ABC MADRID 17-07-1936 página 16

decidiera por mayorías ocasionales y esca sag los problemas que dividieran, para esclavizar sobre ellos, o por lo menos, paralizar a Parlamentos, futuros ni en que se elaborase una Constitución que. invita a la guerra civil, desde lo dogmático, en c ¡ue impera la pasión sobre la serenidad justiciera, a, lo orgánico, en, que la improvisación, el equilibrio inestable, sustituyen a la é. xpe. rienda y a la construcción sólida dé los Poderes ni, por fin, en que se frustrase- el t- lan de la reforma con tanta meditación trazado No; nada de todo ello, que el Sr. Alcalá Zamora ha espigado cuidadosamente en la Constitución republicana, Je es imputable. Llegada la hora de la justicia, cada cual debe reconocer sus obras; y los verdaderos responsables de los defectos de la Constitución son, a juicio del ex ministro de la Corona y ex presidente de la República, la Monarquía, la Dictadura, las derechas y las izquierdas. Nada más aleccionador para lo futuro- -ya que la Historia es maestra de la vida- -que seguir paso a paso las especulaciones históricodoctrinales del autor de Los defectos de la Constitución de 1931. Todos saben que España estuvo ocho años sin Cortes, siendo como. ea el país de más antigua tradición para estas instituciones representativas. El Sr. Alcalá Zamora reconoce generosamente el hecho y ei. antecedente; y al reconocerlo saca como conclusión que la Nación, falta de. aquel órgano, reaccionó naturalmente hacia el parlamentarismo desenfrenado. Lo malo es que ni España tradicionalménte fue regida por Cortes parlamentarias, ni cayó en la Dictadura por el fracaso de las de clases- -que eran las nacionales- sino precisamente por las constituidas por los partidos políticos. El argumento, pues, falla por su base. Hay en la Sagrada Escritura na frase de una energía singular entre las muchas de esta condición que en ella pueden leerse: El perro vuelve a su vómito dice para expresar la tendencia del hombre al mal. Para el Sr. Alcalá Zamora, él 12 de abril fue. una fecha de liberación. ¿Cómo entonces el pueblo soberano no sólo volvió, sino que volvió desenfrenadamente a lo fracasado, y al notar la falta de órgano legislativo no restauró las Cortes tradicionales? Desde mí a la extrema derecha- -afirma en su libro- -se necesitaban, para que hubiese una representación fiel de España, cerca de 1 200- diputados, y había unos 70 en las Cortes Constituyentes) Esta fue la gran culpa de las derechas; dejaron vacío ese hueco. Olvida el Sr. Alcalá Zamora que pública y reiteradamente se las dijo que en las Cortes Constituyentes nada tenían que hacer y que la frase no fue sólo una admonición amistosa. Pero aparte lo dicho, ¿cómo el presidente, del Gobierno provisional no adujo ert eu discurso de presentación a las Cortes! o que declara cinco años después, o sea que no eran representación fiel de España y que, en consecuencia, había en ellas iricapa: cidad radical para dotar a España de una ley. fundamental? ¿No proclamó, por el contrario, en aquel día- -el más feliz ds su vida, según nos refirió -que las Cortes eran la expresión auténtica de? a soberanía nacional? Pecado de codicia- -r- según el Sr. Alcalá Zamora- -fue el de las izquierdas. Instaura. da la República, creyeron qué ni Maura ni yo hacíamos falta para nada, o a lo sumó aquél para otorgarle y renovarle, a título dé benevolencia, una patente de republi. canismo que él sólo tenía y tiene tan legí. timamente ganada, yo quizá para apartarme de la lucha del Parlamento Por más que le doy vueltas a la frase, nto veo el pecado. Los girondinos- -dentro de la lef de las revoluciones- -han 1 nacido para abrir camino a los jacobinos, y desaparecer. ¿Quién es, entonces, el responsable de los defectos que el Sr. Alcalá Zamora señala