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ABC MADRID 31-07-1936 página 19
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ABC MADRID 31-07-1936 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. VIERNES- 3i DE JULIO DE 1936. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG; IQ EDUARDO B A R R Í O B E R O HABLA POR RADI O A LOS CIUDADANOS ESPAÑOLES Con Eduardo Barriobero pronunció anoclie, ante el micrófono; el siguiente discurso Españoles: Por mi modesta voz os habla el partido republicano democrático federal, decano de los partidos republicanos españoles, puesto que pronto contará un siglo de existencia. No ha intervenido directa ni indirectamente eri el Gobierno de la actual República, y si por ello no ha ganado laureles, tampoco puede merecer censuras. Cuando se creó la I Internacional de Trabajadores, a mediados del pasado siglo, nuestro partido fue el único partido político de Europa que se incorporó a ella, y nuestro líder- de entonces, el gran maestro Pi y Margall, la defendió con tesón y acierto y se afanó por aclimatarla en España. Esta es nuestra ejecutoria y de ella asimilamos la autoridad y la responsabilidad para dirigirnos a las gloriosas y denodadas fuerzas cívico- militares que defienden la República, a los rebeldes que la combaten y al Gobierno, que ciertamente se afana en estos momentos para cumplir su difícil cometido. Campeones de la Libertad, héroes de la Democracia: el mundo entero admira hoy vuestras proezas y aplaude con entusiasmo sincero vuestro sacrificio. Ni nuestros mayores contaron con más elementos de combate para tirar a voleo las páginas de la epopeya napoleónica, ni el enemigo de entonces contaba con menores elementos de ataque y de defensa; pero yo admiro- más otro episodio de vuestro valor imponderable. Cuando advino la República, teníais derecho a demoler todas las instituciones y todas las fuerzas que os habían martirizado, pero no quisisteis ser la nota discordante en él gran concierto de la paz española y heroicamente os sometisteis a vivir arrastrando el trozo de cadena que acompaña siempre al presidiario y al esclavo que se liberta. Aquel heroísmo estático y este heroísmo dinámico bastarían para coronar de inmortalidad al pueblo español si ya desde hacesiglos no lo estuviera. Por la Libertad y el Derecho se luchaba en la guerra europea; por eí Derecho y por la Libertad, en su interpretación económica, que no es precisamente la interpretación materialista, lucháis vosotros ahora. Que no decaiga vuestro entusiasmo. De él depende la continuidad histórica de nuestra nación gloriosa, y cada uno de vosotros sois una línea de nuestra Historia edificante, por todos envidiada y por nadie superada. y si el turco hubiera enviado a España hombres a posta para, quitarnos nervio, y fuerza de ella y hacernos los soldados mujeres y los caballeros mercaderes, no enviara otros más a propósito que los jesuítas. -En España: no hay más que pueblo, porque el pueblo se salvó de esta castración y el pueblo español jamás será vuestro. Sin vuestra pedagogía, logró alcanzar un alto nivel intelectual, en el que no. ha sabido acompañarle la Iglesia. Los doce apóstoles, hablando a la vez- -milagro novísimo- -por doce mil radioemisoras, no lograrían convencer a un minero asturiano, a un segador, de La Sagra, a un pescador vasco, de que después de esta vida. hay otro infierno. Os habéis enquistado en los más nocivos de vuestros dogmas atávicos; creéis que el dinero, como las mujeres de otros tiempos, no tiene en la vida otro destino sino el. de ser poseí- do y gozado, y cuando un régimen no satisface vuestras concupiscencias, enterráis el dinero o lo hacéis pasar las fronteras. El dinero tiene hoy otro concepto y otro destino; es instrumento de cambio y de trabajo, y cuando no lo hacéis trabajar ni circular cometéis un delito contra la vida colectiva. Mediante este delito habéis provocado huelgas, habéis fomentado el paro involuntario y habéis pretendido utilizar el hambre del pueblo como explosivo contra los legítimos poderes. eraría y, a ser posible, con ventajas. y perfecciones. ¿A. costa de qué haciendas? Mi- rad las vuestras y mirad las nuestras. Deteneos en vuestra obra destructora. Que ia presente guerra civil no puede crear para España un problema económico. A costa vuestra- -nosotros somos pobres de solemnidadha de repararse todo y ha de reconstruirse todo. Deteneos, rendios, que la justicia del pueblo sabrá mo 3 trarse, cí) rno la de Don Quijote, templada por la misericordia y sólo an te, las tumbas abiertas y ante los ríos tintos en sangre debe s. er inexorable. Ahora os anticipo que hemos de abonar, en vuestro haber dos partidas de verdadera, importancia: la íeparación de vuestros estragos absorberá durante años enteros el paro forzoso, primera partida de descargo; la segunda consiste en que vuestra subversión ha determinado que. el pueblo, que realmente contaba poco en esta República