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ABC MADRID 08-07-1936 página 51
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ABC MADRID 08-07-1936 página 51

  • EdiciónABC, MADRID
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NECESIDAD DE COMPRENDER EL JUEGO DE POSICIÓN Un ejemplo de Capablanca. Noticias de los Clubs v Las partidas de ajedrez, aun las M siempre, cuando en- apariencia, con más semejantes ofrecen casi se las examina dePues una cosa tan sencilla resulta dificilísima para un gran número de aficionados que no pueden permanecer un momento sin proyectar alguna escaramuza. Pero el verdadero juego de ajedrez es todo lo contrario. Debemos primeramente trabajar para conseguir un mejoramiento gradual en la situación particular y de conjunto de nuestras fichas y cuando lo hayamos logrado podremos confiar en que las combinaciones concretas nos saltarán a la vista, sin que tengamos que acudir a buscadas con linterna, como Diógenes, aquel tipo de hombre que sólo existía en su cerebro. Veamos en la partida que sigue g un ejemplo de ajedrez constructivo y posicional en que un proceso suavísimo de pequeñas ventajas va madurando poco a poco el triunfo, con la misma amorosa y natural persistencia que el Sol derrama día tras día sobre los frutos de los campos. Sk. í Apertura de la dama defensa or 2 todoxa. Blancas Capablancas. Negras Kan: i. P 4 D, CR 3 A; 2. P 4 AD, P R; 3. CD 3 A, P 4 D; 4. C 3 A, CD- 2 D; 5. AsC, A 2 R; 6. P 3 R, 00; 7. Ti A, P 3 A; 8. A 3 D, PXP; 9- AXP, C 4 D; 10. AXA, D y A 11. 00, CR 3 C; 12. A 3 C- (hasta aquí un planteo igual al de cientos de partidas anteriores y en el que los textos atribuyen gran igualdad a los dos bandos. La jugada, del texto en laque el alfil se mantieñ e ehuiia diagonal donde dos peones enemigos contiguos parecen neutralizarlo, responde al ajuicio exacto de qué el PR negro tendrá né- cesariamente que avanzarse y abandonar por lo tanto la diagonal del alfil, pues ese avance es el único medio del bando negro para desarrollar su AD, dando respiro a su juego. Si el negro no tuviera esta necesidad que le está acuciando, hubiera sido mejor para las blancas jugar ahora A 3 D) P 4 R; C 4 R, P 3 TR; 14. D 3 D, RiT; 15. C 3 C, P 16. A 2 A, C 3 A; i7. P 4 R, P 3 C; i8. X A 3 R; 19. P 4 TR, T I ¿i D 20. D 3 A, R 2 T; 2i. TR- iR, C 3 C- 2 D; 22. AiC, TRiR; 23. P 3 T, Ae, C; 24. C 2 T, P 4 TR; 25. P 3 A, A 3 R; 26. P 4 A, A 5 C (obsérvese cómo ahora las blancas acaban de ganar un tiempo, pues entra en la jugada 27 con la misma posición que estaban en la 25 y, además, ha podido avanzar a cuarta el PAR. De este modo, las ventajas del ataque que construyen sobre el enroque corto enemigo se van acumulando) 27. D 3 R, P 3 T; 28. Ü 2 A, R 2 C; 29. PsR, C 4 D; 30. CXA, PXC (después de doblar el peón negro las blancas encuentran más facilidad para su ataque) 31. P 5 T, TiTR; 32, PXP. PXP véase el dia tención; diferencias profundas, que constituyen para el entendido una fisonomía propia e inconfundible y nos; permite, a los que pretendemos, sin solemnidad ni dogmatismo realizar simplemente una labor de vulgarización y propaganda, ofrecer aí lector consideraciones que, a, falta de otros méritos, pueden recabar et de la espontaneidad. La sugerencia de hoy proviene del examen de una partida jugada, en el torneo de Moscú del año pasado por el genial Capablanca, y de la que pienso puede extraerse una lección muy interesante para el aficionado medio. Cuando se empieza a jugar al ajedrez y acompaña al gusto por el noble juego alguna comprensión natural de su mecanismo, los progresos son rápidos durante una cierta etapa. Como generalmente se lucha entonces contra adversarios superiores, cada derrota que sufrimos constituye una lección instructiva y fácilmente aprovechable, porque la experiencia versa sobre combinaciones elementales y concretas. El aficionado molido a golpes y maltrecho