ABC MADRID 07-01-1936 página 49

no Regueiro; un interior izquierda, ¿por a preocuparnos seriamente. La culpa la tuvo qué no Lecue? en la otra ala. ¿Por qué no Pacheco, ese portero que se revelo como un fenómeno y al que batir no es fácil. Estuvo con Emiiín, del Madrid, ala completa? paLa retirada de Gárate, que, sin ser un tan bien colocado, con tanta vista; hizo que extraordinariamente buenas, Chirri ¡descúbranse! nos pareció un radas tan elementos de comparación que los sin otros btnn elemento, influyó, desde luego, en el recogidos ayer en Buenavista, Pacheco es el bajón que tuvo el juego de ataque athlétjco mejor portero de España. en la segunda parte; pero no fue decisiva ¿Cómo, si no, después de aquella primera para el resultado, que hubiera sido, poco más o menos, el mismo. El Athletic, vién- parte en que el Oviedo jugó mucho, iba a dose completo, hubiera hecho un juego más cambiar el panorama en el segundo tiempo, abierto y de ataque, y el Barcelona, sin ta- en que el ganador ha tenido genialidades, pones en la meta de Blasco, hubiera podido nada más, porque su calidad en conjunto no rematar con menos obstáculos y dificultades. mejoró la de la primera fase? Quede, pues, Dominó el Barcelona rotundamente enton- bien sentado que Pacheco fue el mejor de ces, pero ya es hora de que empecemos a los veintidós. considerar que el dominio es uno de los Ya que estamos con los madrileños, promayores estorbos del fútbol bueno, del que sigamos con ellos. Luego de Pacheco, Ipiña. se juega con buena línea delantera, como el En toda la tarde no decayó un momento ni Barcelona en este partido. El dominio podrá en el ánimo ni en la calidad. Si la línea de tener toda la fuerza moral aplastante que se ataque jugó algo a él se debe, y muy mal le da corrientemente, pero si en los que se secundado, por cierto. defienden de él figura un Muguerza, una Marculeta sabe mucho por viejo, y Gabipareja de defensas como Zabala- Oceja y un rondo hizo pareja adecuada con él, sin que gran meta como Blasco; si ese dominio lo ninguno de los dos llegase a ponerse cerca sufre un equipo vasco, que se defiende a de Ipiña. Los dos defensas, acertados y tralo vasco más aún: a lo Athletic el do- bajadores. ¿Por qué mejor Mesa? Porque minio se convierte en arma contraria a Emiiín, el hombre frío, da más oportunidaquien lo ejerce, porque se gasta en él esté- des, si bien dé muchos sustos cuando se desrilmente y en una escapada del adversario, prende; pero Alejandro no estuvo menos maniobrando en campo despejado, puede ve- afortunado. nirse abajo ruidosamente la armadura de En la línea de ataque sobresalió la volunrascacielos de sus jugadas, como removidos tad de Stomba; estorbó muchísimo y resissus cimientos por un súbito terremoto. Esto tió todo el partido; de eficacia anduvo sin no ocurrió, porque el Barcelona tenía el do- fortuna. Elícegui, sin grandes demostraciominio de una gran línea de medios y un no- nes, fue el mejor. Mal Marín, regular Arentable trio defensivo, enérgicos y duros, se- cibia y alocado y sin eficacia Rubio. cos, como conviene para dar la réplica con tuvimos éxito al juego impetuoso y seco del Athletic. la En el Oviedo entendió la sorpresa de que defensa se maravillosamente, Y esto fue el partido, limpio bajo! a di- cruzándose con acierto y cubriéndose con rección de Escartín. Al Athletic le faltaba fortuna. Dióles mucho que hacer Ipiña, sitambién Cilaurren, uno de los elementos que quiera por las veces que puso en juego a los más echamos de menos, pero conserva un interiores y extremos. No poca suerte ha buen medio centro en Mugucrza, tiene un sido ver que la línea de medios sostuvo una gran defensa en Oceja y se le ha recupera- discreción aceptable; Gallart fue, de los dedo Blasco, por quien, si la suerte hizo mu- lanteros, el que más brío puso en la contiencho, también hizo su clase. Solamente en da, y Lángara cuidó como un padre de todos un remate fusilado de Vantolrá pudo con- y produjo serias preocupaciones a Pacheco. siderarse únicamente apoyado por la suer- Emilio apático, muy apático. Herrerita dete. Se había caído y le rebotó la pelota en masiado snobista el domingo, hizo tonterías el cuerpo, quedándose enredada en sus pier- imperdonables, a pesar de la eficación de algunas intervenciones. Casu; o sufrió acomeaias y brazos. que le