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ABC MADRID 25-06-1936 página 3
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ABC MADRID 25-06-1936 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO ILUSTRADO. AÑO TRIGÉSIMOS EG UN DO. 15 CTS NUMERO FUNDADO EL t. DE JUNIO DE 1905 POR D. TORCUATO LUCA DE TENA ABC blos mensuales y estipendios de 4.000 y 6.000 rublos, también mensuales. En Rusia hay rangos, títulos, galones dorados, servicio doméstico y artículos suntuarios, mucho más inaccesibles para los pobres que en Europa. -Sin duda; pero todo el mundo trabaja, y el espectáculo del parásito ocioso es el que más irrita ese espíritu de justicia que sólo en su forma degenerada puede llamarse envidia. -Te equivocas. Dado el número de empréstitos interiores, con interés y títulos transferibles, que se han emitido y en los cuales se invierte, a falta de otro empleo, el excedente de los grandes salarios, no está excluida y es perfectamente legal la existencia de individuos que vivan sólo de sus rentas. -Entonces no hay sino resignarse cobardemente, quedarse quietos, puesto que ni la miseria ni la envidia tienen remedio. -Remedio utópico, por ahora, no le tienen pero práctico, sí. La miseria se remedia aumentando la riqueza general, y hasta ahora no se ha encontrado ningún sistema que pueda sustituir al de la propiedad privada y heredable de los medios de producción, sin que la producción disminuya. Es, por otra parte, dentro de este sistema donde la técnica ha desarrollado de modo incomparable, y puede seguir desarrollando, sus posibilidades, en las que cabe poner las máximas esperanzas. El capitalismo es un instrumento insustituible; sólo que importa reducirlo a que no sea más que eso: instrumento al servicio de la Nación, y no dueño y señor de ésta. Es decir, hay que reducirlo a los limites estrictamente indispensables en que es útil a la Nación. En cuanto a la envidia... -El sentido de justicia. -En cuanto a la envidia, existe un mejor remedio, y es el que nos enseñaron a ti y a mí cuando íbamos juntos al colegio. No te acuerdas del Catecismo? Contra envidia (y también contra miseria) caridad. Este es el nombre cristiano del amor. Amor, en vez de odio de clases, que es vuestro principio. Mano abierta y tendida, en vez de puño amenazante. Amor, para quien nada hay imposible. Amor che mnorc ü Solé c Valirc slclle como decia el gran poeta católico y nacionalista. DIARIO ILUSTRADO. AÑO TRIGES 1 MOSEGUNDO. 15 CTS. NUMERO DIALOGO CON EL AMIGO COMUNISTA ¡Gracias a Dios que te encuentro en una actitud cínica, quiero decir libre de consignas de partido, de dogmas y prejuicios! -Así es... si así llamas a mi disposición de dialogar con toda sinceridad. Tú, en cambio, acabas de invocar a Dios, que es un dogma y un prejuicio. Deja la 1 cologia y paseaos a otra co? n... -Pasemos, si tú crees que existe otra cosa -Te decia, cuando me has llamado cínico, que acepto vuestro reproche: somos enemigos de la civilización, de esa civilización occidental que no vale las lágrimas que cuesta. Ni ella, ni ningún bien suntuario de orden técnico o espiritual vacilaremos en sacrificar, si sacrificándolo se logra disminuir el volumen de dolor y de miseria materiales de la Humanidad. Esta es mi posición, no cínica, sino sencillamente humanista. -Perdón; querrás decir humanitaria. Hay el humanitarismo, el humanismo, el hominismo y hasta (de David Hume) el humeanismo Y no es lo mismo. -Si empiezas a hacer juegos de palabras, nos perderemos en la incoherencia. -Eso es lo que acontece en cuanto se adopta una posición rigurosamente humanista o racionalista. La razón sin la íe no lleva más que a la incoherencia. Kant sólo encontraba antinomias al final de todos los caminos de la razón cuatro antinomias, correspondientes a los cuatro caminos reales. Y a Kant lo tenéis por uno de los vuestros. -No de los míos. Ningún metafísico es de Jos míos, pues no sufro con paciencia que se saquen las cosas de quicio. Ciñámonos modestamente a nuestro tema y no divaguemos. -Sin embargo, lo que antes has dicho es una divagación, y el humanitarismo socialista no puede ya divagar entre sueños declamatorios, como en tiempos de Víctor Hugo. Hoy es preciso concretar, porque la Utopia ha aterrizado. La Utopía tiene hoy lugar o topos geográficos y se llama Rusia. ¡Poder excelso del Progreso, que realiza los sueños sobre la Tierra! -Si; dieciocho años de realización de sueños... o de pesadillas. Tanto, que ya Rusia parece haber llegado a saturación e inicia el retroceso. ¿Y qué ha logrado en punto a la miseria física? Tú lo sabes, amigo, y aquí nadie nos oye. Los salarios reales de los obreros industriales (clase privilegiada) han