ABC MADRID 12-05-1936 página 17

r A B C MARTES i DE MAYO DE 1936. EDICIÓN DE LA MAÑANA, PAG, 17. Hasta que ocupa el asiento no cesan de estar en alto los puños. Más tarde entra en la sala el Sr. Chapaprieta. Jiménez Asúa. Este la deposita en la- urna al tiempo que cita en alta voz el nombre del votante. Se inicia la ímproba tarea de los secretarios y del oficial mayor, Sr. San Martín. Al Sr. Barcia siguen el Sr. Giral, don Marcelino Domingo y el Sr. Blasco Garzón. Como hasta ahora no están presentes los restantes ministros que desempeñan el cargo de diputados y pueden, por consiguiente, votar, da principio el desfile de compromisarios y demás diputados ante la mesa. CoI rresponde el honor de ser el primero, desi tacado de su organización política y de todos, al herido Florencio Martín. Florencio baja por el pasillo, con el auxilio de otra persona, mientras los elementos marxistas de la Asamblea, puestos en pie, lé aplauden, para levantar inmediatamente los puños en alto. Se oye al Sr. Mije, diputado comunista por Sevilla, gritar: ¡Mueran los asesinos! Las demostraciones de simpatía continúan hasta que Florencio Martín termina de votar y se retira de la sala para no volver ya a ella. Victoria Kent inicia el desfile de los diputados y compromisarios de Izquierda Republicana. Vota el Sr. Albornoz. Emite el sufragio D. Roberto Castrovido, que recibe una gran ovación. Siguen los Sres. Sol (D. yicente) Salmerón, Sánchez Albornoz, Osorio Tafall, Castelao. El ministro de Agricultura, Sr. Ruiz Funes, va entre ellos. Once y veinte minutos. El Sr. Jiménez Asúa anuncia que empieza a votar Unión Republicana. Primero, D. Pedro Rico: después, el Sr. Gómez Hidalgo y el Sr. Torres Compaña. Cierran la votación el ministro de Trabajo, Sr. Ramos, y el de Justicia, señor Lara, que acaban de llegar al Palacio de Cristal. Se ve a algún diputado de la extrema derecha, de los que no han de votar, aue entra y contempla, curioso, el aspecto de la Asamblea. Once y treinta y un minutos. Votan los socialistas. Apoyado en un bastón, pasa entre los primeros Teodomiro Menéndez. Después Largo Caballero. Votan después De Francisco, Amador Fernández, Llaneza, González Peña, Matilde de la Torre, Besteiro, un compromisario que lleva traje azul y camisa roja, Bugeda, Prieto y Negrín. Ya no quedan por votar más que 10 socialistas, y entre ellos, un joven con gran corbata roja. El ministro de Hacienda, Sr. Franco, que ha llegado en esos momentos, vota en la fila socialista. Doce menos siete minutos. Los comunistas. Primero, Cario; después, Bolívar; a continuación, la señora Ibarruni, La Pasionaria. El ex ministro, Sr. Casanueva, se suma a los asambleístas de la C. E. D. A. Momentos antes, se ha visto también entrar a don Abilio Calderón. Doce menos tres. Esquerra de Cataluña. Primero, Sr. Corominas. Segundo, Sr. Pa let. Entre los siguientes, el Sr. Pérez Farras, el ex alcalde de Barcelona, Sr. Ayguadé, y su hermano, y el Sr. Marco Miranda, de la Esquerra valenciana. Llega en este momento, pide una papeleta para votar v desfila con la Esquerra, el ministro de ía Gobernación, Sr. Casares Quiroga. Pasa inmediatamente después ante él estrado el se ñor Santaló- Han llegado tarde y votan ahora el diputado a Cortes por Cádiz Sr. Muñoz y el compromisario de Izquierda Republicana Sr. Romero. Doce y tres minutos. Nacionalistas vascos. El primero, el segundo y, el tercero de los que desfilan son, respectivamente, los señores Irazusta, Aguirre e Irujo. Doce y cuatro minutos. El Sr. Cordero Bel y dos federales más. A continuación, Ángel Pestaña, seguido de otros sindicalistas. Doce y cinco. El Sr. Pórtela abre el desfile de los centristas: Cañáis, Rosado Gil, tcétera. r Siguen los republicanos conservadores, La tribuna diplomática está llena. El subsecretario del ministerio de Estado atiende a los representantes extranjeros, casi todos investidos por sus respectivos países, de carácter extraordinario para los actos de transmisión de poderes al nuevo presidente de la República. Así, figuran como embajadores especiales los representantes de China, República Dominicana, Cuba, Francia, Méjico, Suiza y Polonia, y como ministros, los de Turquía, Suecia, Alemania. Rumania, Panamá, Finlandia, Polonia, Bolivia. Uruguay y República del Salvador. Se hallan también presentes el encargado de Negocios y el secretario de la Embajada de Portugal. Los diplomáticos presentes Discurso del Sr. Jiménez Asúa El Sr. JIMÉNEZ ASUA: Queda constituida la Asamblea. Señores diputados y señores compromisarios el que, por azares de la suerte y de un modo accidental, viene