Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 28-05-1936 página 53
ABC MADRID 28-05-1936 página 53
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 28-05-1936 página 53

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página53
Más información

Descripción

I nformacione comentarios c aricat ura LA 11 VUELTA A ESPAÑA VICENTE CARRETERO, GRAN COLECCIONISTA DE ETAPAS, VENCE TAMBIÉN EN LA QUE AYER TERMINO EN VIGO Los veintiséis supervivientes llegaron juntos al stadiumD de Balaidos y la media horaria fue antirregla mentaría de puro lenta Berrendero gana en la cuesta puntuable de Porrino y se acerca a Molina en el Gran Premio de la Montaña. Clasificaciones y puntuaciones (POR TELEFONO, DE NUESTROS ENVIADOS ESPECIALES) Notas de un seguidor Vigo 27. Hoy, entre Coruña y Vigo, no ha habido ni siguiera pelotón de cabeza; todo era, pelotón. Ni los rezagados de plantilla, admirablemente dispuestos siempre a poner en la carretera los lejanos puntos suspensivos de la caravana, han pedaleado. solos en esta, ocasión. Los 26 corredores, 26, han entrado juntos en Balaidos. A cambio del amplio bostezo que ha desencajado nuestra mandíbula alo largo de 175 kilómetros de dolce íar rúente, el habitante de Vigo ha podido contemplar el maravilloso espectáculo de la serpiente multicolor en una sola pieza y en un solo ronquido. El hecho de que todos los corredores de una de estas pruebas lleguen a la niela en compacto grupo no quiere decir fatalmente que los corredores se hayan dedicado a contemplar las Jacas. Algunas veces sucede- ¡oh, muy pocas! -que todos son tan buenos y todos batallan de tal manera, que la cinta los recauda a todos de improviso. Pero en esta ocasión, la verdad es que el conglomerado de gigantes y su llegada monolítica al Stadium de Balaidos, ha tenido por causa una media horaria capas de avergonzar a uno de esos repartidores de leche en bicicleta, que llevan las cantimploras en la cintura, como Josefina Baker lleva los plátanos... Durante el recorrido, hemos pasado algunas veces cerca de los coches de los organizadores. Si tuviéramos a nuestro cargo una misión más escrupulosa y. detallista, nos veríamos obligados a decir aquí que de aquellos coches salían con frecuencia interjecciones bien escogidas en el rico vocabulario que el idioma de Castilla pone al servicio de la decepción. Y corrió el rumor, a lo largo de la carretera, de una próxima etapa con salidas separadas que es ya la única manera de separar a los que tanto empeño ponen en conservar el indisoluble lazo. En esta etapa de hoy se ha inventado otra cuesta puntuable, en substitución de la segunda cima que fue soslayada en el recorrido entre Gijón y Ribadeo. Los organizadores de la carrera se han visto obligados o aprovechar, como en la etapa de ayer, lo que antes habían desdeñado. Se trata de la cuesta de San Colmado, en Porrino, que tiene siete kilómetros de grava poco pretenciosa. No es el Tourmalet, 1 siquiera el Os guich. Y sin embargo. Porrino nos ha regalado un interesante espectáculo y la vovedad de que 110 fuera Molina esta vez el que colocara su- sillín cerca de la naris Se sus perseguidores, al llegar a la cj. mu. Est. d, ves ha. sido Berrendero. el madrileño. Reconocerá Berrendero que ya era hora. Molina ¡Antonio Berihqla y, un poco más rezagados, Gustavo Deloor, Alvarcz, Dclio, Trueba, Carretero y Scheppers, han tenido que contentarse con el recuelo de las ovaciones que Berrendero se ganó en la cumbre. De ü etapa de hoy ha salido algo interesante. Y es la posibilidad de que Molina pueda perder el Gran Premio de la Montaña- -que Berrendero merodea de cerca- -si no le echa mucha gracia a lo que queda eil pico y si ño le acompaña la suerte. No habrá que decir que a la hora de contraer las mandíbulas y retorcer el manillar para caer sobre la cinta de Balaidos, fueron Carrete ro y Scheppers los que mejor se dispararon hacia la victoria. En calidad de novedades, ni