en a Constitución? Una introspección daría seguramente más fruto en este caso que un análisis, objetivo. ÜXCTK PRADERA las que han de tirarse por átntro, y- si- ao, no salen, y también viceversa. Esto es, -q 3 a carambola quiere que la tiren por un solo sitio y el toro quiere morir en un solo; sitio, Yo ¿sé también jugar, al billar. E d e c ¿y si lo intentamos por otro, no hay caramni toro o cornano podría, viéndole Báger carambolas de íbola Aunque imuerto, sino retruque mano- izda. fantasía a Rivas; él cám peón espáiíol, para- quierda e. s laparezca mentira, la es la que frasear, la exclamación, del Correggio, aii- trae toreado al que mata, porque toro en ch io sin pütore, ante la Santa Cecilia- de do, la que no torea, la estocada recibienpero descubre y se Rafael. Porque sé jugar, sin acabar de sa- queda muerta; para el torero pase en ber, quees como no jé las poquitas cosas la suerte del volapié. que mano izquierda del La que nledio sé. Así pudiera afirmar vanido- billarista es la que se queda muerta en los so, por- Conocer el movimiento de las piezas, conío que juego al ajedrez, cuando el menos dies- bordes de la mesa, o sobre el paño dá el del taco, mientras la. derecha tro fuera capaz de darme en dos. jugadasel soporte mas si la. mano, izquierda no se. colomate del pastor, y que supe torear s m acor- golpe; habrá cadarme de que cuando toreaba mansos, y fin- ca bien y vacila y se mueve, no de apoyo. punto gía dominar fe dominado, y. suspiraba, em- rambola, porque faltó eldel trozo de taco Según la- extensión bastero, por el toro bravo, al encararme con que va sea la mano izquierda a la suela, se de uno de éstos vte salta toro por todas partes, puede colegir si el billarista torea de largo y acababa toreado el torero, es decir, caza- o en corto. Un retroceso es una estocada do el cazador. Y es que se nace con una recibiendo. Una carambola de fino, un volacuerda de aptitud para ciertas cosas- -muy pié. Una corrida, una estocada a paso de banpoquitas, repito, que no todos nos llamamos pero si y s. obre Leonardo de Vinci ni Pico de la Mirándola- -derillas; es como es de banda y bola, que jueun par al sesgo. El y, la cuerda podrá dejarse floja o ponerse aquélla, es como el tensa en ocasiones, pero ni paciencia ni por- ga tocando banda antes que bola, estribo. La que sale a fía logran aumentarla de tamaño, y más chamba es banderillear desde ellos rubic estocada en bien se rompe que se. estira, y no se llega pero que se una volviendo la cara. El que dio más allá de donde nos era dado llegar, y to- retaca es como el qué barrena. El que mete dos llevamos escrita desde la cuna la cifra el taco- más allá de lo que debe y arrea dos máxima- -que es casi siempre mínima- -de bolas que corren apareadas, es que mató- de nuestra mediocridad. ¿A qué viene todo un golletazo. El re mac. he. es un pase sentado esto- -dirá el lector- -que a mí tan descuidacodo y sin interés me tiene? ¡Ah; pero a mí en el estribo. El que por dificultades decon y por no ser ambidiestro juega no! De algo he de escribir, sin que la tía locación a la cintura, por detrás de ella, es el Censura me ponga cara de vinagre y me di- quetaco por ijaor. eras. El juego eficaz es torea suelva con su ácido lo escrito, y he aquí por cantidad de bola y el toreo seguro por por qué se me ha ocurrido hacer unas ca- cantidad de toro; el que se sobra de bola rambolas de palabras que a casi nadie le im- se atraca de toro y no puede torear bien; el porten. Recuerdos de mis moceriles tiempos sobra de de estudiante novillero, cuando me fumaba que se sin toro, yfino torea despegado y se queda ni las clases y algún tabaco, y le daba tiza- a, hace la carambola. asi no cuaja el lance; es la suela y paz a la mente. También suele un toreo de adorno; El juego por