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ABC MADRID 07-05-1936 página 14
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ABC MADRID 07-05-1936 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
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mercancía con el pabellón de un nombre más- tima íiesta musical de voz y arpegios fijé o menos insigne, permitiendo que las cosas en papel los dictados de la ¡ñusa: CaSa. vez que leemos que esta o la otra prosiguiesen por los cauces anteriores. Así, Canta la Italiana cantares de España comedia ha merecido la aprobación decisiva el director habrá de sentir en primer térmi- -peniyqs de acíbar y dulzor de caña- -del actor tal, de la actriz cual, o del empre- no un anhelo tal de descubrimiento que le y la boca ardiente que DeblC los aires de Roma pagana sario X, salta a nuestros ojos una de las haga percibir en cada comedia que ¡arribe a exhala un quejumbre que sabe a Triana... principales causas del marasmo que padece sus manos el regalo de una promesa y ja- ¡Qué adorable cosa! Su cantar es vino, es vino nuestro teatro contemporáneo. Porque ello más una enfadosa molestia. Por lo tanto, que embriaga: Falerno con uvas Málaga... significa sencillamente la ausencia total de. procurará leerlo todo, absolutamente todo, mosto de italiana cantares dedeEspaña... Canta la orientación artística, no bien queda someti- dispuesto a encontrar si no lo maravilloso, do el trabajo dramático al lucimiento del ar- por lo menos lo personal. Y más tarde habrá Claro... Después de hecha la recitación el tista enjuiciador o al mimetismo de un in- de servir lo hallado con el máximo cariño, a agradecimiento natural en estos casos líridustrial que cree tanto más seguro su ne- fin de que no dependa de él, ni de sus artis- cos, y mi pasión in crescendo Así, en gocio cuantq con mayor fidelidad sigue el tas, ni de los elementos accesorios, la falta de tal estado, escuché aquella Carmen por Gacamino de la s victorias recientes. Con lo revelación del sentido y de los méfitos pror briella, Caruso y Stracciari; aquella Carmen cual la escena marcha a la deriva, bajo la bables del trabajo contrastado. que fue algo magnífico de toda magnificenLo que quiere decir que, además de lector cia, y con el entusiasmo que me desbordaba apreciación caprichosa de los unos y la falta de perspectiva y aliento de los otros, y de juez de criterio extenso y competente, fuíme a la redacción, adjetivo en ristre, a pues los autores han de pensar, antes de ha de ser maestro de sus actores y señor de cumplir mi labor de cronista del aconteciponerse a escribir, ya en las cualidades y la escenificación. Y dentro de ese último as- miento. Comencé, por supuesto, con Gabielpreferencias de determinado intérprete, ya pecto nace la conveniencia de representar y la, y allí iban de la mesa al regente cuartiescenificar cuidadosamente a los autores uni- llas y cuartillas rebosantes de elogios. Me en la corriente escénica predominante. versales tiempos, y con ella la Se nos denuncia así que el puesto de di- de ponerde todos losla asombrosa novedad embriagué en la alabanza, hasta que el rede relieve gente me aplicó el acetato de esta determirector con autoridad literaria, dotado de plenos poderes para admitir o rechazar y que albergan las grandes creaciones del pa- nación: juventud. -Ni una línea más, porque ya es la hora para organizar seriamente el desarrollo de sado, dada su inmarcesible que leer. Mucho Pero las temporadas, es un puesto que permanece njás enprincipalmente, haynuestro donde es de tirar. un país como el- -Mire usted que no he escrito nada aún vacante en casi todas, por no decir en to- tan grande el temor a cuanto se aparta de lo das, las formaciones actuales. Y llega a tal trillado. Lo que trae como consecuencia