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ABC MADRID 29-03-1936 página 31
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ABC MADRID 29-03-1936 página 31

  • EdiciónABC, MADRID
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URGENCIA DE ESTADO Inicia hoy su colaboración en A B C ttil gran esoritor político, Que en muy poco tiempo ha creado prestigio en torno a un seudónimo ya ilustre: Lázaro Fabre. Ofrecemos a nuestros lectores, con sincera complacencia intelectual, las fecundas sugestiones de sus ideas cultas y sanas y las galas deleitosas de su estilo correcto y buido. Este breve milagro del espíritu que es Europa- -la civilización de Europa- -ha vivido siempre flanqueado por dos peligros: el peligro de la barbarie asiática en el Este y el de la barbarie africana en el Sur. Ha vivido, pues, siempre- -desde que existe como tal cultura germanorromana o germanocristiana- -según Nietzsche quería que se viviera: en peligro. Lebe gefahrlich! Pero, ¿dónde empieza el Este? ¿Dónde empieza el Sur de Europa? Es obvio que los linderos raciales, y a fortiori los espirituales, no son tan- geométricos y denunciables como los geográficos. Nadie duda hoy de que la frontera oriental de Europa no se halla en los Urales y el Caspio, sino bastante más acá, fluctuando con las peripecias y las oscilaciones del terrible experimento ruso Este experimento, fórmula contemporánea de la barbarie asiática, constituye para Europa un riesgo, de cuya vastedad y poder destructivo sólo, un gran estadista europeo parece haberse dado completa cuenta hasta ahora. Y he aquí que, desde hace cinco años, esa misma fórmula de la barbarie amenaza con atacar a Europa por la otra frontera de peligro por el Sur. Rusia y España eran, para la aguda visión de Trotzky, las dos líneas de menor resistencia, los dos accesos naturales para invadir y destruir la civilización europea. Eurasia, Euráfrica. Un Estado secular, eminentemente europeo (visigodorromano o visigodocristiano) y con la autoridad y el prestigio de haber sido el máximo difusor de la europeidad nos venía ocultando el hecho normalmente. Pero, hoy, desde que se derrumbó aquel Estado y se ensayan en vano substitutivos ficticios, Estados de papel, el hecho se torna cada día más evidente, cada día menos encubrible, menos sofocable. Y el hecho es éste: las constantes invasiones africanas de la Edad Media, todas ellas fundamentalmente berberiscas, y no árabes, han dejado en la Península un fondo racial, que la cultura europea no ha podido absorber, que las razas del Norte no han podido asimilar, que cuatro siglos de la unidad política, instaurada por Isabel I (rubia de ojos celestes) no han logrado disciplinar sino ppr la coacción externa, y que es como un residuo melanesio o negroide, insoluble en la sangre aria; como un suelo de basalto, impermeable al espíritu de Europa y quedado al margen de la cultura y de la Historia o evolución hispánicas y fuera, por tanto, de lo que constituye esencialmente la Nación española. Fondo racial propicio a todas las rebeldías inorgánicas, a adoptar jubilosamente cualquier pretexto, cualquier disfraz que tome la anarquía (como éste del marxismo) para desencadenar sus instintos y dar franquía a su atávica barbarie. Que las experiencias de estos últimos cuarenta días no nos lleven a exagerar pesimistamente la extensión de ese hecho. Pero no queramos tampoco disimulárnoslo con optimismo de avestruz. El Homo Afer pervive aún en España. Surge espontáneamente de cien Municipios y cien casas políticas tan pronto como se grita ¡Rompan filas! o se profiere cualquiera de los vítores que en ¿1 antiguo régimen se estimaban subversivos. A él es imputable aquel délir africain que el conde de Gobineau, gran catador de razas, advertía en España. conviertan ea cinco mil para tener todo eso más que gastar alegremente y en muy poco tiempo, sin perjuicio de ser, al final, muProcuremos en el. porvenir asimilarlo, perto cho más pobres y deudores que ahora? Realmente, maravilla lo poco que aprenrio olvidemos su presencia. demos en cabeza ajena. Patente está el ejemNada, sin embargo, menos a propósito que plo belga, que sólo ha motivado un poel Homo Afer para ser la base de un Es- tencial de expansión muy débil, sin mejotado como el bolchevique y de una orga- rar en nada las finanzas públicas, dando un nización férreartiente unitaria y disciplinada golpe de muerte al Ahorro y al Trabajo, como el partido comunista de Stalin. No. pero sin garantizar a éste contra el paro El bolchevismo no podrá jamás cuajar en Por algo yandelverde decía: c est un coup España. Que Bela- Kun no se moleste en dur habiendo quedado aplazadas ad calen desembarcar, como aseguran que se propo- das las reformas de estructura preconizadas ne hacerlo. Cuando la hora llegue, aquí ha- por el joven socialismo así como las rebrá un Bela- Kun en cada alcalde socialisformas de distribución penosamente conceta, en cada presidente de Comisión ejecutibidas por el viejo socialismo Con rava, en cada cabecilla de agrupación prole- zón observa Henri. Michel (La Dévaluation taria que se sienta autoridad. Cien BelaBelge París, hnprimerie du Palais 1936) Kunes, más despóticos que el forajido húnque el planismo monetario ha impedido el garo, brotarán por toda la Península como hlanismo económico; y por haberse inclihongos