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ABC MADRID 03-02-1936 página 44
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ABC MADRID 03-02-1936 página 44

  • EdiciónABC, MADRID
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FÚTBOL UNA SOBERBIA ACTUACIÓN DE LOS DELANTEROS DEL MADRID, TRAS LA QUE ESTE EQUIPO SE RATIFICA EN SU POSICIÓN DE LÍDER DEL TORNEO Vencidos nuevamente el Sevilla y el Athletic de Madrid, estos clubs tienen cada vez más probabilidades de descender a la segunda división. El Athletic de Bilbao, vencedor del Oviedo, sigue a la caza del Madrid Balance Parecerá prematuro hablar del término del campeonato cuando estatuas en el comienzo de la primera vuelta. P: ro seríamos insinceros si no sentáramos la conclusión tras de las últimas actuaciones de los madridistas, que será difícil que ninguno pueda arrebatarles el titulo en la actual temporada. La demostración del domingo no deja lugar a dudas. No es que el Hércules haya hecho un mal partido- -que de eso se tratará en la correspondiente reseña- sino que los delanteros del equipo merengue constituyen en este instante la mejor línea ofensiva que hay en España; y aunque algún rival pueda acertar con la red del Madrid, ese mismo afortunado no se irá sin tres o cuatro tantos. Con lo que, al final, el éxito definitivo de los merengues resulta indudable. La escolta del Madrid será el Athletic de Bilbao; y por su esfuerzo vendrá los únicos peligros que le puedan llegar, puesto que sólo le lleva un punto de ventaja. El reciente éxito de los leones sobre el Oviedo demuestra que, como siempre, los athléticos reñirán con todo su esfuerzo hasta la última jornada, para tratar de alearse con el título de campeones, del que los astures ahora se han separado tanto. Por el otro lado de la lista clasificadora, los riesgos se ciernen cada vez más amenazadores sobre el Sevilla y el Athletic de Madrid. Aquel punto que los rojiblancos se trajeron de la capital andaluza indujo a soñar con ciertos optimismos que esta semana, ante el triunfo del Valencia en la propia cancha del Sevilla, se esfuman rápidamente. Porque no se puede dudar ya de que el Sevilla está condenado al descenso; pero el otro puesto que ha de vacar ha sido esquivado heroicamente en esta jornada por el equipo de Mestalla. No está todo perdido. Pero será menester un esfuerzo desesperado para que el Athletic pueda enmendar el torpe rumbo en el que está lanzado. Los restantes resultados, además de normales, alteran poco la clasificación que dejáramos establecida. El Racing Club sigue siendo uno de los Clubs más peligrosos eti su campo y fuera de él; y el Barcelona, vencido al comienzo de la Liga, por su éter no rival, se ha tomado en Las Corts la revancha de aquel fracaso. El torneo es largo y aún pueden surgir sorpresas. Pero no las esperamos. La suerte de la Liga depende de las botas de esos tres delanteros que ha iundido en un bloque magnífico el Madrid F. C, y que si no se quedan descalzos, serán campeones de España. A la espectativa del menor descuido seguirá el Athletic de Bilbao, que a medida que recomponga sus jugadores, será un aspirante más Peligroso. De suerte que la auténtica final puede v debe jugarse en Chamartín, cuando los leones tengan que devolver la visita a los madridistas. En el centro, un puñado de clubs seguirán trangüilamente viviendo de las victorias en casa y, por la- cola, los dos citados proporcionarán las jornadas más emocionantes con sus heroicos esfuerzos para escapar a h mala suerte Resultados Madrid F. C. -Hércules de Alicante... Athletic de Bilbao- Oviedo F. C F. C. Barcelona- Español de Barcelona. Sevilla F. C. -Valencia F. C Racing Club- Athletic de Madrid 5- 1 4- 2 2- 0 1- 2 5- 2 Clasificación J. G. E. P. F. C. P. Madrid Athletic Bilbao Racing Barcelona Oviedo Hércules Betis Osasuna Valencia Español Athletic Madrid Sevilla 12 12 12 12 12 12 12 1 12 12 12 12 12 9 o 3 41 i3 18 8 I 3 34 18 17 8 o 4 37 26 16 8 0 4 32 15 16 5 3 4 40 3i 13 6 i 5 17 20 13 6 i 5 19 30 13 5 0 7 30 29 10 4 2 6 io 24 10 4 0 8 20 29 8 2 2 8 15 33 6 1 2 9 12 33 4 Madrid F. C, 5; Hércules de Alicante, 1 Fútbol al cuarto de hora. -Los espectadores que llegaran tarde a Chamartín no se explicarían claramente aquel 3- 0 en el marcador. Porque luego el encuntro, de superioridad absoluta de los locales, careció de emoción precisamente por esa diferencia de autoridad, semejante a la que va del profesor al discípulo. El entusiasmo, la juveij; ud, la decisión de los muchachos alicantinos se había jaleado tanto a través de este campeonato, que la expectación creció como si se tratara del Athietic bilbaíno. Un lleno absoluto, centenares de