ante el tablero se levanta de él satisfecho, con la conciencia de haber aprendido algo nuevo y haber realizado una ganancia espiritual. Pero a través del tiempo y conforme va siendo más difícil conseguir ventaja mediante pequeñas extratagemas y combinaciones de corto vuelo, porque apercibido nuestro contrario las neutraliza apenas iniciadas, y cuando tampoco a la inversa nos dejamos sorprender por esas astucias superficiales, la tarea llana y fácil hasta entonces se va convirtiendo en complicada y terriblemente du- dosa, y el juego, sin dejar de serlo, pasa a convertirse en objeto de honda meditación en que es necesario poner tensas las mejores cualidades de la inteligencia y del carácter para obtener la victoria. Sg, En esta segunda etapa del conocj 3 ifr m e n to ajedrecístico, resultan muy conveniente para el aficionado explicaciones y consejos que orienten su trabajo mental, p. ra que no naufrague en las primeras perplejidades, y le permitan concebir un plan de consecución lejana, acostumbrándole a dominar la impaciencia. En este aspecto, las partidas en que se ha desarrollado un juego de posición para mejorar poco a poco la de nuestras fichas y empeorar en conjunto la ocupada por las contrarias, tiene un gran valor didáctico- Nos enseña y acostumbra a efectuar largas maniobras, cuya finalidad es tan sólo desdoblar un peón, crear un hole para una pieza, cbíentr superioridad numérica en el fiarte de dama, te, etc. En ese género de partidas puede decirse que durante un largo peí iodo nos preocupamos más ie perfeccionar nuestros medios que de agredir al contrario. La lucha propiamente dicha viene sustituida por una preparación campal en que, naturalmente, hay que observar los movimientos del adversario para prevenir todo perjuicio. Así, pues, en esta clase de partidas debemos tratar preferentemente de desnivelar en nuestro favor la balanza posicipnal, pues sólo entonces podremos lanzarnos con probabilidades de éxit combinaciones directas de ataque. (11 fichas. Blancas: CapaManca. Posición después de la jugada 32 de l íf negras. grama número 1) 33. P 6 R, CiA; 34. AXÍ (la plena valorización de las fichas blancas, los dos peones avanzados de Riar y la situación expuesta del rey negro permiten ahora una combinación de sacrificio como justa recompensa del largo y superior jue o posicional desarrollado per el maestro cubano) RXA (obligado) 35. D 2 A R 3 A; 36. D 5 A R 2 C; 37- DXP- h R 2 T; 38. R 2 A, D 2 C; 39. D X D RXD; 40. P 7 R, T i l 41. PXC (pide dama) TiRXD; 42. P sX (la partida del blanco con dos peones pasados en. el costado de rey está completamente ganada y ya sólo queda de interés del mejor procedimiento para llegar al fin) T s T TDiD, T 5 AR 44. RiC, T 5 CR; 4. v T 3 P, R 2 A; 46. R 2 A, TiTR; 47. T 3 C, P 4 C; 4 C 4 R. T 3 T; 49. P 3 C, TiC; 50. R 3 A, P 4. T; 51. T 3 D, P 5 T; 52. D 2 D y las blancas ganaron Terminó el torneo- de Reus, con. los 3 siguientes resultados: Primero y segundo, Canal y Silbérmann con 7; y medio puntos; tercero y cuarto, Grob y Réll tab, 7; quinto, Koblenz, 6 y medio; sexto, Sanz, 5 y medio; séptimo y octavo, Ribera y Maristany, 4; noveno, Cherta, 3; décimo y undécimo, Seserols y doctor Vallye, uno y medio. Como se Ve, los jugadores extranjeros han logrado los primeros puestos, pero creo que Sanz y Ribera hubieran debido conseguir mejor puntuación. -a comenzado a jugarse en el Club Internacional de Madrid un torpeo de entrenamiento, en el que después de la s egunda ronda el resultado es: Kóltanowski, Cifuentes y Olavide, dos puntos; Alfonso 1 y Knoppers, uno y medio; Roig Gibaud ¡y Torres Campaña, uno; doctor Naharroígámonal, medio; Quel Kochet Rubio y Galiisdo O. Señalo como favoritos al maestro Kóltanowski seguido de Alfonso. -M. GOLMAYO. PROBLEMA NTJM. 249, POR HORWt Z (4 fichas. ¿Quiere usted leer una gran revista de deportes? 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