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ABC MADRID 29-01-1936 página 27
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ABC MADRID 29-01-1936 página 27

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC. MIÉRCOLES 29 DE ENERO DE 1936. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 27, nanza y sale la comitiva bajo el pórtico gótico. Un piquete; inmediatamente después, los cuatro más ancianos pertenecientes a la Orden de la Jarretiera; detrás, el armón de Artillería sobre el que descansa el féretro, arrastrado por 120 marinos, como en desembarco. En seguida, el nuevo Rey, y he aquí el milagro. ¿Quién encontraría en su aspecto sereno y severo, consciente de su divino papel de símbolo de un pueblo, señor de tantos pueblos, a aquel príncipe del Norte, rubio y frágil, que deshojaba una rosa en su litera de esmalte? Detrás, los príncipes de No sólo en los confines del Imperio Bri- ber, ternura y humanidad, por su patriotis- sangre; los Reyes que han acudido a la cetánico sino en todas las naciones civiliza- mq y por su valor a troves f de todas las remonia; el presidente de la República frandas se ha sequido ayer con emoción y res- tribulaciones; que los cialis as son- léala cesa. Un gran espacio, y aparece la carroal nuevo Rey, por quien siente el pueblo peto profundos el solemne traslado de los za de la Reina viuda, sola en su dolor. A la restos del Rey Jorge V desde el milenario igual amor que sentía hacia su padre, y gue zaga, y como dándole escolta, los jefes de les consta gue Eduardo VIII servirá a la salón de San Esteban, en el Palacio de V estlas misiones extranjeras. En primer lugar, nación con cualidades idénticas a las Que minster. a SH último lugar de descanso en el decano, embajador del Brasil; el minishonran la memoria de Jorge V. la cripta del castillo de Windsor. La radio tro de Estado de España, Sr. Urzáiz, y el ¡Dichosa Inglaterra que en sus momentos embajador del Japón. Más carrozas, conduha transmitido el estampido del cañón, el de dolor más intensos puede afrontar el pordoblar de las campanas, las voces de mando ciendo a princesas de la familia; doña Beadadas a las tropas que cubrían la carrera, venir unida y confiada bajo un régimen de triz, doña Victoria de Battenberg; la herelas frases que describían el paso del fúnebre continuidad y grandezas! -Luis A. BOLÍN dera de Holanda. cortejo por la gran ciudad de Londres y por Diez kilómetros de recorrido, en medio del la pequeña villa de Windsor y las palabras más imponente silencio, entre miles de alde la oración fúnebre pronunciadas en la camas, sólo perturbados por el son acompapilla de San Jorqe, la de los Caballeros de la sado de los pasos y las salvas de ordenanza. Jarretiera, para ensalzar a un gran Rey e La tierra vuelve a! a tierra A la una de la tarde ha salido el tren fúimpetrar la misericordia divina en favor del Londres 29, 1 madrugida. (Crónica tele- nebre de la estación de Paddington para la alma de un hombre que supo servir a su fónica de nuestro enviado especial. Ayer capilla de Windsor. Dignos funerales estos país v mereció bien de su patria. Todos los corazones nobles se han unido a esa plega- mañana se ha celebrado el entierro de los de un Emperador. En el coro gótico que mar 1 estos del Rey Jorge V. Desde las seis de ca el centro de la iglesia, sentadas en los ria y han sentido juntos la admiración por la madrugada, en lo acotado de la can- era, sitiales, están la Reina, las princesas, los la grandeza de un reinado ya extinguido y se agrupaba la multitud buscando un sitio altos dignatarios, aguardando la llegada del por la incomparable dignidad con que de para presenciar la ceremonia. Sigue el si- cadáver, que entran sobre sus brazos, atiaacuerdo con antiguas tradiciones, escrupulolencio un silencio meditado y consciente, vesados de hombro a hombro, ocho granasamente cumplidas ahora, inicia el reinado deros de la Guardia, depositándolo, mientras nuevo y se mantiene la continuidad de la sin prisas, sin impaciencias. Y así, hasta las nueve, en que comienza a movilizarse el mun- comienzan los ejercicios divinos, sobre una Monarquía; la simpatía más viva hacia la do oficial, los palatinos, las misiones extran- plataforma central. Cesados los cánticos, el atribulada Reina, modelo de esposas, de majeras, las representaciones del Ejército. A obispo de Londres, acercándose al féretro y dres y de Soberanas, y hacia el Rey Eduarlo largo, la carrera ya está cubierta por la arrojando sobre él ceniza, polvo y tierra, do VIII y sus hermanos los príncipes de guarnición. Primero, los marinos, que ha- exclama: La ceniza se convierte en ceniInglaterra. cen la guardia de honor, ya que marino, por za; el polvo, en polvo; la tierra vuelve a la El servicio más trascendental prestado a la Gran Bretaña por Jorge V, gue supo pres- encima de su alta jerarquía, era el