ABC MADRID 02-06-1936 página 51

V FÚTBOL Cambiados los campos, lógicamente, el Athletic tenía que lanzarse a una ofensiva desesperada. Pero el Madrid supo organizar muy bien su defensa. Había jugado un buen primer tiempo. Estos partidos entre dos grandes equipos, que se juegan lo que se jugaban el Madrid y el Athletic en San Mames, tienen que ofrecer esas características. De ahí qus a mi no me decepcionara el partido. Fue emocionante, hasta que se vio la casi imposibilidad de que el Athletic fuera capaz de marcar los goals precisos que forzaran el desempate. El Madrid jugó retrasado, a mantener la ventaja, que era de dos goals. Uno el de Chamartin, y otro el de San Mames. Tenía e! Athletic que hacer tres para eliminarlo. Y el Madrid supo llevar a buen término el partido, empleando la táctica mejor; siguió iuganao con mucha codicia a hacer inútiles íes esfuerzos atlcíicos. Fue dominado, dominio pi evocado. Y no desaprovechó su línea, delantera, qiie tetáa de hecho tres hombres, en lanzarse al ataque, cuando Luis Regueiro creía oportuno hacerlo. En una ocasión, Luis Kr. -gue. ro c; o por todo el campo la pelota, como quiso, hasta el punto de que no hubo otro remedio que tributarle una cálida ovación. Yo no sé si Luis quería ir hasta 4 goal o sencillamente jugar así, individualmente, sorteando enemigos, atravesar el campo de una a otra banda para dejar la pelota a los pies del extremo, para pasar tiempo. Se hicieron más intensos los esfuerzos del Athletic. forzando muchos corners, llegando una vez Muguerza a tirar a goal, rebotando la pelota en un ángulo. Pero el Madrid, en plena táctica defensiva, ganaba casi siempre la partida. A medida que iba el partido hacia su fin. el desencanto era mayor en San Mames. El juego parecía más insípido; el partido parecia impropio del Madrid y del Athletic Era natural que pareciera asi. El juego tenía cada vez menos vistosidad, porque el Madrid tenía cada vez menos interés en arriesgar nada. Tres goals eran muchos goals para que se le marcaran a un; equipo que había sabido adaptarse a las cir nn. -toncia? y por una delantera de tan poca eí -iuá como la de! Athletic. Me produjo desencanto el equipo bilbaino. 1 ail. iron muchos resortes, y sea porque faltase dilección, o porque las cosas salieran ii a! desds el primer momento, el Athletic nueiló ¡minado en su propio campo sin que se pueda poner el más leve reparo al triunfo del Madrid. Venció el mejor. Eso es todo. En el ataque bilbaíno, solamente Cilanrren tiró a goal en el primer tiempo. Había que jugar en San Mames con otro punto de vista distinto al de Chamartín. Aquí había que ir a ganar. La delantera rojiblanca no dio sensación de que fuera posible el triunfo. Se introdujo en el segundo tiempo un cambio. Gerardo y Gorostiza permutaron sus puestos. El resultado fue igualmente negativo. Hubo dentro de la escasa calidad del juego atlético alivios momentos comprometidos para Zamora. También los hubo p a n Ispizua. Pero Ispizua tuvo una decisión enorme al arrojarse a los pies de Lccue una vez, a Eugenio otra... Tampoco al msta bilbaíno se le puede decir nada, como en Chamartín. El mal del Athletic no estuvo en la defensa, sino en el ataque. El goal del triunfo lo marcó Sañudo, a los dieciocho minutos del primer tiempo. A Ostalé, el arbitro, se le chillaron algunas cosas, pero sus decisiones no influyeron para nada en el resultado del match. La poca clase del juego atlético explica que el Madrid saliera vencedor de su más peligroso rival. El camino para la fina! parece haberse clareado para los madrileños. -AÑALA. Equipos -Madrid Zamora; C i r ia c o Quincoces: Pedro Regueiro. Bonet, Souto; Eugenio, Regueiro, Sañudo, Lecue y EmÜin. UNA BRILLANTE VICTORIA DEL MADRID EN BILBAO, DONDE EL ATHLET 1 C FUE VENCIDO POR UN GOAL A CERO Triunfos rotundos del Barcelona, el Hercules de Alicante y el Osasuna de Pamplona, que clasifican a estos clubs para las semifinales del campeonato de España Los partidos próximos st jugarán entre el Madrid- Hércules y el Osasuna Barcelona. Y la final, entre los vencedores de estos encuentres Balance Han sido salvados los cuartos de final del campeonato de España. La hazaña más importante del fútbol nacional, la conquista de los dos títulos (Liga y Copa) ya no será posible esta temporada, porque el vencedor liguista. ha sido derrotado por uno de los aspirantes más calificados a la competición. tor eliminatorias. Este resultado, que hay que comentar como el suceso más destacado de la poulc nacional, no habrá, sin embargo, de causarnos sorpresa. Nuestros vaticinios, sin embargo- -queremos reconocerlo- -han resultado equivocados. A renglón seguido del match de Chamartín, viendo cómo los bilbaínos