayores, elementos in- dustriales. Y pasad imaginativamente Vuestra mirada por el mapa español; ved las zonas que están dominadas por la rebelión y aquéllas otras qué, libres de ella, por fortuna, mantienen Incólume su adhesión al. Gobierno que representa la República y que hoy nos representa, a todos los ciudadanas españoles, no ya. amantes dé. la democracia, sino sencillamente- enemigos de la reacción: todo el poderío industrial de España, ...todo- Iq. aue. puede, ser cooperación eficaz al mantenimiento. de la, lucha, -éñ orden a la producción industrial, todo éso, absoluta; méate todo- -y no hay en la ro. tundidez de l a expresión híi. érbole, alguna- todo eso está en nuestro poder. Y- pensad que al apli, car. la: palaibra nuestro s. porque, como o h dicho aptés, la cajusa que- personifica elGobierno de la República es- la- causa de vt 0 da lá. democracia, española. Pues bien; con los recursos- financieros; totalmente en maños delGbbiern o, con loa recursos industriales úe lá, nación, tr. mbiéñ totalmente, en manos del Gobierno, podría crecer hasta la. esfera dé lo legendario el valor bélico dé quienes impetuosamente están en ár. más cbntra la República, y v Tánger 8, 8 noche. El capitán del vapor holandés Dempo j k gadó a Tánger, afirma qué cuando pasaba a lo largo de Punta Carnero le cayó- una granada a cien metros de distancia, disparada desde lá costa española en poder de los militares rebeldes, Viajeros de este vapor dicen qué háh. visto al cañonero Dato en- vuelto en llarnas a consecuencia de los disparos que le hizo cí Jaijneív, -situado- frente a Álgecirast También aseguran haber asistido a: una verdadera batalla entre Un crucero spañol y las baterías de la e n e l e x t r a n j é r o plaza de Ceuta, pudiendo observar I a -peseta- no. tiene, ya cotización ¡niás- allá. nuéístTas- fronteras. Sirve para nuestras los efectos producidos por los cer 3 e teros disparos del buque de guerra transacciones interiores. No tocamos aún Todos los informes que! llegan desde la zona éspáñ la aseguran jhjaberse, registrado alM inteíítps de. stibiéváción por parte dé algunas fuerzas facciosas que ya sé aiegan a seguir a los rebeldes, por hjaber descubiertp los engaños dé que han sido, víctimas por parte dé los ca- bécillas, Se confirma el incendio del atfc f Jas deserciones en- tre los facciosos r -español Sé. ácéhtüa la carencia de víveres en las plazas sublevadas, lo que contribuye a hacer más difícil su situación, asf aun cuando- su heroísmo llegara a grados tales que pudiera- ser cantado cnsa, lzadoramente- por los postas q. üe quisieran adornar la Historia de esta ípoca triste dé iSlEMPRE APELANTE! IriFiüiíi hor d estas bravas milicias populares, que han hecho del desdén a la vida el culto más generoso a su ideal, es que no hay superioridad de bravura, de heroísmo, de alentía, éri los elementos sublevados. No voy yo a hacer a cuenta de, esto parangones que para unos- -para loa nuestros- -podría incluso. sonar a halago y a adulación- -y yo no adulo nunca ni halago a la, fuerza, aunque la füerza e? té adscrita devotamente a lo más íntimo y más profundo de mis sentimientos- -y po. dr. ía parecer con respecto a los. otros. que en el parangón; iba un desdén, acaso un denuesto, una imprecación injuriosa. No és ese mj propósito. Pero yo digo que en éstos aletazos de lá, pasión política española, que nos Y el Gobierno, no puede, abdicar de su digha llevado ál cartip; o de batalla, con toda nidad dé tal; nó abdicará. Yo estoy en conjusticia, con toda sinceridad, con toda letoltactó continuo con los hombres que lo constad, n o puedo atribuir- ninguna superipritituyen y sé, lo sé bien- -no por una impreíiíad de moral combativa al enemigo. sión fugaz, sino por una convivencia a lo largo de todas lais horas de la jornada- que Lo dije la, otra vez y lo confirmo hoy: loé soldados no sé baten. Cualesquiera contac- su ánimo, tenso, no está propicio a la flaqueza, ni está propicio al imtos éstaisIeeíSos con ellos bastan para que pone así su espíritu. Perodesmayo: Se lotamlo establece en cuanto la coyuntura sé presenta la de- bién asi su deber. No puede el Gobierno flaserción, que én eéte caso es eión a la fiaqüeará, porque ilegalidad, se produzca instántáneame t 6- qiiéár; no plenamente en éstos el Gobierno, para serio instantes tan X déiide nb están desarmados tos soldados, los hijos del pueblo, a quiénes 1 ob ligato- dramáticos, ha de ser forzosamente la representaeióñ; la rié laa í e la ley obligó a vestir, el unJfor- del espíritu que égearnación, la, significación milita en la callé, y en loa me, esia, n en, la retaguardia y. á veces las campes, y en los montes donde sé potea. Y vanguardias, constituidas por determinados el Gobierno ha de estar y está al unísono de ei mehtos, no sólo significan que ellas consesas vibracioiies, m anteniendo enhiesto su tituyen por sí lo único en que. se puede conespíritu, como lo mantienen las masas popufiar, en cuanto a rtioral combativa, sino que, lares 1 que le asisten, porque al asistirle laademás, desempeñaba lá función dé aprebran su propia defensa, aseguran su porve tetíéoiíeÍ! aie íirfüíie hBá ésta éíhí- sú íeta; guardia, porcnje: s. injslón pri. ncjpal, es constituir una iín. eíi fliie- torítíé- Un valladar entre Muestras lineas y las s a í P, ara que no puedun acercarse a los Hué i ij ¿los soldados que con eí cürazín y con el alma e. ntera? stán de- 1 a R é p ü b i i c a a u n así, sería inevitable, inexorable. Péi O; lo q u e yo, que h a b l o ¿te lo q u e soy testigo principalmente, digo, y digo en hó ¡YÍCTORIA! iVICTOglAÍ rifiinr- n -m r íT- irirnn

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