Rey muer- tierra. to; luego, los granaderos, con sus altos goExtraño y único pueblo éste en que la tar tantos y tan grandes a su nación, ha sido rros de pelo; los escoceses, con sus faltri- vida y el Poder modernos no han podido el de elevar el prestigio de la Monarquía quines multicolores; las tropas coloniales... borrar las huellas de la sangre anticua. El inglesa al más alto nivel jamás conocido Todos, en firmes, rígidos, inmutables, las féretro comienza a descender, con lentitud, por ella. Hace poco más- ie medio año el hacia el foso donde ha de quedar depositainundo entero vio cómo Inglaterra, y con armas rendidas y la cabeza abetida. A la hora fijada- -diez menos cuarto- -sue- do eternamente... A lo lejos, bajo la caricia ella el Imperio, conmemoraba las glorias de de un sol inseguro, se oyen las gaitas de un reinado gue durante el transcurso de un na el carillón de la torre de Westminster. Se abren las puertas entre las salvas de orde- los escoceses, dando al viento la triste salcuarto de siglo había vencido y triunfado modia de las canciones favoritas del Rey sobre todas las vicisitudes y sobre todas las muerto... -S ALAZAR. catástrofes. Una misma emoción monárqui- SEIS REYES, T R E S REINAS, NUMEROSOS PRINCIPES Y UNA M U L T I T U D INMENSA HAN ASISTIDO AL ENTIERRO DE JORGE V naciones el Imperio que ti Un gran Monarca en una Rey supo, yinterpretar la estáv unidos, su- país, voluntad de y que triunfó a lo larqo de su reinado por gran Monarquía sus cualidades de desinterés, devoción al de- ABCen Londres ca y patriótica, en la que la tristeza se mezcla a la ves con el orgullo y con la confianza serena en el porvenir, c. ielve a unir en sólido has a las naciones del Imperio y a los hombres gue lo componen. Porque ha muerto el Rey y porque empieza un reinado laten al unísono los corazones de los habitantes de Londres, los de los humildes ganaderos dz Nueva Zelandia o de Australia, los labradores del Canadá, los marinos a bordo de buques que navegan por los mares más apartados. Otra vez está unida la nación; más firme que nunca se alza el Imperio por haber sentido amor y lealtad al Monarca que se va y al Monarca que llega. Y así vemos unidos en el Parlamento de Weshninster a los lores y a los comunes elevando im mensaje de lealtad al nuevo Rey. Y vemos cómo el Sr. Baldwin convierte su discurso necrológico en un canto a la Monarquía, en el que hay frases tan elocuentes como, ésta: Nuestro sistema asequra una estabilidad al cuerpo político, que casi todos los países darían cuanto tienen por poseer. i; Cuánto más fácil es establecer en una Momarquía las ventajas de una República, que conseguir en una República las ventajas de una Monarquía! El poder de la Corona no descansa sobre la fuerza; es un poder moral cflUe extiende su influencia no sólo sobre el Im e Británico, sino sobre el mundo entero... Y a continuación vemos que se levanta en su escaño el jefe de los socialistas para si tiene La ceremonia del entierro Solemne traslado del cadáver Londres 28, 11 mañana. El pueblo inglés, al que se han asociado las más altas representaciones de todos los países del mundo, ha rendido esta mañana el último homenaje al Rey Jorge. Desde la madrugada, en el recorrido de seis kilómetros de largo de Westminster Hall hasta la estación de Paddington, centenares de miles de personas habían tomado puestos para presenciar el desfile fúnebre. Mientras formaban los 11.000 soldados de todas armas, en filas a ambos lados de las calles, las campanas tocaban a muerto. El tiempo era típicamente londiiuriíe, con ciclo bajo nublado, bruma y viento. De acuerdo con el programa, a las nueve y cuarenta y siete del Westminster Hall, salió el ataúd llevado a hombros, para ser conducido al armón de artillaría que fue utilizado en los funerales del Rey Eduardo VII y de la Reina Victoria. Inmediatamente detrás del ataúd seguía solo el Rey Eduardo VIII. Sobre el ataúd había sido colocado el estandarte real, y encima la corona, el orbe con su cruz y el cetro de oro. Una sencilla corona de flores había sido también colocada sobre el ataúd. Al trasladar los restos al armón, las tropas presentaíon ar- maríirízadoras que la molestan e inquietan con sus dolores violentos seguidos a veces de nauseas y vómitos, debe V. saber que tus padecimientos son de origen netamente a r t r í t i c o por lo que debe atenuarlos y curarlos con la toma de Urodonal que efectúa un filtrado perfecto de lo sangre al provocar una abundante eliminación de uraíos, haciendo ceder estas desagradables manifestaciones de artritísmo evito los dolores porque disuelve el ácido úrico decir gue la Cámara está unida, que las jJIfl Resolved vuestros disgusB S IS tos sin litigios, con fórÜ Üs mulas jurídicas. Despacho Auxiliar de Notarías. Plaza Je las Cortes; 4. Teléfono 25548.

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