la sobre Caruso. -Pues lleva usted escritas dos columnas... punto el olvido que ni siquiera en un tea- fatiga de- ¡Pero aún no he mencionado a Caruso, tro oficial como el Español se exige al fren- manda de los auditorios, el exceso de. quepara unos cuantos autores con te de la lis. ta de la compañía el nombre de branto evidente de la calidad de su esfuer- al primer tenor del mundo! -Es la hora de tirar- -contestó maquinalun director de solvencia, más importante, a zo, y la agravación de la crisis económica mente la voz horaria del regente, tan maquibuen seguro, que el del. primer actor o el del teatro. nalmente como hubiera contestado la rotatide la primera actriz, por altos que sean sus JOSÉ ALSINA va: ¡Aunque sean dos líneas! prestigios. Y escribí: Y de Caruso, del maestro, Bastaría tener presente la brillantez de las campañas del Español, algunas bien pró- COMO FUE AQUELLO ¿qué diremos del maestro? Huelgan los adjetivos ditírámbicos. Fue c o m o siempre, ximas, en que tal cargo ha existido, para él Y me retiré a reposar, con la conreconocer su trascendencia. El mismo Ferciencia conturbada con esta tontería. Un cuento de Caruso nando Díaz de Mendoza, cuya preparación, Dos días después llegué al soi disant, teacuyo buen gusto, y cuyo amplio y comprenEran los buenos tiempos de las vacas gor- tro nacional, a sazón de que cantaban Tosca, sivo eclecticismo suplían en cierto grado la das en Cuba. Todos los artículos de lujo esclase de dirección a que aludimos, no pres- taban en demanda en La Habana, y el de y al subir la escalera que conduce a los cacindió de asesoramientos, llegando a con- la Opera- -artículo en solfa- -por consiguien- merinos, di de manos a boca con el propio ceder en alguna ocasión al puesto carácter te... Allá, en el antiguo teatro Tacón, lla- cotnendatore, que descendía muy peripuesto, efectivo, como el día que tuvo la gentileza mado Nacional no se por qué, pues- perte- vestido de Cavaradosi, para comenzar el de llevar a él la altiva ancianidad desampa- nece al Centro Gallego de la seductora, so- acto segundo. ¿Como está usted? He leído su critica- -rada de Federico Balart. nora, luminosa y cálida ciudad, oímos tripérfido. Pero hoy, sobre todo, y generalizando nar a la Gallicurci y a Lucrecia Borf, des- di jome elmaestro... ¿Si, de nuevo, cuando llaman a la escena temas cendiente de los Borgia, según sé dice, la- -Muy bien, y modos distintos de los habituales, cuando española que no ha cantado ert España; es- do- muy bien muy bien- -respiré consolapara la señora Besanzoni... solicitan- la atención tantos intentos y tan- cuchamos la voz tibia y clara, como agua- -Sí, pero... tas innovaciones, cuando la creación artís- de terma, de la romana Gabrieíla Besanzoni- -Muy justos tica ha de reflejar la patética efervescencia y con arrobo la de Enrico Caruso, y la de buena artista... sus elogios; ella es muy del mundo, la presencia de una personali- Martinelli y Tito Schipa, y gozamos del- -Comcndatore, a escena- -rogo la voz del dad apta para descubrir lo aceptable o in- buen arte de Tita Ruffo... Eran aquellas traspunte. teresante en medio de la novedad, sin dejar- unas temporadas espléndidas, como ecos de- -Un se sorprender tampoco por ella, es de una las del Metropolitan Opera House, de Nue- ópera- momento- -ordenó el magnate de la Voy a contarle a usted... necesidad ineludible. va York. La Habana era entonces, tan rica, Y allí en la escalera, uno en un escalón y Sabido es que el esplendor del teatro fran- tan festiva, una ciudad invernal de suma im- otro en otro, rae espetó el cuentecillp sicés de hoy se debe en gran parte a Jacques portancia, y en cuanto los calores tórridos guiente Copeau, que comenzó su verdadera carrera dejaban paso al vernal, más que invernal Erase que se era un padre que tenía