expedicionarios, banderolas a grane! un tren especial, y para que nada faltara, hasta ese grito de guerra, que, en vez de ser ¡ra, ra ral, ahora f ecía ¡Ñér- cules! Los temores llegaron, sin duda, a los confiados madridistas, que se resolvieron a emplearse a fondo pronto, para evitarse disgustos. Tan pronto, que al cuarto de hora no tenían nada que hacer: tres qoals en el marcador, el bando alicantino a la deriva y los merengues ofreciendo la maravilla de sus destrezas más pulidas, ayudados por un fuerte viento, que filé el auxiliar precioso desde los primeros instantes. Esto es lo que se llama fútbol al cuarto de hora, para evitar complicaciones en la hora y cuarto restante. La lección desde el ángulo opuesto, Era. lóííica la desolación en el campo alicantino al concluir el match; aunque los acentos de protesta resultaran un poco exagerados, Todas las virtudes que s han cantado a propósitr del Hércules resultan ciertas... a medias. Lo único que fallaba, en realidad, para contrastarlas, era la presencia de un enemigo que fijara exactamente aquellos valores. Ahora ya saben a qué atenerse los entusiastas alicantinos, y tiene término de comparación que en ve: de defraudarles, halir! n de contribuir a estimularles. No hay por qué rasgarse 1 las vestiduras, ni mesarse los cabellos; es más fácil, probablemente, tratar de imitar ese juego, que le ha robado tantas ilusiones. Y si no es fácil, con el afán puesto en la superación, se pueden acometer las jornadas venideras en busca de nuevos triunfos, porque, desgraciadamente, en el contorno peninsular no hay muchos equipos como el Madrid. Más bien se puede afirmar que está solo... Un goal cada cinco minutos. -Casi completo otra vez el bando madridista: y enfrente, los once mejores de que disponen los herciLÜanos. Pero cuando el ataque central esta en vena de iuego y se lanza al asedio, nos parece que hoy no hay conjunto español capaz de resistirle. Es una vanguardia completa y maravillosa, con una eficacia rotunda en todos los pies, cuyo único defecto podría ser, acaso, el apetito desordenado de alguno de sus elementos, que, como Sañudo, no cede el balón, frente al marco, a ningún compañero, por mejor situado que parezca. Pero esta codicia añade interés v exaltación a la labor de ese quinteto que frente al guardameta no desperdicia una sola oportunidad. La rapidez vertiginosa de los primeros instantes llevó un peligro inminente ante cada puerta, y a los tres minutos, en un centro de Emilín, entró valientemente Sañudo al remate, y su cabezazo envió la pelota ál marco, de donde la devolvió el portero en colaboración con el poste. Pero el delantero centro había quedado lesionado en la cara, mientras continuaba la jugada, que Lecue rubricaba con un disparo magnífico, que era el primer goal. Hubo de suspenderse el match unos minutos para atender al delantero madridista, que tenia una herida en la cara; pero el muchacho volvió casi en seguida al campo, para actuar eficazmente. Cinco minutos después, en pleno asedio de los centrales, cuyos interiores desbordaban constantemente a medios y defensas contrarios, Kelemen escapó por la línea, y cerca de kick, centró muy cerrado, para que Sañudo, colocado cerca de la puerta, rematara fácilmente con la cabeza el segiir lo goal de la ta de. Inútilmente p: candieron ios alicantinos romper en este plazo el engarce asombroso de íes madridütas. Las jugadas perfectas, crnr uidas con -cidos disparos de un inferior u otro, continuaron llega. iJo materaáttcaminte ante el i rco de r érez, que nos pareció impresioi sdi y ner io o. A 1 catorce minutos, una de esas embajadas llevó a la casilla alicantina el tercer goal adverso. El descenso de Emilín salvó el obstáculo del medio para centrar sobre el marco; detuvo y rechazó flojamente el portero y recogió Sañudo, para lanzar un disparo muy fuerte. La nueva intervención del qoalkeeper sólo consiguió desviar un poco la pelota, y entonces Kelemen, oportunista, ayudó a la pelota a buscar refugio en la red. Tras este excelente cuarto de hora, el Madrid aflojó, al propio úempo que el Hércules se crecía. Los delanteros forasteros nos demostraron que no era un mito lo de su codicia, pero apenas si lograron, en alguna rara oportunidad, ofrecernos la prueba de que también saben disparar. El extremo derecha fue la excepción, que obligó a Zamora a. desviar a comer una pelota, y peco después, Blázquez no pudo disparar, porque Ricardo se lanzó a sus pies con decisión. Pero no hubo más goals en esta primer; parte. La exhibición madrid sta ganó otras veces el terreno contrario, en el que la co dieja de los backf se hnsuso. Y del lado

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