ABC MADRID 21-02-1936 página 3

DIARIO ILUSTRADO. AÑO TR 1 GEolMOSEGUNDO. 15 CTS. NUMERO FUNDADO EL i. DE JUNIO DE 1905 POR D. TORCUATO LUCA DE TENA ABC DIARIO ILUSTRADO. AÑO TRIGESIMOSEGUNDO. 15 CTS. NUMERO LA VOLUNTAD DEL PUEBLO La soberanía nacional pide a todos obligado acatamiento. El Liberal de ayer. NACIONAL Y SOCIAL EL PROBLEMA RELIGIOSO EN ESPAÑA Amplio y complejo, como la vida misma, pues vida del espíritu es la religión; tan sólo el enunciado de las causas y el apuntamiento de los remedios excedería con mucho las proporciones de una croniquilla periodística y su obligado carácter de síntesis. Son muchos y muy diferentes los aspectos y matices que se ofrecen a la consideración del concepto de religiosidad, como creencia, sentimiento y conducta. Son muchas también y muy distintas las cuestiones que salen al paso, cuando de medir se trata el nivel religioso de una concienc. a individual y colectiva. Desde los orígenes del hecho hasta la densidad y el volumen que desarrolla, sin olvidar, por supuesto, las influencias del medio ambiente, políticas económicas y sociales. Otro tanto j) uede afirmarse de la irreligiosidad. De aquí lo funesto de aplicar un criterio simplista con ínsulas de generalización y dogmatismo, como aquel petulante de Azaña: España ha dejado de ser católica o el otro de obstinado optimismo: Somos el país católico por excelencia ¿Se ha llegado entre nosotros al sondeo y valorización, con exactitud y desapasionamiento, de la dinámica espiritual que mueve cerebro y corazón de la gran masa de creyentes? ¿Conocemos el área y la profundidad de los recelos e indiferencia con que una crecidísima porción del pueblo mira a cosas y personas de la Iglesia, en otro tiempo rodeadas de enérgica y entrañable popularidad? ¿De qué efectivos dispone la irreligiosidad contemporánea para la ofensiva descristianizadora que en combate sin tregua ni cuartel se está al presente realizando? Sin duda, el tema religioso, conflicto entre la fe y la incredulidad en frase de Goethe, que es decir disyuntiva entre las dos ¡actitudes de amor o de odio, apasiona como! nunca los ánimos, agita a las multitudes e inquieta a los Gobiernos, lo mismo en las viejas naciones que en las otras salidas del seno de la guerra, porque cada día es más forzoso el alistamiento y cada día menos posible la exención en las milicias del espíritu. Acredítase con esto el cumplimiento de las palabras de Cristo: Vine a traer fuego a la tierra y ¿qué he de querer sino que arda? y se comprueba la clarividencia de Donoso Cortés cuando comentaba la consabida observación de Proudhon: Es cosa que asombra, decía el escritor francés, que en toda cuestión política se encierre siempre una cuestión teológica a lo que nuestro gran apologista replicaba: Nada hay aquí que asombre, sino es el asombro de Proudhon; la Teología, ciencia de Dios, es el Océano a que van a parar todas las cosas Pero esta preocupación religiosa, favorable o contraria, adopta en cada país diversas formas y manifestaciones, según los grados de permeabilidad espiritual y las gravitaciones políticas, económicas y sociales sobre las guerras beligerantes. En España, dicho quedó en estas mismas columnas, del estado de posesión hemos retrocedido al estado de conquista. De una sociedad constituida y oficialmente gobernada según los principios de la religión y da la moral católica, estamos pasando a una sociedad que sistemáticamente excluye de su ni malogrado Jacques Beinville escribió, hace ya unos treinta años, en el primer número de L Action Fran aise diario que las Aunque demasiado precipitadamente, por luchas de los decenios venideros se desarro a fuerza imperiosa de las circunstancias y llarían alrededor de los cenceptos: naciopor motivos que conocemos todos, se ha re- nal y social Que ello sea agradable o suelto la situación política en la única forma no, deseable o no, añadió, nada cambiarán que era posible hacerlo después del resulta- al hecho. Nacional y 1 sociaj, lo demás es de do de las elecciones. Se ha otorgado el Po- escasa importancia. der a la persona designada por el grupo Los políticos de hoy deben tener en cuentriunfador como su representante genuino. ta los dos conceptos. Un programa nacional Era lo lógico, lo natural, lo que democrática sin contenido social recuerda el risorgimeny constitucionalmente tenía que suceder. Así to de hace un siglo contra la Santa Alianza se gobierna en los pueblos civilizados, de de Metternich. Y un programa social, seesta manera se procede en los países que parado del genio nacional, aparece como una han tenido la suerte