ABC MADRID 23-05-1936 página 26

A B C SÁBADO 23 DE MAYO DE 1936. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 28. recoger todos los datos para conocer e! alcance del significado de la Conferencia Ínteramericana, cuya idea lanzó el presidente Roosevelt el 30 de enero. Nos hemos dado cuenta perfecta de que C 3 ta Conferencia es la continuación de otras dos. Asambleas, la de Montevideo y ia Pan: americana. Como en el primer momento, la iniciativa de Roosevelt produjo cierto recelo en la Argentina y en Méjico, hubo después las aclaraciones del secretario de Estado norteamericano a qus se refirió el Sr. Trías de Bes. Surgieron más tarde otros recelos, el que irsriraba la política chilena con su apartamiento de la Sociedad de Naciones. Pero no más lejos de ayer, Chile hizo la solemne deciaración de que permanecerá fiel a la Soc: tdad de Naciones en tanto permanezca en pie el Pacto de la Sociedad de Naciones. Y yo digo que en estos momentos pensar en el fracaso de la Sociedad de Naciones es pensar en la catástrofe. Fuera del Estado pacifista de la Sociedad no queda más que ei estado de guerra universal. Aun potencias separadas de la Sociedad, coinciden hoy en la necesidad de que el Pacto, para subsistir, tiene que tener fuerza coactiva. Yo no he vacilado un solo instante en atención a todas estas razones, en señalar desde el primer momento mi actitud. Debemos aspirar a servir de intermediarios, señores diputados, entre los países que aun ausentes de Ginebra como los Estados Unidos, afirman que desean colaborar a los fines del Pacto de la Sociedad de Naciones, dentro de un marco regional, y los otros países francamente dentro del Pacto. Censura el Sr. Barcia a los hombres de buena voluntad, desde luego, que hablan del fracaso de la Sociedad de Naciones entre nosotros, pues si algún Estado está obligado a defender el principio que informa su constitución, ese Estado es España. Refiriéndose a, la neutralidad, dice el ministro de Estado que propondrá hoy la idea de mantenerse neutrales las potencias cuando una se salga del Pacto y viole las normas del derecho universal. Esta orientación es la que en cierto modo ha determinado la iniciativa del presidente Roosevelt. Pero una organización universal de tipo jurídico, que admita que sus miembros puedan permenecer indiferentes ante la violación de esas normas, no podría subsistir. Necesariamente se hace preciso imponer la efectividad del Derecho internacional. Por propia conveniencia, nosotros debemos intensificar la política iberoamericana. La crisis que atraviesa España no es consecuencia de la crisis universal y jurídica. Es una crisis sobrevenida a consecuenciade haberse suprimido esa exportación invisible que representaban nuestros emigrantes, por lo que se ha alterado la balanza de pagos y se ha hecho difícil nuestra situación económica. Termina el Sr. Barcia declarando que la iniciativa del Sr. Trías de Bes la recoge y tramitará el Gobierno y al efecto practicará las gestiones oportunas para llevarla a la realida, d. El Sr. TRIAS DE BES agradece la actitud del ministro de Estado y de los miembros de las distintas minorías que han apoyado su proposición, y ruegaque la persona que lleve la representación de España a la Conferencia de Buenos Aires sea reconocida por todos los Estados americanos por su autoridad y su competencia en esa clase de cuestiones y vaya investida de los máximos prestigios. Oueda terminado este debate. Las actas de Gtsíiaúa Se lee el dictamen de la Comisión de Actas y Calidades sobre la de la circunscripción de Granada, proponiendo la validez de la elección y capacidad legal de los diputados proclamados, que son los Sres. Rodríguez, Molina, Palanco Romero CO. TC, Mondeo, De los Ríos (D. Fernando) Lamoneda, Martín García, Jiménez Molina, Toro, Fernández Jiménez, Almagro García, Menoya Baños, De Gracia (D. Anastasio) y Pretel Fernández. El Sr. CALZADA, de la C. E. D. A. combate el dictamen. Dice que las elecciones de Granada, retiradas de ellas las derechas, son un gigantesco amaño electoral, realizado en beneficio, sobre todo, de los partidos que están representados en la mayoría. Yo estoy convencido- -añade- -de la inutilidad de la labor que aquí quiero realizar al oponerme a la aprobación del dictamen. Una vez más se demostrará que en una democracia el número de razones puede menos que el número de votos. Esto hará que se sienten aquí unos diputados que no representan a Granada. Voy a exponer- -añade- -cómo habéis ganado esas elecciones que no son más que una serie de atropellos inconcebibles. Los diputados que en el dictamen aparecen proclamados, sólo representan a un gobernador complaciente y a un Gobierno que ha sido parte en la contienda y a unas masas descarriadas. Las elecciones de Granada significan un enorme retroceso en nuestras costumbres políticas. Por haber faltado la intervención en ¡as Mesas, no es posible traer a la Cámara muchas actas de los atropellos cometidos, pero tengo aquí alguna. El orador lee un áocu- 4 í rí P -ÍJ 3 u EL MEJOR Y MAS AGRADABLE