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ABC MADRID 06-03-1936 página 14
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ABC MADRID 06-03-1936 página 14

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página14
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ternativa, óan por resultado el que la producción decrezca o por lo menos permanezca estacionada, no acusando nunca grandes excedentes de cosecha, cual corresponde a la importancia de la planta cultivada. El otro obstáculo, de fácil evitación, es El cultivo del garbanzo en España de índole comercial y se refiere a la comEsta planta, peculiar de nuestro suelo, goza petencia en precios que le hace el garbande gran importancia como base de la alimen- zo americano importado corno consecuencia tación humana y por el precio remunera- de lo aelatorio de nuestro cultivo. dor que alcanza, tanto en el mercado exTéngase en cuenta que si bien no pode tenor como en el interior, así como su mar- mos competir en cantidad con esas grandes cado influjo dentro de la economía de la casa zonas productoras, en donde los rendimienagricultura, por la fácil venta de sus pro- tos son dobles que en las nuestras, a causa ductos, cuyo precio- -a pesar de la compe- de lo reducido de los jornales y de una más tencia que le hace el farbanzo importado- eficiente aplicación de la técnica en el culno fluctúa tanto como el de los cereales, pro- tivo, les superamos en cambio en calidad, ya curando al labrador ciertas cantidades, al- que casi todo el garbanzo importado es de gunas veces de gran consideración, con las regadío y, por consiguiente, muellísimo mecuales puede satisfacer los pagos pendientes nos nutritivo por contener más cantidad de más urgentes de las labores de verano y en- agua, fibras y cenizas y menos substancias jugar muchas veces el déficit por pérdida albuminoideas e hidratos de carbono que nuestotal o merma de las otras cosechas, caso tros garbanzos selectos. y de finísima cochubastante frecuente. ra, la cual es debida precisamente a ser culPor ser leguminosa y de ciclo vegetativo tivados en zonas típicas del secano español. corto, le permite entrar en todas las alterLa alteración de precios producida por el nativas pues, las labores de preparación del garbanzo importado está actualmente subsaterreno en que ha dé cultivarse pueden efec- nada por decreto de 10 de septiembre de I tuarse pasadas las que se hicieron para los 935 I del ministerio de Industria y Comercereales y sementera de los mismos. cio, prohibiendo con carácter temporal la Parece natural que esta importancia desde importación. el punto de vista económico, comercial y Permaneciendo algún tiempo esta prohibiagrícola, guardara relación con un área de ción, extendiendo el área de cultivo de la cultivo más amplia que la que se le dedica en la actualidad, ya que no existe causa geo- citada leguminosa y afrontando el riesgo de gráfica que lo impida; pero a esto se opo- las malas cosechas que pudieran presentarnen dos obstáculos principales: el primero se, basándose en el fundamentado razonamiento de que todas las demás producciones es bastante difícil de evitar, por depender del factor suerte, ya que tiene su fundamen- están igualmente supeditadas a la acción de to en la inseguridad en la obtención de la los agentes atmosféricos, podremos consecosecha, pues siendo esta planta tan delicada guir una nivelación de precios y un mayor y sensible a la acción de los elementos at- rendimiento. Las especies cultivadas de garbanzos son: mosféricos, basta para que se malogre en unos días a causa de un calor y humedad el cicer arietinum, de flor blanca y semilla amarilla, y el cicer rubruvi, ele flor rosácea determinadas, sucedidos de un viento solano a una lluvia a destiempo que favorecen y semilla roja. Entre las variedades lguran el desarrollo de la rabia del garbanzal, con- como más importantes la roja, la común, la tra la cual no existen medios curativos, pero blanca, la rosada o mantecosa, etc. Esta leguminosa vegeta bien en casi tosí preventivos. Es tan fortuita la cosecha en zonas de das las provincias de España, exceptuando abolengo garbancera- como Arévalo, La las del litoral y las de clima excesivamenMorana, Vitigudino, Fuentesauco, etc. que te frío, no prosperando únicamente en los se tiene prácticamente calculado que de cada climas secos con gran evaporación si no tres años se puede obtener una buena co- se le auxilia con algún riego. secha. Del antiguo y rutinario cultivo de esta Este riesgo, aumentado cori los defectos planta, modificado totalmente en el transcurde las