de otorgarse un régi- supervivencia del materialismo histórico de men de libertad y de democracia. Esa es la Marx. Los triunfos de Mussolini, Hitler y democracia, esa es la libertad: sumisión y Oliveira Salazar se deben principalmente al respeto absoluto a la soberana voluntad del haber combinado las ¿los ideas, los dos ideapueblo. Congratulémonos de que esta verdad les del hombre de nuestros días. El poder las incontrovertible se haya incrustado en los ce- proclamarse patriota. in olvidar y elnecesidades de las masas proletarias poder rebros españoles. Pero no de manera mo- luchar en un sindica sin la sensación dementánea, circunstancial y transitoria, sino gradante de ser un s h- patria. Nacional- sodefinitiva y para siempre y aplicada por cialismo o nacional- sindicalismo es la gran igual para todos. Hay que saber ganar, pero corriente de nuestra época de la rebelión de también hay que saber perder. Hay que ha- las masas. cerse a la idea de que los tiempos cambian y Se objetará que el comunismo que ha las circunstancias varían. Ha sucedido siem- triunfado en Rusia es internacionalista. pre en todas partes. Son flujos y reflujos de Error profundo. Lo mismo que la revolulos pueblos a que la Historia nos tiene habi- ción francesa, sin darse cuenta apenas, hatuados. En todos los países del mundo hay bía creado el patriotismo francés y el naunos fondos sociales anodinos e indetermi- cionalismo contemporáneo en general, de la nados que, por ser precisamente los que tie- revolución rusa- -por las guerras civiles connen un peso específico en la marcha política, tra los blancos, la campaña militar contra inclinan con su influencia decisiva la balan- Polonia y la resistencia al avance nipón- za de los acontecimientos nacionales, difi- ha surgido una Rusia proletaria, pero procultan la consolidación de los Gobiernos y fundamente nacional. -Cada día se habla más alteran la constitución de las Cámaras con de la Patria y si en los demás países la prosus aparentes contradicciones. Estas masas paganda comunista se desarrolla con un leoscilantes que nadie sabe concretamente quié- ma antipatriota y antimilitar, en la Rusia nes son y que lo mismo se mueven de un lado soviética todo es militarizado, se envuelve que de otro, son las que trajeron la Repú- al Ejército (el mayor del mundo) de un la diplomacia blica de abril, y las derechas del año 33 y respeto casi supersticioso yun Estado más está a al volverán a traerlas en cuanto pase esta rá- rusa de una idea servicio de Si los obreros que cosmopolita. faga de locura que las ha perturbado. Lo supieran ver con claridad lo que pasa en que hace falta es que cuando eáto ocurra, que Rusia, serían patriotas, más patriotas aún ocurrirá seguramente, y acaso mucho antes que los ricos, porque si el gran capital es de lo que muchos imaginan, porque en polí- vagabundo, el bienestar de la gente modestica, como en la lev del péndulo, todo movi- ta está ligado indisolublemente al país en miento en un sentido es precursor de otro que ha nacido. El obrero puede emigrar igual en sentido contrario, la gente se dé diráse. En efecto, podía emigrar cuando en cuenta de que hay que respetar la soberana las dos Américas había tierras libres, pero decisión del pueblo, expresada en las urnas, esta época ha pasado para siempre. Hoy, lo sea la que fuere y del lado que se incline. mismo el intelectual, que el artesano, el obreLo ha proclamado ayer, entusiasmado, un ro y el campesino tiene que buscar acomoperiódico de la izquierda en la exaltación do en su suelo notal. El proletario no puejustificada del triunfo: El pueblo es so- de ser antipatriota, sin hacer un gesto suiberano del pueblo dimanan todos los pode- cida y, por otra parte, no puede haber pores y ante un mandamiento de soberanía es lítica nacional sin contenido social. Es inpensar en una patria fuerte sin una claobligada la reverencia de todos, desde los útil obrera satisfecha y de sentimiento nase más altos hasta los más bajos. En efecto; cional. éste es el criterio, el vcidadero criterio libeEl coronel Franco justifica su levantaral, constitucional y democrático. Pero igual para todos y de una vez para siempre. Si miento acusando al régimen derribado de se hubiera aplicado por altos y por bajos haberse olvidado- -tras de una guerra viccon a misma rigidez con que se aplica aho- toriosa- -de los derechos económicos del puera, la mitad de ias cosas que han pasado no blo; es decir, de haber practicado una política nacional más antisocial. Y ésta es una hubieran sucedido. fórmula de tiempos pasados. PEDRO MATA ANDRÉS REVESZ