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ABC MADRID 21-04-1936 página 3
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ABC MADRID 21-04-1936 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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DIARIO ILUSTRADO AÑO TRIGES 1 MOSEGUNDO. 15 CTS. NUMERO DIARIO ILUSTRADO. AÑO TR 1 GES 1 MOSEGUNDO. 15 CTS. NUMERO FUNDADO EL i. DE JUNIO DE 1905 POR D. TORCUATO LUCA DE TENA para el 1. de mayo. Federico Santander, escritor de notable Si de la huelga se aparta lo que tiene de Tan concisamente expresado el deseo, es represalia, de rencor y de molestia moral, densidad espiritual, que siempre produce páginas jugosas, se rebela amablemente contra difícil desentrañar su alcance. ¿Revisión pa- la huelga tiene una consecuencia de utilidad mi opinión de que el comentario político es ra romper fichas de amigos y sustituirlas hoy, en España, perfectamente extemporá- por las de adversarios? Si no hubiera des- pública que merece elogios, y hasta, podríaneo. Escribamos- -viene a decir- -para exa- aparecido el valioso fichero del general Ar- mos declararla necesaria. Las huelgas geneminar lo qus hay de razón en las ideas de legui, y con él los antecedentes de tantas rales, si se analizan desapasionadamente, los otros y lo que hay de sinrazón en las celebridades, nos explicaríamos la petición. ponen al descubierto la ineficacia de muchos nuestras, porque nadie puede jactarse de Pero, después de un. lustro de escrupulosas servicios, c ue la pereza o la costumbre creadepuraciones, que han cambiado el censo, de tenerla absoluta y por entero ron. Hemos exagerado las necesidades y Pero esto es algo que no es posible hacer. la delincuencia y las características de la cualquier huelga nos atañe por nuestra falta En verdad, nada le es dable a, un escritor peligrosidad, ¿qué temores pueden sentir los en estos momentos. Si pretende convencer, buenos izquierdistas? Toda la perversión ha ele sobriedad. Pero las huelgas, al hacernos sólo asentirán a sus palabras los que ya derivado hacia las derechas, cansadas de pa- prescindir de muchas cosas que creíamos están convencidos; si atacar, las frases son cifismo y de cordura. imprescindibles, nos van dando soluciones. Reconocemos, sin, embargo, que ese per- De donde deduzco que las huelgas que. tieproyectiles de algodón en esta contienda; si entretener, suscitará merecidamente la irrita- severante celo en las periódicas revisiones y nen una finalidad muy marcada de hacer ción y el desprecio. Tan seguro estoy de que en la estrecha vigilancia, indispensables para sentir una necesidad y una fuerza, en una es asi que, cada vez que la necesidad del ofi- someter a los perturbadores que antes se cio me pone ante las cuartillas, sufro una disfrazaban de clases conservadoras y hoy proporción muy considerable de actividades, verdadera angustia, y si no he buscado otra disputan el record de la criminalidad a los demuestran precisamente lo contrario: que ocupación para este intervalo- -que sabe Dios arrepentidos revolucionarios, es el símbolo sobran necesidades, que no es preciso todo el tiempo que durará- -es porqué advierto de una política recia, sin subterfugios ni lo que creemos necesario. que todos quieren salirse de la suya, como excesivos afanes de justificación. 1 pro- Un día llegamos a una estación de ferrograma de los hombres izquierdistas es claro: de una casa en ruina. carril y no encontramos quien nos tomara ¿La razón ajena? La razón ajena es la fuera del Poder, impedir que el adversario la maleta; había huelga de mozos de andén. misma nuestra, pero afectada por una ex- gobernante tenga un minuto tranquilo; destraña singularidad: que el que tienj la razón, de el Gobierno, trit. urar todas las actividades Nos vimos obligados a sacar la maleta al la quiere para él sólo, y no la comparte con oposicionistas. Derrotados, hacen la revolu- coche. Y entonces caímos en la cuenta de el de enfrente, de ninguna manera. Des- ción triunfantes, imponen su voluntad como que es absurdo andar buscando a un homconcierta, el comprobar que un hombre ene- les conviene. Para ellos no hay más que su bre para cruzar un andén con una maleta. migo de la pena de muerte, la desea para causa. Lo que no está en su causa, no está Otra de las grandes preocupaciones de el adversario; que los que claman contra eli el mundo. Los propósitos son firmes y las persecuciones políticas, las exigen para se cumplen. ¿Estorba una ley? Se modifica. la huelga es el pan. Aquí hemos hecho del los enemigos. Desconcierta que la idea del ¿Existen dificultades en la Constitución? Se pan un símbolo. En el pan ciframos todo Poder pueda ser tan parcial que un gober- soslayan. Abruman los argumentos del con- el comer y todo el