ABC MADRID 29-04-1936 página 15

porgue la táctica del mal menor y M. bien posible me parecía no sólo recusable como doctrina moral, sino inadecuada para con i Paro obrero, cuestión social, orden en la. blo. ¿Qué piensan de esto los hombres, del frontar peligro tan grave y ominoso como calle, depresión económica... Se ha reuni- materialismo histórico? Pensarán, sin du- una revolución de tipo comunista. No hemos de creer, y ahora viene la verdo el Consejo de ministros y ha tomado da, que los clásicos están bien como curioel acuerdo de editar a los clásicos. A los sidad arqueológica. Así en Rusia se con- dad importante que pudiera contener el con 7 hombres de letras esto tiene que parecer- servan y se cuidan los museos. Mas, para cepto del Sr. Azaña, que haya hablado éste nos admirable. La difusión de los clásicos muchos españoles, los clásicos son aún una en- el espíritu de uno de esos héroes de mi se nos ofrece como una cuestión vital, casi corriente viva que debe estar guardaba por llorado amigo Mr. R. B. Cunninghame Gracomo la única cuestión. Cualquiera que viva hombres prudentes que sientan el sentido ham, que, fuera de los caminos del éxito, se fuera de España pensará de nosotros: Fe- de esta empresa: memoria de lo pasado, dedican a pensar sin amargura en lo que liz país, que, en esta hora de preocup ación inteligencia de lo presente y providencia podía haber sucedido. Detrás de su lamenmundial, en esta: hora crítica, tiene tiempo de lo futuro Lo malo no es que se nos. tación relativa a la falta de fuerte burguey vigor para volver a los clásicos. Mas olvide a hablar; lo malo- es que se nos ol- sía, debe de haber, puesto que el Sr. Añaza volver a ellos, ¿qué, significa? ¿Qué sig- vide a pensar en lo qué fuimos, para sa- no es comunista, el propósito de crearla y, nifican los clásicos como exponenté de nues- ber lo que somos 3 prever lo que seremos. si eso no es practicable, cuando menos, el de asentar en la tierra española el mayor tro ser nacional? ¿Qué significación pueden número posible de familias. En los tiempos FRANCISCO DE COSSIO tener frente a las demasías de la demagodel conde de Guadalhorce hablaban los esr gia y las exaltaciones de las ideas exter pecialistas de que en los regadíos en prominadoras? yecto se instalarían hasta un millón de faEstoy solo en la gran biblioteca, remomilias hortelanas. zada en el siglo XVIII con columnas saloLas cosas han cambiado desde entonces mónicas y carteles churriguerescos. En el no sería centro, ya envuelto en sombras, preside el Hay en el último discurso del Sr. Azaña en el sentido de que ya hacer las posible enobras neretrato del fundador, un cardenal a caba- cuatro líneas que contienen un error noto- contrar capitales para llo. Y, en torno, mientras cae la! tarde, di- rio y una. verdad posible, pero importante, cesarias a base de dinero y de la esperanza fundiéndose los tejuelos con sus brillos do- que conviene destacar. Ha dicho el presiden- de encontrar en los mercados del mundo corados, me rodean, me amparan, me dan ca- te- del Consejo: Si en España hubiese ha- locación para los productos, de las nuevas lor y seguridad en mí mismo, los clásicos. bido la revolución liberal que se ha produ- huertas. Ahora habrá que hacerlas sin capiSí, no hay duda, yo soy español por estos cido en otros países del. Continente, hoy los tal, como se han hecho otras semejantes en hombres que me han enseñado un idioma, señores que se sientan en esos bancos (se Italia y Alemania, a base de trabajo de pey aún más que esto, que me han enseñado dirige a socialistas y comunistas) tendrían nados, de soldados y de obreros que quieran ocuparse una conducta. que luchar contra una burguesía fuerte, y aliciente por un plato de alubias y con el Sernos va a olvidar hablar ha dicho hoy no. Porque es que nosotros hemos pa- tampoco de una propiedad futura, de la que han de esperarse copiosos rendiel presidente del Consejo, y si fuese esto sado de golpe del régimen feudal a las ma- mientos, sino meramente el alimento de sus sólo... Porque las. palabras de los clásicos nifestaciones revolucionarias. Cosa extraor- cultivadores y la alegría y la seguridad de no son solamente palabras, sino ideas. Ideas dinaria que no ha ocurrido en ningún país la propiedad, que trueca la arena en oro enraizadas en la tradición española, ideas- más que el nuestro La existencia de esas masas hambreaque constituyen un proceso histórico de afirObviamente se está confundiendo en esde que ha el Sr. Azaña, no se maciones de carácter, de sensibilidad y de tas palabras lo político con lo económico, en das a que tengahablado el desatentado rdesig- debe fe... Y, en ellos, estas ideas brotan de las pro- -virtud de la falacia tan corriente que fun- nio de regatearlasnadie el trabajo, ni tampoco- sepías palabras aisladas, que no necesitan de la de en una sola diversas cuestiones. En Es- ría justo al oración párá ofrecernos, en su significado paña hubo, revolución- liberal y muy pro- gendrado atribuirla, por entero, de pánico enpor lá instauración un nuevo propio, las más graves enseñanzas. funda a todo lo largo del siglo xix, y ya an- régimen! Ahí están la crisis económica del Entre mis manos un libro con bellas ale- tes, desde arriba, en el siglo XVIII Aranda, mundo, la reducción en todos los países del gorías, las empresas políticas de Saavedra Rada, los afrancesados, la Constitución de comercio internacional a una tercera o cuar- Fajardo, en una edición de Amsterdam en Cádiz, Riego, Espartero, Mendizázal, Oló- ta parte, la consecuente parálisis