Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 08-05-1936 página 15
ABC MADRID 08-05-1936 página 15
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 08-05-1936 página 15

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página15
Más información

Descripción

N U E V A CR 1 M 1 NO L O G JA por lo mismo que pertenezco al grupo de universitarios que han simultaneado las tareas científicas con otras atenciones políticas, literarias y profesionales, siento una honda y sincera admiración haciat aquellos ilustres compañeros que concentran su fefecunda e intensa labor en el cultivo de la ciencia y en la obra de la enseñanza. Uno de ellos es el ilustre, catedrático de la Universidad de Madrid D. Quintiliano Saldaña, que acaba de publicar una edición española de su libro la Nueva Criminología, publicado en francés en 1929 y esmeradamente traducido al castellano por el joven y culto profesor Jaime Masaveu. Merece la especial atención del publico docto este notable libro, que en su edición írancesa fue adoptado como texto en varias Universidades europeas, entre ellas, por el ilustre profesor de Derecho criminal de la Universidad de París, Henri Hugueney, así como por el profesor Lemkin, de la Universidad de Varsovia. La antítesis, al parecer irreducible, entre el concepto materialista que del. hombre delincuente trazó Lombroso y el puro espiritualismo de los juristas clásicos que basaban la responsabilidad en el libre albedrío, viene a reducirse y a aclararse gracias a la labor tneritísima del profesor Saldaña, que, con tina información escrupulosa y reflexiva y Una erudición verdaderamente abrumadora, pone al alcance del gran público, y muy especialmente de los que- quieren iniciarse en CRÍTO UN LIBRO. 30 de abril de 1524. Muere el Caballero los estudios penales, los más graves e inteBayardo. ¿Por qué al arrancar esta hoja del resantes problemas de la criminología. La Fernández ha escrito un libro. Queda di- lectura de este notable libro me ha- tiaído almanaque vienen a mi memoria las líneas cho con ello que Fernández es un hombre leídas poco antes en A B C? Porque el Ca- ingenuo. Si no lo fuera no. se habría dedilos más gratos recuerdos de mis primiros años de profesorado en la Universidad- de ballero Bayardo de la efemérides, es aquel cado a esa tarea tan candorosa como la de Valladolid, cuando en la Academia de San- Pedro de Terrail, que pasó a la historia con hacer bolas de papel de estaño o coleccionar T to Tomás de Aquino escuchaba las discu- esta le 3 enda: le. chevalier sin pcur et satis sortijas de cigarro. La ingenuidad de Ferreproche, i Hay en ello más que una relación nández no se limita al error de- haber gassiones luminosas entre César Silió y Alvarez Taladriz, y, sobre todo, las sabias ex- fraseológica, que coincide, involuntariamen- tado tiempo y fósforo en escribir un hbro, plicaciones del padre Arintero, el ilustré do- te con un aniversario? sino que se extiende a querar publicarlo. minico que supo armonizar todos los cro- A mi modo de ver y circunstancialmenAunque ingenuo, Fernández no es entera. -gresos de la biología con las doctrinas de la te, sí. tonto, La política se ha convertido en una gue- mente figura y no busca editor. Sabe que el Escolástica y con las enseñanzas de la Igleeditor hace tiempo entre las especies sia. Por mucho que avancen, en efecto, los rra. Ha perdido, toda su prestancia académi- extinguidas. Fernández busca, sencillamente, conocimientos y los progresos en el estu- ca, para adquirir un marcado procedimiento un impresor. Tiene algunas pesetillas Ferdjo de las leyes de la materia, no. se agota- combativo. Esto en cuánto a los caudillos. nández. Bien puede emplearlas en costear Ja rá nunca, el campo inaccesible, en que el es- La masa, ya vemos como se tirotea a diario edición ele su libro. Una edición cortita. Ya píritu ejerce su propio imperio. Por eso en una declarada guerra civil. Puede, pues, he dicho que no es tonto. Fernández. Sabe no. puede confundirse el determmismo ma- compararse y hasta: equipararse, a un políti- que, en España, no ya los dos millones dé terialista de la- escuela antropológica, que co con un guerrillero. ejemplares de Sinclair Levisx sino los cien En este caso, -hay, otros, muchos razona- mil ejemplares de Benoiío de Dekobra, son tantas rectificaciones ha- tenido que sufrir, mientos para considerarla comparación, no cifras de esas que, por inaccesibles y por con la influencia innegable que en los actos humanos. ha. de ejercer el cuerpo mate- sólo acertada, sino exactísima. estar fuera del mundo, se llaman ahora asrial en que el alma se encierra y- que no e ¿Pedro de Terrail, el héroe de Garellano, tronómicas. Fernández para su novela aspira de Padua y de Brescia, el antiguo paje del a mucho menos. Porque. es una novela lo sólo para ésta un medio, sino una condición para relacionarse con el mundo exterior y duque de Saboya, fue ungido primer caba- que ha escrito Fernández. Una novela qué- llero de la nación por Francisco I. Y esto, no. es verde ni es rosa, que pretende ser irireaccionar contra éL no precisamente por sus gloriosos hechos de lo es la vida; una novela sin Parte interesantísima del libro que comento armas, sino por la alta escuela del honor, por sada comorespuestas y sin páginas que preguntas y suses el notable prólogo, en que Gregorio Mara- el tesón caballeresco que en ellas ponía. tituyan con ventaja al pipermint; una noñón estudia el tema de la endocrinología y líhCa- ballero Bayardo era un