efectos pero tiene su importanser afición de poetas el billar, y Leopoldo Lugones, varón absolutamente serio, le dijo cia cuando se juega, con efecto ocontrarió, en verso a la Luna... blanco mingo, en que es como torear por cambios cambianquien busca mi billar del domingo, no sé do los terrenos. El golpe xle massé es un descabello; pero las pifias no qué carambolas de esplín y de fortuna virtud del jugador, como para amenguan la el buen Nuestro Emilio Carrere, que es un poeta cionado a toros, los intentos sin acierto afimagnífico, también fue un billarista estupen- aminoran el mérito de una buena f aena. no t Él do, y todavía, sigue haciendo carambolas con que juega- el juego libre es qué va a buscar la bola lunar, como muchos de sus antiguos al toro donde está; pero el que se trae- las hermanos, desde Alfredo de Musset a Teo- bolas a sí, y reúne, es que sabe y puede todoro d Banville, y yo, por mimetismo casi rear en un palmo de terreno. Pero siempre e inconsciente, fui en mi mocedad temeraria que no se trate de la serie americana que espejo de chambones con la lira y con el ir dando taco. Carambolero y poeta- -y taurófilo por eso esquien se lala vuelta a toda la mesa, como daañadiduda- -buscando relaciones lejanas, jun- los viajes del toro aal anillo aprovechando lá querencia. El to ahora la tauromaquia con el noble juego juega la serie americana hace más qne cadel billar. Se parecen mucho. Ante todo en rambolas; pero el que juega las tres banel engaño para los profanos, y aún para los das obligadas juega más limpio y más difíque se creen entendidos, de que se torea y cil. El toreo de Domingo Ortega, a veces, se juega al billar con los brazos, cuando la veces, es al de Manolo verdad es qué se juega y se torea con los las más serie americana a las tresBienvenida como la tablas. pies. Es. decir, con ellos precisamente no; ningún match internacional se permite En la pero lo más importante es la colocación. Al serie americana. Pero Ortega sabe también aue no se coloca bien se le ya la carambo- el juego de las tres bandas, y Bienvenida la y lo coge el toro. Todo es cuestión de. siamericana. Todo depende tio. ¡Ah, y de temple! Porque todo depende también la serie profesional, la de cada unq, su conciencia de. la velocidad. que. se imprima al toreo y de dede lo que el público les exija. ¡Ah, y del la. fuerzá que se dé al taco. Ni más ni me- y. la carambola, claro nos que las necesarias. Y hay que jugar toro! Como de a mano del billar yestá, que en estos manó el toreo suave y que torear despacio. Como en todo, no le tocan a cada jugador nj a cada torero al. fin y a la postre, despacito y buena letra. el mismo toro ni la misma cáranjbola. ConHay toros que empujan hacia las tablas, y él torero habrá de dárselas si quiere lidiarlo viene que el mirón repare, como el aficionade los tendidos, tanto de con desahogo. Y viceversa. Hay carambo- do bolada y del cornúpeta, en la calidad del la como en las lidiador y el carambolero. El mandón del billar, como el mandón del toreo, deben saber obedecer; porque mandan siempre la carambola y el toro, y sólo obedeciendo e interpretando su mandato se acaba por vencerlos, que en esto, como en todo, sólo man 20 r 8 a ¿3, -9, Más. 585: -Detalles: Tunta Pere- da bien quien bien obedece. grinaciones, Pi Margáll, 32, Madrifl. Lector suave: si no te puso áspero mi prosa y hasta aquí llegaste con tu paciencia, agrégale a ésta unas gotitas de perdón, con lo que aliviarás el miedo y endulzarás la. Evltanse coíi. ¡QÍ? BM; A BE QUININA PE- aaiarguri de tu servido- rito el chiripero. LLETIER. Proteja, su cutis. En campo o playa. Bronceado sin quemaduras. -Filtra FELIPE SASSONE rayos, del sol. SAXOSO, ABEJíAL, 2, h L A R Y l A U RO JVfc PECAS Y MA 1 CHÁS H I I I f IIIHHKHiinir I TF T 1 T i