labores, falta de abonos o mal em- so del tiempo con los nuevos adelantos aporpleo de los mismos, mala calidad de la si- tados por la ciencia agronómica, sólo conmiente, sistemas de siembra, situación del cuerda con el actual una observación baterreno, falta de medios preventivos contra sada en la práctica referente a la elección enfermedades etc. y porque el agricultor no de terreno y plasmada en el refrán antiquídedique la parte proporcional que correspon- simo anterior a los tiempos de Herrera, 1 de a esta leguminosa en la hoja de la al- que dice así Terrenos barreros, poco garban- LÉGUMI NOSAS DE SECANO ua y t seitfa ivo apmc ¿i wt eítttaróaniai oiJemoteL en encía uvuircta. popí Jecciea t ¿e a. Dirección. enera ¿o ¿e Jíñricu ¿ra. 4 f, lf. ceros, indicando con esto lo perjudicial de las tierras arcillosas o de mucho barro. El terreno donde se producen los garbanzos mejores y de mayor tamaño es el silíceoarcilioso, mantilloso calizo, o sea un terreno suelto, fresco y con materia orgánica muy descompuesta, pues el exceso de arcilla y sulfato de cal hace que el garbanzo sea duro. Este terreno deberá estar situado lejos de los ríos y parajes húmedos y sombríos, valles, hondonadas, fincas cercanas, prefiriendo, por e! contrario, sitios llanos de mucho aire y mucha luz, no pudiendo, por lo tanto, esta planta entrar asociada a ningún cultivo arbóreo ni arbustivo. Dos labores preparatorias ¡son suficientes si se efectúan con araclo de vertedera: una, en diciembre, a profundidad de 12 a 15 centímetros, seguida de varios pases de grada después de las lluvias, y otra, en enero, con su correspondiente pase de grada, el que puede continuarse hasta febrero después de cada lluvia, quedando el terreno preparado para recibir la simiente. Acumular el agua de lluvia haciendo que penetre gran cantidad en la tierra es el objeto de estas labores con vertedera y evitar su evaporación el de los pases de grada, dejando al mismo tiempo el terreno suelto y mullido. No se aconseja mayor profundidad coa el arado de vertedera, que sería el ideal, porque la mayoría de estas tierras, que alternan con el cereal, vienen labrándose de antiguo muy superficialmente, y se corre riesgo de sacar al exterior capas de terreno inactivo que no están meteorizadas, debiendo, por lo tanto, ir poco a poco aumentando durante varios años la profundidad hasta llegar a 25 centímetros, completando la labor cíe vertedera con otras de subsuelo, removiéndolo sin voltearlo. En las zonas garbanceras de Fuentesauco y Arévalo suelen darse, según las disponibilidades de ganado y lo extenso de la hoja, tres labores: una de alzar en diciembre, otra de binar en enero y otra de terciar en febrero. Estas labores se efectúan con el arado romano, no llenando su cometido por quedar sin remover ni voltear una gran parte de terreno. Como mal menor, y en vista de que el agricultor es refractario al empleo de la vertedera en algunas localidades, podernos aconsejar un sistema mixto de labor, ya adoptado por muchos, que aunque no es perfecto por no voltear el prisma de tierra, deja a ésta perfectamente removida, y consiste en dar una labor ligera, si es posible, para levantar el rastrojo; otra labor en diciembre con escarificador a 12 centímetros de profundidad, seguida de un pase de grada en el mes de enero, kbor cruzada de bina con el romano a la mayor profundidad posible, aprovechando un buen tempero, y otro pase de grada: y en el mes de febrero, otra con el escarificador a 12 centímetros, seguida de pase de grada después de cada lluvia. Estas dos labores con escarificador suplen y son más eficaces que las de alzar y terciar con el arado romano, traduciéndose en un aumento en la producción. El garbanzo necesita para su vida cierto número de substancias que extrac del suelo y de la atmósfera y que podemos suministrarle en forma de abono, cuyas cantidades varían según ios casos. El nitrógeno es necesario para el desarrollo de los tallos y hojas, el ácido fosfórico interviene en la floración y fructificación y la potasa hace que aumente de peso la semilla, tomando parte en la formación de almidón y principios ternarios. Si el cultivo anterior al garbanzo fue cebada u otro cereal, bien estercolado y completado con ácido fosfórico y potasa, no necesita más que la adición por hectárea de 150 kilogramos de superfosfato de cal 18 20 y 75 kilogramos de sulfato de potasa, enterrados estos abonos con un pase de grada un mes antes de la siembra. El abono potásico no sería necesario tratándose de las demás leguminosas, pues se

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