descendido a la cuarta parte de lo que fueron antes de la guerra. Digo los salarios reales, no los nominales, cifrados en una moneda en pleno caos, que no cumple ya las funciones del dinero. -Ese es uri cálculo amañado. -Es un cálculo optimista, hecho según las estadísticas soviéticas del año último y tomando por módulo los artículos más favorables, como el pan negro y la carne de vaca. -Bien, pero al menos la pobreza es allí general y no se da el espectáculo de la. desigualdad, que a veces duele más qlic la. miseria. -En efecto; para muchos es preferible vivir peor, con tal de que el prójimo viva tan mal como ellos. La envidia es el gran motor del comunismo. Pero en Rusia esa baja pasión no carece do pretexto, ya que la igualdad económica no existe. Hay salarios de 60 ru- Locarno a firmar alli el famoso Pacto. En efecto, eli aquella ocasión, Mussolini. contestando a mi pregunta de cuál de los tres pansadores: Nietzsche. Sorel o James, había influido más poderosamente eñ él, me dijo sin vacilar: Sorel; a este pensador es a quien más le debo. Es este maestro del sindicalismo el que por sus rudas teorías sobre la táctica revolucionaria ha mayormente contribuido a formar la disciplina, la energía y la potencia de las falanges fas- cistas Certifico, pues, que la citación del semanario francés es auténtica y textual. El caso de Sorel es uri caso curioso y convincente del poder del pensamiento. Un ingeniero de caminos jubilado empieza a escribir (bastante mal, por cierto) sobre spcialismo, huelgas, violencia, parlamentarismo, democracia, lucha de clases, etc. En su propio país apenas se le conoce, pero en Italia y entre los emigrados rusos encuentra lectores. Influye en Lenin y en Mussqlini y, a través de estos dos caudillos, contribuye a transformar el mundo. Muere el 29 de agosto de 1922, a la edad de setenta y seis años, ya en pleno régimen bolchevique en Rusia y sólo dos meses antes de que el más grande de sus discípulos, Benito Mussolini, hubiera realizado la marcha sobre Roma. Sorel ya no presencia el advenimiento del fascismo, pero con visión profética predice el de Mussolini ya en el año 1912, en una época en que el futuro duce sólo tenía veintinueve años y era director del diario socialista Avanti Sorel ha sido el teórico del sindicalismo, más no su creador. Cuando Sorel publicó sus Reflexiones sobre la violencia y su Descomposición del marxismo (ICJCS) la C. G. T. estala ya funcionando y el Congreso Sindical de Amiens había elaborado ya el Estatuto del sindicalisñio de nuestros días. Se- gún uno de los biógrafos de Sorel, Cayetano Pirou. éste ha sufrido hondamente la influencia de un tal Fernand Pelloutier. Será así, puesto que lo dice un distinguido catedrático de la Facultad de Derecho de París. La primicia pertenece, pues, a Pelloutier, que ha sido el fundador del sindicalismo en Francia, en compañía de Pouget y Griffuelhes. Sorel habrá sido el rio y Pelloutier la fuente. Es tan difícil remontar el curso de ios rios: hace poco que han sido descubiertas LÁZARO FABRE las fuentes de los dos Nilos. En la literatura ocurre lo mismo: conocemos a los grandes escritores, pero ignoramos generalmente a los modestos, que, sin embargo, influyen a SOREL. MUSSOL 1 NI veces más que los afamados. Es como si de una ciudad sólo viéramos tres o cuatro moY YO numentos que se destacan particularmente e ignoráramos las calles populares, que, sin Alexandre Zévaés publica en Les Noitvc- embargo, dan el carácter a la población. lles Littéraircs una breve biografía, y anto- Abandonamos a unos cuantos especialistas logía de Jorge Sorel, teórico del sindicalis- el conocimiento de los precursores. Lo que mo antidemócrata y antiparlamentario, y, aprendemos como historia de ¡a literatura para demostrar su influencia sobre la for- no suele ser sino la obra de unos pocos gemación mental de Mussolini, cita la interviú nios. Hay, sin embargo, numerosos escritoque me concedió el ducc, hace ya más de res, muy interesantes y con honda influendiez años, pocas horas antes de salir para cia literaria, que 110 han tenido suerte y que no han llegado. En todos los terrenos suele ocurrir lo mismo. Yo decía siempre que para comprender a Mussoüni había que leer a El público debe leer diariamente Jorge Sorel. Ahora me dice Zévaés que para a Penuestra sección de anuncios por pa- comprender a Sorel, hay que conocer obras, lloutier. Bueno, procuraré adquirir sus labras clasificados en secciones. En iempre que haya escrito algo, porque tamellos enconírarán consíaníemente poco la influencia oral es quantité néffligcable... asuntos que pueden interesarle. ANDRÉS REVESZ

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