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ABC MADRID 04-02-1936 página 26
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ABC MADRID 04-02-1936 página 26

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. MARTES 4 DE FEBRERO DE 1936. EDICIÓN DE LA TARDE. PAG. 26 El Cid, mozo Por arte de magia, el pintev verbal nos traslada a una aldea castellana, burgalesa, tan humilde como ilustre, pues en una de sus casas nació el Cid. Nos encontramos, en efecto, en Vivar, con su iglesia de San Miguel, su convento de Clarisas y sus molinos. Alsrumor del agua del Ubierna se mezcla el del Romancero. Diego Láinez, afrentado por el conde Lozano, tienta a sus hijos, mordiéndoles un dedo. En la obra de Guillen de Castro es distinta la causa y la ocasión del agravio al inconsolable anciano, pero idéntica la prueba, y el resultado idéntico, pues sólo Rodrigo se subleva y enfurece, con lo que el padre cree asegurada su venganza. Nuestra juventud tiene que ser como el Cid en sus mocedades. España, profanada, ultrajada, necesita de sus cachorros. No la abandonarán. Dichosa edad esa en que se sueña con la muerte, y si por acaso llega, truécase en inmortalidad que enamora, como la del Doncel del célebre sepulcro de Sigüenza. Nunca jamás tuvo la Patria juventudes como las actuales. Carecemos, salvo en actividades y disciplinas que no atañen al gobernar, y salvo excepciones rarísimas, délas grandes figuras del procerato. ¿Qué se hicieron, desde Trajano a Isabel, desde Viriato a Gonzalo de Córdoba y el duque de Alba, desde CisnerOs a Jovellanos? Pero difusa descendencia suya son los jóvenes de la Juventud de Acción Popular, de Falange, de Renovación y del Tradicionalismo. Y no menos interesantes los socialistas y los sindicalistas, cuyo corazón habrá que conquistar. He ahí una empresa embriagadora. Y a este propósito, refiere García Sanchiz lo que le ocurrió una vez en la Casa del Pueblo de Madrid, en cuyo teafro disertó con motivo Federico García Sanchiz le informa acerca del peligro que corren: su bien ganada hacienda, su hijo, la aldea, los amigos, los criados, su perro, su hurón atrevido... de una función benéfica, y la legión veinteañera, que le odiaba, acabó aplaudiendo un himno a las glorias nacionales. Marta y María Nueva mutación. Betania- -lugar de las palmeras- -al pie del Monte Olívete, frente a Jerusalén. Cuando Jesús, fatigado de la jorEl caballero del verde gabán nada en los alrededores del templo, de las Cambio de decorado. Estamos en la Man- bellaquerías y las crueldades de sus enemicha. Es aquella tarde en que Don Quijote gos, abandonaba al crepúsculo la ciudad, ératrabó amistad con el jinete aquel de la tor- le grato encaminarse al palmeral, y allí, en dilla. Se recordará que hubo la aventura de una de tantas viviendas de roca y de adolos leones, con no poco sobresalto del ha- be, perfumada, como todas, por el vaho de cendado, tan ajeno a la caballería andante los hornos rústicos, dejábase envolver en las que no admitió para su armario de libros solicitudes, tan diversas, de las hermanas ninguno en que se tratara de Amadises y Es- de Lázaro, Marta, la hacendosa, y María, plandianes. Por último, la casa ancha y bien con su bello nombre que significa: mirra abastecida del rico lugareño, y allí una subs- del mar, amargura del mar. tanciosa hospitalidad, el paraíso de Sancho. Pues, tú, Marta, si vencieran esos revoluSi a los muchachos dijo el orador coplas cionarios, que ni siquiera se parecen a los y otros lirismos, incitándoles al sacrificio, demás revolucionarios, no podrías distribuir habló, por el contrario, con las más sensa- la ropa blanca en las alacenas, acariciándotas razones al caballero, qije según el testi- la al extenderla, ni fregotear los cobres, ni monio cervantino tenía un gabán verde y probar las salsas de tus ollas, ni regalar con cincuenta años. El perfecto burgués de nues- chocolate crudo a los niños, ni encender vetro tiempo, y quién sabe si hasta con su cal- las en las tormentas, ni conmemorar con miva, esa hipoteca sobre el esqueleto. sas el aniversario de los padres, ni rubori- Un burgués. Tipo que ridiculizaron los zarte pensando en la posible boda con un bohemios del siglo pasado, mas al que hay hombre de bien. que reivindicar ahora que está amenazada Y en cuanto a ti, María, no sueñes en que la sociedad que se apoya en sus cualidades. ibas a seguir soñando. Una vez, Marta se Representa el orden, el trabajo, la econo- quejó de que mientras ella trabajaba y más mía y la sencillez, el respeto a cuanto con- trabajaba, tú permanecías en éxtasis escusidera superior a su nivel en lo material y chando a vuestro Jesús. Y el Señor replicó: en las cosas de la inteligencia. Inútil, eso sí, En verdad, mucho te afanas, Marta, pero pedirle heroísmos. No insensible, sin embaT- de las. dos, tu hermana lia elegido la mejor go, a una cierta poesía doméstica, y 1 con un parte. ¡Ay, y cómo te harían pagar, si ellos seguro instinto de conservación. triunfasen, ese privilegio! ALIVIA LINIMENTO RÁPIDAMENTE EL DOLOR No- sufra más. 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