bajo la lluvia de fuego y de san- nado hacia la devaluación, el partido obregre. No de otro modo que, al derrumbarse ro belga ha contribuido dé hecho al restael Califato dé Córdoba, innumerables valles blecimiento del beneficio capitalista (induso gobernadores sé proclamaron emires; así trial y bancario) sobre las espaldas de la ahora cien jefes y montérillas se constituiclase obrera como de la clase media Ya rán en soberanos en cnanto suene la hora dijo el actual primer ministro belga que la del reparto. devaluación no es ni un remedio ni una solución y que la alteración monetaria no Lenm, en, un famoso mensaje dé, septiem- puede ser un método de Gobierno Entre bre de 1917- acuciaba a sus partidarios para otros testimonios extractemos el de M. Plisque no llegasen tarde, para que sé diesen Esprit: La no ha cesado de prisa, pues, d e j o contrario- -escribía- la nier en La industria Banca comercio no han reinar. y el ola de la anarquía podría hacerse más fuerte dejado de estarle sometidos. El que nosotros Pues, bien; aquí Lenin lle- ve a crecer. El. coste de la vidaparo vuelsube. v En garía siempre tarde, por mucha prisa que breve plazo habrá que hacer una nueva dese diera, porque el leninismo- no- tiene aquí valuación. Desde luego, el plan de trabamás que una traducción, y es la anarquía. j o ha quedado relegado al olvido No se Y esto es lo que los Gobiernos y cuanconcibe que, desde el punto de vista sotos piensen que no sería insensato restaucialista, se pueda defender la devaluación rar eF- Estado en España (un Estado de és- de la moneda. ta o de 1 a otra forma, pero, un Estado) no deben perder -jelfe vista. Esto: que, por culpa del- Homo Afer, ahora, suelto por campos y ciudades, el Tiempo es, en España, Hoy, el cambio en las ideas es muy paferozmente anarquista. Que el Tiempo no tente. Un autor anónimo, Sapiens, que cotrabaja sino en beneficio de la anarquía, y noce bien todo lo que es la Banca y la Bolde nadie más, nadie más. sa, al trazar Une hypothese. La dévaluation francaise de 1936 (Grasset- 1936) concluye aceptando la posibilidad de una solución LÁZARO FABRE. ortodoxa pues sería a su juicio impru. dente no mantener el patrón oro cuando la diferencia de los precios franceses y extranjeros ha llegado a ser muy reducida, el déficit del presupuesto ha disminuido considerablemente y está en curso un rebrote de actividad económica mundial Este último ha de ser el asiento de toda En el punto sexto de los diez pactados por reconstitución, porque la crisis no es moel Frente Popular se dice que los republi- netaria, sino económica y política. canos rechazan la nacionalización de la Se Banca, pero admiten la reforma del de Es- cuesta quejan en Francia de que el dinero el 6 por 100, cuando en Inglaterra y paña y la liquidación de sus inmovilizaciolos emiten bonos del tenes No sabemos qué pueda ser lo que el soraEstados Unidos se más, a 2 ¿4 para plade 1 yí ó, cuando Banco de España tenga inmovilizado. ¿Sus de varios y reservas? La propia palabra indica que es- zostensión del años, de de aquí deducen que tipo interés tán prudentemente afectas a algo. Y así es, la una devaluación del franco. va a obligar a Pero esto es eñ efecto, porque los dos mil cuatrocientos invertir los términos, porque es justamente millones de oro y los setecientos de plata son la reserva que responde de cuatro mil la campaña contra la moneda la responsable de la deterioración del crédito público. setecientos millones de circulación fiducia ¿Cómo van a apresurarse los que amasan ria y de mil trescientos de depósitos a la pequeñas economías a prestarlas al Estado, vista que se invierten en mil de descuencuando temen verse reembolsados al vencitos y en mil cuatrocientos de cuentas de miento con francos de un valor mucho mecrédito. ñor? El sentido común que encierran estos Partidas son todas estas del Activo y del juicios de Jenny no puede ser impugnado Pasivo que, recíprocamente, se compensan, por nadie. que no están inmovilizadas, sino en perpeNo tuo movimiento, y que tienen para con el están hay, pues, que movilizar reservas que en público y para ron el crédito de la nación que hay perfecta función de actividad. Lo movilizar en general, como última garantía. y seguri- Gobierno que imponga laes una función de autoridad, mantendad, las reservas metálicas. Cumplen, por ga la ley, quese inspire en la justicia, social consiguiente, éstas sin la interrupción de si os gusta y nombre, y al que lió carta de el un solo día el cometido, que nadie puede naturaleza el inolvidable D. Eduardo Dato, suplir, de ser la columna y el sostén de la que únicamente podrá serlo si se inseconomía española, que en el crédito ha de pero en la armonía, en la concordia y en el pira encontrar el primer instrumento para la respeto mutuo entre todos los elementos de creación y desdoble de su riqueza. la colectividad. La economía está hoy liga ¿Es que lo que se quiere bajo capa de da en absoluto a la política, y ésta, será nemovilizar es lanzarnos por la pendiente de gativa y funesta si no acierta a ganar y la devaluación que nos- permita doblar de merecer la confianza. repente el valor de la moneda, haciendo que l i dos Süil quinientos 52 ÍílpI! í: S de oro se EL VIZCONDE DE EZA MOVÍLÍZAD P R I M E R O LA CONFIANZA

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