de nuestras 1664. Este. 110 es ciertamente un libro para zaga, la revolución de 1868, Prim, Ama- exportaciones, la profunda crisis de nuestra los gobernador, sino para los gobernan- deo, Castelar, -los republicanos del 73, el mis- industria minera, la casi desaparición de los tes, y no sólo para los príncipes. He sus- mo Cánovas No es posible que estos nom- giros de América, la desaparición de la eini- pendido la lectura en la empresa xxvni, bres y su significado. se hayan borrado de la gración... Todo ello junto ha hecho que acaquella que tiene por. mote un verso de memoria del Sr. Azaña. tualmente sobre en España población y que Hornero traducido por Virgilio: Quae fint, Y, sin embargo, es cierto el hecho de que falte trabajo en qué ocuparla. quae fuerint; quae vwx ventura trakantur nuestra revolución liberal no produjo una No entenderemos la situación si no empe- r. Consta esta virtud de la prudencia- -dice burguesía fuerte. La razón es doble: que Saavedra Fajardo- -de muchas partes, las nuestra intranquilidad dura demasiado y que zamos por darnos cuenta de que actualmente; cuales se reducen a tres: memoria de lo el país no era rico. Triunfaron entre nos- hay varios millones de españoles para lospasado, inteligencia de lo presente y pro- otros las doctrinas de liberalismo, pero ca- que no hay sitio, ni en nuestra patria, ni en videncia de lo futuro Y, en este punto, recíamos dejas condiciones económicas con el resto del mundo. Con independencia de lá mientras se va la luz, queda suspendida la que producir una potente clase liberal, por- cuestión política, estamos en una situación lectura. que nos faltaban las ricas vetas carboneras, tan desesperada, que sólo podríamos hacerla frente si para ello se concertasen los esfuer- Sí, indudablemente, los clásicos no sir- los ríos navegables, la riqueza del suelo y zos de todas nuestras clases sociales y dé ven sólo para los gobernados; hay clásicos nuestros ferrocarriles tenían que ser dema- todas nuestras regiones bajo una fuerte au que deben difundirse para que los lean y siado costosos en nuestro suelo accidentado, toridad y Con un propósito firme y conti mediten sobre ellos los gobernantes. ¿Pero lo que encarece los medios de transporte, miado de conseguir que la producción de en esta confusión en que vivimos, en esta con grave daño de nuestra economía. nuestra tierra se baste a sostenernos. Ahora bien, no cabe duda de que por falpugna de pasiones, de sentimientos, de ideas Y lo que tengo que decir a este respecta que nos tienen en guerra civil, hay tiempo ta de una burguesía poderosa estamos más al Sr. Azaña es, en primer término, qué que dedicar a los clásicos? Esto no es sino amenazados de revolución que si la tuvié- nada de lo que hay que hacer podrá realiuna vuelta al pasado y, para muchos, el ramos. Esta es cosa que vengo repitiendo zarse mientras se encuentre España en la. pasado es algo nefasto v vergonzoso sobre a cuantos aplican a España las categorías de necesidad cié hacer frente a la amenaza re lo que no se puede, volver. Y, en este tran- la política francesa. Mié temo que el don de volupionaria, que mucho menos podrá hacerce, de pronto, un político, que, no puede des- la previsión política sea tan necesario a los se si triunfa la revolución, porque la obra poseerse de su calidad de letrado, como en gobernantes como inútil a los que no tenemos por emprender exige, sobre todo, pensamienun remordimiento de conciencia, piensa en la vocación del mando, porque, como me es- to director y técnico, 7 no ha de esperarse un Consejo de ministros: ¿Y por qué no cribe un corresponsal de Sevilla, no ha ser- ninguna mejora permanente de reformas volver a los clásicos? ¿Y por qué no po- vido de nada que me pasara anunciando una realizadas sin la preparación adecuada, y, ner los clásicos en las manos dd pueblo? revolución comunista todo el año 1927, ni por último, que sólo una fuerte autoridad, Y esto, así como piezas de museo, como que antes lo hubiera hecho, ni que al for- inspirada en el más ardiente patriotismo, algo inerte y muerto, de lo que no puede marse en 1930 la Unión Monárquica Nacio- podrá llevar a cabo Ja ingente tarea dé extraerse otra emoción que la de la nostal- nal expresara el criterio de que debía li- -juntar capital y trabajo, talento técnico: y gia, la que nos provoca- en las páginas mitarse a dar la voz de alarma contrarrevo- espíritu de justicia, imponiendo a todo él lucionaria, porque la revolución se echaba- mundo los sacrificios necesarios, si hemos de un libro una flor disecada. No, los clásicos representan, una civili- encima, ni que en el partido de Renovación de salir dé una situación que no han creado zación que se nos escapa de las manos, de Española no haya cesado de decir un ins- solamente las propagandas insensatas, de la que aún vivimos, y cuando el proceso tante que todas las derechas temamos que que se ha hecho víctima a nuestro pobre de esta civilización se interrumpe ya no unirnos para hacer frente a la revolución, pueblo, sino que está agravada por una cripueden interesar al pueblo, ya no. son sino y aunque parece que 1 ta actitud debió lle- sis que impone al mundo entero la necesidad un pretexto para el erudito. Hay clásicos varme a las filas de la C. E. D. A. yo no de llevar la economía por nuevos derroteros, muertos, como existen lenguas muertas, y lo estimé así, y no sólo por lealtad a las los clásicos muertos no interesan al pue- personas y fidelidad a los principios, sino RAMIRO DE MAEZTU LA VUELTA A LOS CLASICOS LA D O B L E CRISIS