a presidir hoy este acto, es fundamentalmente enemigo de enturbiar los momentos solemnes con discursos entiende que las palabras son, en ciertas horas trascendentales, completamente inidóneas para transparentar los sentimientos. Por otro lado, ninguno de vosotros, todos igualmente representantes del pueblo, necesita de exhortaciones ajenas para sentir su deber, para sentirlo en esta hora con toda profundidad, para poner al servicio del altísimo menester que os está encomendado, todo vuestro fervor y toda vuestra responsabilidad. Si yo os dirijo estas palabras, en el comienzo del acto, en la hora de declarar públicamente constituida la Asamblea, es liada más que por imperio cordial. Los sentimientos cuanto más sinceros, y el mío, al saludaros, lo es superlativo, cuanto más sinceros, se expresan con menos palabras. Compañeros diputados y compromisarios: en nombre de la Asamblea yo os saludo y os invito a que conmigo vitoreéis a la República. Viva la República. Se repiten las aclamaciones, al tiempo que los diputados y compromisarios, en pie, aplauden con entusiasmo. El Sr. Gil Robles y sus correligionarios, puestos también en pie, permanecen en silencio. Socialistas y comunistas levantan los puños y permanecen así unos momentos. Con los vivas a la República se oyen otros al Frente Popular. Un compromisario de Zamora, republicano conservador, D. Segundo Viloria, da un estentóreo viva a España, que contestan centenares de asambleístas. Comienza la sesión y se constituye la Asamblea Once menos cuarto. El presidente de las Cortes y de la Asamblea, Sr. Jiménez Asúa, entra en! a sala. Aviso de los ujieres; se deja de fumar. Expectación. Aparecen al pie del estrado- -pues el Gobierno no tiene puesto oficial en la Asamblea, los ministros de Estado, Marina, Comunicaciones e Instrucción pública. El Sr. Blasco Garzón sube a los escaños de la izquierda, donde se hallan, entre claros, los elementos de derecha, y saluda a varios amigos. Entra el conde de Romanones. Entra también D. Indalecio Prieto, que se provee en el estrado de papeleta para votar y tarda un rato en acomodarse, sentándose primero en los escaños de ¡a izquierdal, alejado de sus correligionarios, y marchando por fin, con otros, a buscar la compañía de éstos. Romanones, al pie de la barandilla del estrado, conferencia con el oficial mayor del Congreso, Sr. San Martín, que se inicia sobre aquélla. Once menos ocho minutos. El Sr. Jiménez Asúa está en la presidencia con los demás señores de la Mesa elegidos la víspera. Hay sobre aquélla una gran urna, la mayor del Congreso. -Se abre la sesión- -exclama el presidente El secretario, Sr. Llopis, lee el acta de la sesión preparatoria. Mientras, el conde de Romanones va a sentarse en el sillón que antes ocupó, en la primera fila, el señor Giménez Fernández. Entran D. Dimas Madariaga y D. Miguel Maura, y a continuación, con un grupo numerosísimo de L a C. E. D. A. el Sr. Gil Robles. El jefe de Acción Popular y sus correligionarios van a sentarse al lado del Sr. Giménez, en los últimos escaños de la izquierda. El Sr. Llopis lee ahora los artículos de la ley relativa a la elección de presidente de la la República de i. de julio de 1932, que se refieren al acto de la votación y determinan, entre otras cosas, que la sesión no podrá levantarse sin haber sido elegido presidente. Se proveen de papeleta para votar los cuatro ministros presentes. Se les ve a los cuatro al pie de la escalerilla que por la izquierda del presidente da acceso al estrado. Por ahí han de subir los votantes para desfilar ante a Mesa, depositar su voto en la urna y bajar, utilizando la escalerilla de la derecha. Un hombre alto, delgado, con la cabeza vendada y cubierta por una boina, penetra en la sala, casi llevado por otros dos. Es Florencio Martín, compromisario socialista y teniente de alcalde del Municipio de Torrelaguna, en la provincia de Madrid, herido, con fractura de la base del cráneo, al término de la elección que le otorgó el cargo que ahora ostenta, cuando salia del edificio del Ayuntamiento. Al verlo entrar los elementos marxistas, que ocupan todo el centro del salón, se ponen en pie, lo aplauden con entusiasmo y levantan, después, por vez primera en la sesión, los puños en alto. Florencio levanta también su puño izquierdo, y con el auxilio de los dos que le acompañan va así, por el pasillo de la derecha, a sentarse con los últimos de sus carnaradas. La votación. El desfile ante la urna Comienza la votación. El Sr. Barcia es el primero que entrega su papeleta al señor mdio ¿Su ¡araitía? ¡Este sello C. R. R.