Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 17-07-1936 página 7
ABC MADRID 17-07-1936 página 7

Descripción

ce los tópicos márxistas qué explicaban los agitadores al servicio de la Internacional. Así se fue formando en el corazón del que había sido primer reino de la cristiandad hispánica esa zona revolucionaria que va de Lena a Oviedo y de Langreo aTrubia, cuya triste celebridad culminó en el octubre ensangrentado. Nadie confundirá este fenómeno que se produjo allí, como en todos -los grandes tajos del mundo, con la auténtica Asturias de raza milenaria, psicología bien definida y, características físicas inequívocas, factores que pueden apreciarse en las extensas co- marcas no contaminadas o en la comparación del hoy con el ayer. Del Mieres del camino, jardín de flores, cantado por Teodoro Cuesta, al Mieres torvo y huraño de González. Peña y de la U. H. P. torturado i -T. Las brañns de las alfas cumbres, donde vive la rasa de los i aqueiros y pastores que mataban los osos a puñaladas. r or hoces y martillos, media un abismo in- desparraman pintorescamente sobre la verde sondable, el mismo que hay entre los hom- y quebrada geografía. No hay jornales de bres que en Campomanes copaban los con- hambre, ni casi jornaleros, ni problemas voyes de Napoleón vitoreando a la Santi- agrarios y los pueblecitos viven felices a la na de Covadonga y los que en Campoma- sombra de la ermita campesina. Los pastoxies también peleaban contra íos ¡soldados de res son, por lo general, grandes cazadores España al grito de ¡Viva Rusia! de piezas de montería que hace tiempo no En la actualidad la vida tradicional sigue rehuían en matar en un feroz cuerpo a cuersu curso en la costa y en las comarcas agra- po, como erí los versos de Camín: rio- ganaderas. El asturiano es marino, pas... ser el más valiente de los cazadores tor, o labrador y aventurero. De estirpe de y matar al oso de una puiíalada navegantes audaces- -normandos de Iberia los llamó un historiador- -les viene a los astu- ante el mudo asombro de los leñadores I su afición al mar, a un par verde y en spado que descarga inútilmente su fiereHubo cazadores célebres como Xuanón sobre acantilados escarpadísimos en los de Cabañaquinta y Mataosos, a cuyas ma se abren difíciles radas de refugio. An- nos perecieron más de un centenar de plan n o pescaban ballenas y en las guerras los tígrados. ues balleneros se incorporaban a la flota Aventureros... Con la bendición de mis Rey. Un asturiano insigne, Rui- Pérez padres y un pasaje de tercera, para Punta Aviles, fue el que, mandando la van- Arenas, allá en la Patagonia... se puede i rdia de la escuadra de Bonifaz, rompió oír decir a muchos asturianos. La emigracadenas de Triana y plantó el primero ción era hasta hace poco copiosísima, prin Sevilla el estandarte de Fernando el cipalmente hacia las Indias en busca de una íto. Hoy la pesca de altura y las costeras fortuna para volcarla luego en la tierrina bonito y sardina constituyen una impor- amada, aunque muchas veces la tal fortuna te riqueza a cambio del tributo de carne fuese la muerte desesperada a miles de leguas 1 nana que los pescadores rinden a las olas de la casa nativa. Muchas escuelas hay en i DS los años. Asturias hechas por los americanos. En Luar astor... para el pastoreo parece aquella ca, una de las poblaciones más ricas y heri ra cuyos prados jugosos apacentan a los mosas del Principado, edificaron un magníi ores ganados. Todos los aldeanos tienen fico hospital, dotado de los mejores elemenas y ovejas de cuyos productos, y de ia tos, un asilo y unas escuelas modelo, por anza, lo pasan holgadamente. La pro- cierto regentadas por religiosas, en las que i lad está reparadísima y. los caseríos se reciben instrucción y alimentos trescientos niños pobres. De Luarca salieron hace setenta años dos aldeanitos casi analfabetos que fundaron la gran explotación industrial de la azúcar en la Argentina y reunieron un capital de varios centenares de millones de pesetas. Hay, pues, una Asturias tradicional, católica y españolísima- -Virgen de Covadonga y gesta de Pelayo- -que nada tiene que ver con el aluvión cosmopolita, materialista c internacional de las huelgas y las revoluciones. La Asturias de las altas breñas, de los verdes valles, de las costas bravas, bajo la lluvia fina que besa blandamente las peñas, los bosques, los prados y los austeros tejados de pizarra. ¡Bella lluvia monótona que sólo los norteños expatriados- ¿verdad, Fernández Florez? -sabemos apreciar en toda su melancólica e incomparable belleza! J. E. CASARIEGO sentían un temor supersticioso ha cía el abismo negro de la mina, donde los hombres mueren con los músculos retorcidos por el fantasma del grisú. Fotos Collada.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.