destruían todo el juego madridista. pensamos que en su campo serían capaces de reproducir aquel sistema de juego negativo, añadiéndole una pequeña labor positiva: la suficiente para marcar siquiera un zjnto. Y. amparándose en esa ligera vc; üa a. nos pareció lo más lógico un triunfo por ÍJ mínima diferencia, equivalente a un nucrw Partido de desempate. Pero los merengues no han dejado a tas leones desarrollar esa labor posi iva de oue nosotros les creíamos capaces, juzgando por el encuentro que Perdieron en la capital. Y, en cambio, los centrales han me orado su esfuerzo, demostrando ser infinitamente más eficaces y peligrosos cerca del marco contrario. Por tanto, el resultado es tan normal como meritorio para los vencecores. Porque este éxito en San Mames significa grandes probabilidades de llegar a ¿i meta final... El equipo azulgrana, que se perdió el dominqo anterior en el terreno de Casa Rabia, se ha recuperado y encontrado a sí mismo en la clásica pista de Las Corts: y el resulícdo ha sido un brillante éxito a cuenta del eterno rival españolista que, a pesar de sas ingleses ha tenido que inclinarse ante- i calidad del Barcelona en una brillante Tornada de fútbol: tan brillante como eficaz. Con esta incorporación del Barcelona a los encuentros semifinales de la Copa, el torteo qana extraordinario reliei e. ya que. evnme catalanes y madrileños no lleguen a ¡a final, esos dos nombres son los que, por rí momento, reputan los aficionados como más probables rivales en un episodio definitivo, que ganaría nuevamente honores de soberbio acontecimiento. El entusiasmo v la calidad de los alicantinos han incorporado su nombre al programa de los partidos Próximos y decisivos, aracias a esa esperada y lógica victoria sobre el Zaragoza, en el estadio Bardín. No solamente no causará asombro este éxito, sino que viene a confirmar todos los tronósticos. Con el Hércules se señala un esf fcrso afortunado Para dar al fútbol de Levante un tono enteramente distinto del aue es Peculiar a los grandes grupos mediterráneos. Y, por lo visto, el ensayo está perfectamente orientado, por. cuanto el Hércules alcanzó una magnifica, clasificación en la Liga y ahora lleva trazas de lograrla mejor en la Copa. Por de pronto, sus Partidos próximos contra el Madrid serán emocionantes y se equivocan los que suponen que los merengues tienen el camino demasiado fácil... En fin. el encuentro de Pamplona ha sido la ratificación de esa forma magnífica en que ahora se eneventra el Osasuna. v que demuestra la injusticia de la eliminación de los ro julos que han pasado a la segunda división en el vwmento en que se acercan más al campeonato de España. Ahora, contra el Barcelona, en los instantes decisivos, será la ocasión de juzgar al Osasuna y aun de aplaudirle sin reservas en el caso de aue demuestre con nuevas victorias esa injusticia que con ellos ha cometido la clasificación de la Liga. Y de la que nadie, en definitiva, tiene tanta culpa como los mismos osasunistas Resultados Athlctic de Bilbao. F. C. Madrid o- i F. C. Barce ona- Deportivo Español 3- 0 Osasuna de Famplor. a- Betis Balompié 3- 1 Ilércuícs de Alicante- Zaragoza F. C. 3- 0 Athletic, o; M a d r i d 1 Bübao, 1. Hay que rendirse a la evidencia. El Madrid salió vencedor de San Mames, ¡de San Mames! una vez más. Superó netamente al Athletic en el primer tiempo, en el que el Madrid no sólo jugó con brillantez, desenvolviéndose su delantera en perfecto acoplamiento y con perfecta concepción del fútbol, sino aue h -V además en los madrileños una codicia desacostumbrada en los jugadores blancos, ganando la partida a les atléticos. no dejándole? mover a gusto, contribuyendo a la anulación del juego athlétíco, ya de por sí poco eficaz, porque el Athletic no tuvo delantera. Para muchos el partido debió ser muy malo. Malo, ¿por quí? Ah. porque el Athletic no jugó, o, mejor dicho, porque el Athletic jugó mal! Pero, en cambio, el Madrid jugó un Imen primer tiempo, donde pudo verse fútbol de calidad, donde vimos rapidez, donde la delantera blanca desarrolló jugadas brillantísimas, movida excelentemente por Luis Regueiro y por Lecue. El Athletic no consiguió ligar una sola jugada. No existió la más mínima solución de continuidad en su juego. Fallaron los interiores. Cilaurren. con más voluntad que acierto y movilidad, y Gárate queriendo estar en todos los sitios sin estar realmente en ninguno. Tampoco acertó a coger sitio Muguarza. ni Zubieta. que navega en la más completa vulgaridad desde que el Sr. García Salazar le ha hecho internacional. El goal del Madrid, el de la victoria, contribuyó a hacer aún más sombría la perspectiva atlética. Y más sentada y segura la actuación del Madrid.