guerrero que vela que, sin llegar a las sutilezas analítisus relaciones con la ciencia penal, en el cual no olvidaba jamás en el ardor del combate Bourget ni- a los inventarios llega a stas conclusiones: Primera. El sis- su propia estimación, con la estimación que casade proligidad- ¡portentosa! -de zolescos la tema endocrino influye de un modo primor- el adversario le merecía. Y así, cuando en- ni la condesa de Pardo Bazán O dePereda, Blasco dial y en la morfología humana. Segunda. tregaba su espada, lo hacia con: tal elegancia, de Ibáñez, se permite bucear en las almas y En la determinación de los actos humanos y, con stan inmarcesible caballerosidad, -que el deleitarse en algunas descripciones. ¿Puede sobre todo en los de carácter excepcional, enemigo se le rendía asombrado. haber mayor prueba de que el pobre Fernáninfluye poderosamente el fondo emocional Cuando en la batalla de las, Espuelas, gra- dez es un ingenuo? del individuo. Tercera. Ciertas y determi- vemente herido y cercado de enemigos, tuvo Varias casas impresoras le ofrecen prenadas snfermedades glanduláre? crean ti- a raya pon su espada al que pretendía hacerpos de reacción del alma, que pueden in- le prisionero, al entregarse le dijo: Soy supuesto. Para dos mil ejemplares (tamaño, fluir directamente en la extralirnitación- del Bayardo y vuestro prisionero, como vos papel y composiciós- corrientes) doscientas cincuenta pesetas pliego. La obra, de dimenindividuo de los cauces sociales que se acep- el mío. tan como normales encada epoda de lá His- Cuántas veces, el político que nos ocupa, siones normales (trescientas sesenta páginas ¡toria de la Humanidad. prisionero de un parlamento hostil, cercado veinte pliegos) le costará a Fernández cinco El- profesor Saldaña, recogiendo y rec- por la furia oposicionista en número. despro- mil pesetas: dos cincuenta ejemplar. No estátificando los datos relativos a la antropología porcionado, ha hecho prisionero suyo; sin mal. De esta primera exploración Fernández sale satisfecho. Es lo que él había calculado 1. criminal, apunta una triple explicación so- embargo, al; adversario en la controversia! bre la nr. turaleza del delito: Explicación so- Muere Pedro de Terrail en Lombardia, en Cierto que en otros países la edición sería mática. El delito es efecto necesario de una la retirada de Gatimara, y cuando moribun- más barata. En América los libros españoles monstruosidad constitucional, obra de la de- do, el condestable de Borbón, ante la sfran- sufren una terrible competencia ilícita por generación de la. especie, punto de origen de deza caída, tiene unas palabras de conmise- lo poco que allí cuestan las ediciones clanuna variedad inferior, etica: la raza cri- ración, Bayardo, se incorpora y le dice: Os destinas. Pero Fernández es comprensivo. minal (tesis de la antropología criminal di- agradezco, señor, la compasión que me de- Todos tenemos que vivir y es lógico que ferencial materialista) Explicación, ética. El mostráis, pero no es a mí a quien hay que se proteja a la industria nacional. Ya tiene impresor el libro de Fernández. critsseíi es efecto libre de una resolución de compadecer aquí, a mí que muero sirviendo la libertad, obra de la corrupción del indi- a mi Rey, sino a vos, que hacéis armas con- Con ello Fernández cree tenerlo toda Le; tra vuestro soberano, vuestra Patria y vuestro juramento ¿A cuántos relapsos y acomodaticios del viduo y punto de partida de un vicio o há- momento, ha podido confundir con parecibito criminal antropología criminal, diferen- das palabras, en circunstancias difíciles para cial espiritualista) Explicación ético- sómá- él, y aparentemente victoriosas para otros, tica. Las anteriores explicaciones, insuficien- el caballero sin miedo y sin tacha, de nuestes en cuanto son simplistas y unilaterales, tra política? A Bayardo todo lo acompañaba, a juicio de han sido superadas por otra explicación compleja. Según ésta, el delito es efecto nece- sus historiadores. Fuerza, vigor físico, sensario de una deformación psicoñsica o ético- timiento innato del honor, caballerosidad a somática, que en sus orígenes fue, en parte, outrance, altivez con el adversario, galante libre y cuya deformación individual consti- ría con el vencido. Aun resuenan en el hemiciclo parlamentatuye el punto de apoyo de una tendencia criminal (tal es el sentido y alcance de la an- rio unas palabras pronunciadas en nombre de una razón de tipo espiritual y caballerosa, tropología criminal integral) Reciba el ilustre profesor Quintiliano Sal- que a alguien puede que le haga sonreír y lo daña mi más entusiasta parabién por esta lamento, porque demuestran con esa sonriser entiende n nueva prueba de su alta y concienzuda la- sa, que quiere altasdisplicente, que espirituapoco de estas emociones de bor científica. lidad. En estos tiempos de encrucijadas y de ANTONIO ROYO VTLLANOVA bajas pasiones, de tortuosas actitudes y tácticos procedimientos la l nea recta, el caballeroso proceder, la inconmovible y férrea voluntad, CA BALLEROS DE cial, comoproducen como un exponente rauna demostración tradicional e histórica, al caballero sin tacha sin miedo, v OTROS TI EM P O S al Bayardo de la política española. Cuándo una de esas figuras, R. MARTÍNEZ DE LA RIVA el Sr. Calvo Sotelo en este caso, se disponía a acudir sin miedo y sin tacha a una tribuna significada y prestigiosa, encuentra obstáculos y dilaciones. -F E R N A N D E Z HA ES ABC.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.