burguesa yetiquetera, pase a ser su eje y su brújula Yo también he rectificado Rectificad; que ante los grandes acontecimientos, ante las grandes sorpresas de la- Historia, todos tenemos que rectificar algo. Yo mismo, que me tracé una línea recta, férrea, inquebrantable, y la he seguido con tesón, afrontando las persecuciones más sañudas y pertinaces, que comenzaron en mi adolescencia, reiteradamente encarcelada, y. no sé si habrán terminado con la de cerrarme las puertas del Parlamento, en el que muchas veces casi solo luché contra las oligarquías monárquicas; yo, que hice de mí vida un apostolado al servicio del pueblo rebelde, que cuento en mi haber- aciertos tales como el de haber abogado por el desarme- -todos soldados en tiempo de guerra; nadie soldado en tiempo de paz- el de haber pretendido reducir la ley de Congregaciones religiosas a un solo artículo: Se prohibe ser fraile que siempre, ante toda: intentona facciosa recordé a los Gobiernos el axioma de Cicerón quítale a tu enemigo la bolsa y le llevarás adonde quieras que he pedido, hasta con lágrimas en los ojos, la abolición de; la pena de muerte; yo mismo tengo que rectificar algo: vivía la ilusión de morir sin haber tenido en mis manos un arma de fuego. Y os hablo con el alma libre ya del peso de un fusil que al hacerlo interinamente mío se. llevó mi virginidad más codiciada. Rendios; que nunca es el hombre tan. grande como cuando confiesa sus yerros y ofrece su vida en rescate de las que ha sacrificado. Temed a la justicia del pueblo, si no os rendís Fracasado vuestro intento, inútil vuestro crimen, tomáis ias armas y os lanzáis a sembrar la desolación y la muerte por esos campos p y por esos poblados, que vivían tranquilos y acaso felices, confiando en vuestra defensa, a su vez. afianzada por un juramento de honor. ¿Será posible que no comprendáis la enormidad de vuestro desafuero? No se os puede ocultar que aunque triunfarais, supuesto dialéctico totalmente absurdo, vuestro- triunfo ni aun teatralidad tendría, porque para matar su esplendor bastaría el recuerdo de los cadáveres que habéis causado, y de los españoles que salvaron la vida sólo contaríais con vuestro parasitismo burocrático. De los demás, nadie, absolutamente nadie, habría de obedeceros. ¿Habéis pensado que a la Historia le debemos la riqueza monumental y artística que estáis destruyendo? Pues hay que reinte- En España ya no hay más que pueblo Unas palabras ahora para vostros, los que lucháis- contra los poderes legítimamente conquistados en la cruzada incruenta del 14 de abril. ¿Qué es lo que tratáis de conquistar? 1 España? Arrancad de vuestros ojos la venda de la vanidad: no pudieron hacerla suya, a lo largo de los siglos, ios grandes capitanes que forjara el genio, ni los grandes. ejércitos que organizaba el ingenio. ¿Quién de. vosotros da la talla de Aníbal, de César, de Abderraman? Deteneos un momento a reflexionar y no incidáis en la locura de intentar imposibles. En España ya no hay más que pueblo; lo demás pereció en vuestras manos cuando gobernasteis. Lo que no era precisamente pueblo lo entregasteis a una oligarquía teocrática, a la Compañía cíe Jesús. Y ved el comentario que a su obra pone el prudente Melchor Cano: A los caballeros que toman entre manos, en lugar de hacerlos hombres, los hacen gallinas, y si lfp ¡ncuentran gallinas, los hacen pollos, SE ACERCA EL DESENLACE EN OVIEDO Por noticias de Gijón se sabe continúa con intensidad y eficacia el bombardeo que contra los rebeldes de Oviedo dirige n las fuerzas populares, regidas por González Peña. La operación se desenvuelve con toda normalidad y se espera que muy pronto quede la situación, completamente resuelta. Contrasta la acometividad de los núcleos mineros con el escaso brío que muestran en sus reacciones los grupos rebeldes. Hasta ahora son insignificantes las bajas nuestras. Se supone que el bombardeo las causa numerosas entre los sediciosos. Palabras al Gobierno Para terminar, con la autoridad de mi veteranía y más aún con la del partido que heredó las virtudes, de su glorioso maestro quiero respetuosamente dirigir al Gobierno unas palabras. Estábamos al servicio de! pueblo. Al situarse gallardamente él Gobierno al servicio del pueblo, gustosos nos confundimos con e! Gobierno y con él formamos un cuerpo y un alma. Quisiéramos que esta unión, a la que aportamos pocos o muchos hombres, pero aportamos, el espíritu de la nación entera, que es inequívocamente federal, en moda alguno quedara rota en el momento de deponer las armas. Para que así sea, habéis dé tener entendido que hoy gobernar no puede ser otra cosa sino dar un cauce jurídico a las aspiraciones revolucionarias, convertidas en derechos por el triunfo de la revolución. Este cauce jurídico no es barnizar las impertinencias de juridicidad. Como el Derecho sigue siendo humanidades y P? í tanto lá humanización de k 1 Rrza, sy

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