siquiera decir que estos dos mozos han dejado de ser los más veloces de los que quedan. Son los más vefoces. Carretero ha vencido hoy, como tantas otras veces. Pero hoy conocemos el secreto de sus triunfos al sprint. Carretero ha inventado el procedimiento de espolear a su. bicicleta, de arrancarle un grito de dolor y de furia, ¡lineándole los dientes en la goma delantera. ¡Se la come cómo si fuera chicle. -CARPÓ- FORO. Impresiones de la etapa Vigo 27, 5 tarde. Hoy hemos ido de paseo desde Coruña a V i g o Para ir a pie 175 kilómetros son demasiados kilómetros; pero en bicicleta la distancia se acorta y se hace más breve, aun sobre este bruñido skating que es la carretera. Los corredores se recrean en él, y ni la maravillosa pista, ni estas pendientes suaves hacia abajo, ni nada, les recuerda el vértigo de la velocidad. De esta entente cordiale que existe entre los routiers parece haber salido el acuerdo de no hacer locuras. De esto saben algo Cañardo y Goenaga, sobre todo Goenaga. Sin embargo, ya están otra ve. z tan amigos los dos. El entierro de la caravana cruza a paso desesperante la ciudad del Apóstol, y al pie de estos campaniles catedralicios, que nos hablan d siglos, evocamos la inhumación de la carrera, que se verificará el próximo domingo en Madrid. Bel símil empleado podrá deducirse la alegría que nos rebosa a seguidprcs v corredores en esta etapa de Viernes Santo. Un sensible accidente registramos a la salida de Santiago. La muerte de un perro baJQ la rgedas del automóvil de un segui- dor. Dicho esto así, simplemente, no tendría nada de particular. Perros que mueren por atropello de automóvil los hay todos los días. Perros que, como éste, perezcan por exceso de confianza, al paso de unos ciclistas, muy pocos. Los vio venir tan despacio, que el animal creyó que media hora sería tiempo suficiente para cruzar la calle, de una acera a otra. No era equivocado el cálculo, pero erró unos segundos, y el error le ha costado la vida. Seguimos la marcha sin novedad en el frente ciclista, hasta que a la máquina de Emiliano Alvarez se le ocurre pinchar. Molina no quiere que la suya sea menos, y le imita, pero aquí está al quite Cardona, que no abandona a su compañero y le presta ayuda. Parece que los españoles comienzan a sentir ese espíritu de solidaridad que tanta falta les venia haciendo. El ídolo de esta etapa, en la que no falta, más que oír el redoble de tambores y algunas saetas para completar el cuadro, es Délio Rodríguez, porque para eso está en su casa galaica. Ef recoge las ovaciones más ruidosas y los gritos de más encendido estímulo. Sifl embargo, todos seguimos durmiendo. Pontevedra se vuelca en las calks páríi ver pasar al paisano y a sus compañeros; pero yo creo que ni uno ni otros se haa enterado. Cuando cruzamos Redondela, se repite, el número cotidiano: limpieza general do corredores con agua de nubes. Una sorpresa. Los 175 kilómetros de la, etapa crecen de pronto y se convierten en 186, porque se ha convenido en buscar ua puerto que sea puntuable. De ahí que en Porrino nos desviemos para entrar en seguida en la pendiente de San Colmado, con sus siete kilómetros de pedaleo forzoso. Cualquiera diría que esto es una penalización impuesta a la sangre gorda qua han traído todo el camino los cerredores. El primero que corona el puerto puntúa ble es Berrendero, seguido de Molina y Be. r thola. Ahora, una carreí ita sobre Vigo y a pasar por agujas el campo del Celta, convertido ea velódromo, con media vuelta a la pista. La cinta de llegada la pisa en primer lugar Carretero, con 7 h. 10 m. 4 s. y a todos, loé demás routiers se les considera el mismo tiempo. A esta etapa la llamaríamos nosotros la de la jniasn. porque hz carecido de ligereza, interés y oción. Se habla de que en la próxima se hagan 50 kilómetros contra reloi, para ver si de este modo se despabilan ua poco los corredores,

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.