vivir. Y comemos pan de nante eche en cara a sus rivales en opinio- tradictor? Se aplastan con los votos. ¿Chilla una manera glotona y excesiva. Esto se ve nes que busquen su amparo. Pues, ¿qué la calle? Se le impone silencio por la fuerza. iban a hacer? ¿En quién podrían refugiarse, ¿Forman Gobierno los enemigos? Se va en cuanto, se come en el extranjero, por el ni a quién demandar la protección que las contra él como sea, según la frase expedi- número de veces que los españoles pedimos leyes prometen? Pero; ¿es que reclamar el tiva de Largo Caballero. pan y la extrañeza con que nos lo sirven. amparo de una autoridad es una claudicaUna legalidad rígida será siempre algo En las huelgas nunca falta pan; lo que suele ción ideológica o un reconocimiento de los retrógrado, característica de gentes ape- faltar es pan suficiente para hartarse. No propios posibles errores? ¿Qué ceguera co- gadas a tradición. Por eso las dererre por España? ¿Qué lenguaje es el que chas, atenidas a normas invariables, llevan está de más acostumbrarse a comer menos hablamos? las de perder, gobernando y sin gobernar. pan y menos de todo, porque en este pueblo, La razón de los otros es igual a la nues- Y las izquierdan ganan en todos los paños. donde tanto se habla de hambre, es donde tra. Lo malo está en que esto no se puede A los hombres de ideas avanzadas se les más se come; parece que no se vive nada decir ni lo admiten los combatientes. Cada plantea un conflicto o se les interpone un más que para comer. Si además la huelga cual desea tener la razón en una jaula, col- obstáculo y no existe freno para su impulso nos cierra el- café, otro sitio de comer a gada en su cuarto. El sentimiento de fra- resolutorio. Deciden tajantemente, lo mismo deshora, ya nos parece mayor la desgracia. ternidad no existe. Un odio triste, crecien- lanzando las masas a la lucha, que mane- Porque el café fue siempre más tertulia que te, una intolerancia endurecida e intoleran- jando los resortes de la autoridad. El legate sustituyen la capacidad de discurrir. Ya lista de derechas, aunque el país se deshaga otra cosa. Ahora, el café es una prolongase han dicho todas las palabras que debían entre sus manos, ha de atenerse respetuosa- ción del hogar, por la permanencia y por el mente a cualquier artículo de cualquier re- consumo. A veces se duda si, consumiendo ser pronunciadas. Es inútil escribir. Uno deja correr la plu- gimiento de cualquier año. Y si el impid tanto en el bar, se consume algo en, casa. ma, por la inercia de tantos años, pero me- adoptar medidas que salven a España, ¡qué Y también se piensa, ¿de qué son ahora las lancólicamente convencido de que, entre to- heñios de hacerle! ¡Estaría escrito! No se repute este parangón como diatriba casas, que tan poco se está en ellas? dos los hv bres que intervenimos en la tarea de llenar estas páginas, no hay nadie contra la legalidad. ¡Líbrenos Dios! Somos Lo que ocurre es que las huelgas se disque importe menos que nosotros, y no hay legalistas hasta la nared de en frente; pero tancian mucho, y apenas aprovechan sus nadie, que importe más, que sea buscado y vivimos atentos a las transformaciones que enseñanzas. A mí me parecen admirables las. leído con mayor avidez que el redactor ce sufre el mundo y observamos, que la legalisucesos. Y es que él escribe los episodios ele dad de hoy se torna en ilegalidad al día si- huelgas, pero son escasas y, como se olviuna Historia impetuosa, decidida, precipi- guiente. En tanto, la evolución dura y damos dan pronto, no son todo lo aleccionadoras tada, como una catarata o como un caballo cotí nuevas fórmulas permanentes de Dere- que deben ser; pero más periódicas y más desbocado, y tiene, por eso mismo, vivísimo cho, ¿no será juicioso seguir la táctica de constantes darían un buen rendimiento de interés; mientras que nosotros tenemos la los innovadores? Al Frente Popular ha de. utilidad pública. Sería suficiente con qué, en pretensión de influir en la Historia, de agradarle que un adversario lo presente coguiarla, de conducirla, modificando las cos- mo ejemplo. No rne repugna aconsejarle a vez de mirar la parte desagradable, y motumbres Humanas. Y ahora se han quedado las derechas que imiten provisionalmente al lesta, y arbitraria, se aprovechasen para las riendas en nuestras manos, como lo que izquiérdismo. en sus métodos de dominación, eliminar hábitos inútiles 0 moderar los muy son: tiras de papel cubiertas de garabatos. y, si es posible, que los superen para acabal- acentuados. antes. W. FERNANDEZ FLOREZ M. DELGADO BARRETQ ¡G. CORROCHANO EL REDACTOR DE EJEMPLO DE TÁCTICA E L O G I O D E L A Revisión de losficherospoHUELGA SUCESOS licíacos. (De las peticiones

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