dos cuando Antoine la cerrab después de sin- mes de enero de aquellas latitudes, canto su- hijos, hembra y varón, a quienes cierto día premo habíamos... ¡Aquellos Payasos inol- mandó hacia el mundo, a correr fortuna. tetizar, a su vez, treinta anos de la historia del teatro de Francia, durante los cuales vidables por Martinelli, Tita Ruffo y Lu- Pasaron los tiempos y retornó la hija, ataconsiguió revelar, con generosa audacia, a crecia Bori, y aquella Carmen por Gabriel- viada con sumo fujo y seguida de camellos un grupo inolvidable de dramaturgos emi- la Besanzoni, Enrico Caruso y Stracciari. cargados de cofres, que al ser abii tos mosPor cierto que... nentes. traron maravillas en marfiles, en orfebreYo, pobre de mí, hacía las veces de críti- ría, en lacas, en brocados en joyas... ¡Ah! Copeau, en efecto, se nos aparece con las características del director ideal. Escritor, co en el diario La Prensa, y con más auda- muy bien, hija mía, dijo el viejo padre atucrítico literario, fundador y director de la cia que conocimientos, pues de la llave de sándose la barba con la mano codiciosa, que NouveUe Revue Franqaíse, se propuso in- sol sólo sabía que no era para abrir, perge- mejor hubiera atusado las sedas de los coyectar nueva savia a la dramática de su pa- -ñaba unas crónicas literarias, que hasta pa- fres. ¡Muy bien! Y en esto llegó el barón. tria, y lo. realizó cumplidamente. Sin dinero recía que llevaban conocimientos; bien es- -Vamos a ver, -exclamó el progenitor, ¿qué y sin medios, se instala en una salita incó- verdad que oído sí tenía el abajo firmante, es lo que tú has logrado? -Yo... estos cuanmoda y desconocida, alejada del centro y de y paladar para catar los licores artísticos y tos sueldos, respondió el muchacho, moslos barrios de diversión, en la que comienza gusto en buen estado... Tanto, que mucho le trando en la palma de la mano un puñado presentando. a Shakespeare de manera in- placía a Gabriella Besanzoni, como cantan- de cobres... ¡Oh, ol oh! ¿No te da versospechada. La guerra viene pronto, más a te y como todo... A lo mejor, el arquero di- güenza? ¡Mira lo que ha traído tu hermacontinuación de una estancia triunfal en los vino- -y humano; -andaba de por metiio... na... -Sí, replicó el mancebo... pero mi Estados Unidos resurge en su Vieux Co- Hasta versos hice por ella, y esto, como hermana tiene un rostro encantador y un lombier, y durante varios años el modesto comprenderá el discreto lector es un sínto- Cuerpo de venus; la acompañan todas las escenario se convierte en la sede del nuevo ma gravísimo. Así fue el caso: cierta tarde gracias, y yo lo que tengo es esta pata coja, teatro. Entre las obras de autores inéditos fui a visitar a la diva y la encontré sentada la cara pecosa y como compañero el mono que acoge no habría acaso obras maestras, al piano, entretenida en atrancarle arpegios, que brinca sobre el organillo cuando yo le porque esas no se improvisan fácilmente, y en mi obsequio comenzó a- entonar una doy vueltas al manubrio... pero todas ellas ostentan algo original o canción de Granados, en buen castellano. -Cotnendatore, in scena- -imploró el trasLa voz era leda, acariciadora, con sonorida- punte. marcan rumbos atendibles. Ahora que si Copeau es la cultura y la in- des graves, de flauta; para mí la más má- -Venga, súbito. Addio. teligencia, es e! entusiasmo también. Poco gica de las flautas, porque había que ver- -Addio... se obtendría ciertamente con cubrir los pues- cómo estaba yo... Durante la canción una Final de dúo y telón... tos de director si! o designados se limita- Polimia modestita iba goteando versos en ban a vegetar, o a obedecer, o a cubrir la mi subsconciencia, y al terminar aquella ínENRIQUE UHTHO F TEATRO A LA DERIVA

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