obligaron r cortar su Luchando con la defensiva athlética, el tidas peligrosasporque terminó muy doloriataaue barcelonés no encontró nunca facili- acometividad, dades. Tampoco las tenía en la forma de do de una pierna. Sin embargo, Casuco es Escola, que reapareció sin brillantez; pero Casuco. Se inició jd ataque por parte ¡el Athlétic, Fernández y Raich. superándole éste en la segunda parte, y Vantolrá, actuando tam- que obligó a ceder un comer. Luego de un bién bien, de vez en cuando, Tonedeflot, avance de Gallart, se tiran dos córner; conno cejaron en el cerco, y al fin, triunfaron, tra los madi ileños. Una jugada de Lángara con mucho desgaste de energías, pero mere- para t. 1 remate malo de Casuco, y con otra cidamente, por 2- 0, entrado el primero por intervención de Lángara se luce Pacheco, Raich, de un gran tiro, y el segundo por aunque hace córner. Otro éxito Jo Pacheco Escola en un shot raso, muy cruzado, que a un chutazo imponente de Lángara, y con le sirvió Vantolrá, a los seis y a los treinta otro comer contra los blanquirrojos pasay cinco minutos de la segunda parte, res- mos al campo del Oviedo para que se sucedan dos comers seguidos, como consecuencia pectivamente. Difícil nos resulta juzgar al Athletic de de dos apretones por ambas alas. El primer goal a favor del Oviedo es conesta r temporada por la alineación que presentó. Pero, desde luego, no es aquel Athle- secuencia de una mano dada por Mesa. Sacó tic... Aquel de la mejor defensiva en el ata- Emiiín el castigo, y Lángara, de cab I a, lleva la pelota a la red. que. Nuevo asombro producido por Pacheco Escartín... Escartín. Barcelona: Iborra; Zabalo, Areso: Ar- en una cabeza de Herrerita a un metro. Regfemí. Berkessy, Balmanya; Vantolrá, Raich, pliégase el Oviedo, acosado seriamente por Elícegui, y hay un córner contra los azules. Escola, Fernández y Torredeflot. Serios para que Athletic: Blasco; Zabala, Oceia; Zubie- checo se ataques del Oviedo en especial Paluzca nuevamente, en ía, Muguerza, Roberto: Calvo, Iraragorri, un tiro dificilísimo de- Lángara. Echevarría, Gárate y Elices. -Ors. Un comer contra el Athlétic. Otro, luego, contra el Oviedo. ¡Pacheco, en un rinconOviedo, 4; Athletic de Madrid, 1 cito, atrapó un balón que Lángar; mandaba a Oviedo 5- En la piscina de Buenavista la red con fuerza! se jugó ayer este encuentro, que en Oviedo Segundo tiempo: se esperaba con interés, dado que siempre Aquí tenemos que señalar un error de Vile despertó el Athletic madrileño. llaverde, el arbitro vigués, que no cedió un Creíamos, después de desarrollarse la pri- goal logrado por Elícegui. Marín se internó mera paite del partido, que el resultado puOsear salió sin fortuna, dando de bruces, diera ser de un bajo se ore, e incluso llegamos a pelota siguió 3 Elícegui llegó con ella a la red, acosado por los defensas y medios. Villavicrde ha creído que hubo foul contra Osear. El goal era legítimo, a nuestro entender. Presiona el Athlétic y hay otro comer contra el Oviedo. Viene el segundo goal de los ovetenses, como producto de una cabeza de Herrerita, a un pase de Casuco. Otra internada de Emiiín; centra, Herrerita entra de cabeza, va al poste la pelota, y de lechazo, Lángara la mete en la red de un puntapié. Es el tercer goal. Carga el Athlétic, y pone en peligro la portería de Osear. Un comer contra el Oviedo. De salida de este comer, Elícegui, de cabeza, marca el único tanto dado por válido. Para nosotros era el segundo goal de los madrileños. Momento interesante de Pacheco; por dos veces logra evitar el goal, aunque da dos corners. Otro comer en seguida, y luego otro. Cuarto goal del Oviedo, como consecuencia de un pase de Mino a Herrerita, que lo recoge de cabeza. Otro córner contra el Athlétic; varias intervenciones maravillosas de Pacheco y finaliza el partido. Oviedo alineó a Osear; Riera, Pena; Sirio, Mino, Casi. ro: Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emiiín. Athletic: Pacheco; Mesa, Alejandro; Gabirondo, Ipiña, Marculeta; Marín, Arencibia, Elícegui, Stomba y Rubio. Racing Club, 5; Betis Balompié, 1 Santander, 6. Se celebró en el Sardinero con buen tiempo y buena entrada el partido de Liga Racing- Betis. Los eq- uipos, a las órdenes de Vallana, se alinearon como sigue: Betis. -Urquiaga; Cornejo, Aedo; Peral, Gómez, Larrinaga; Rejón, Caballero, Unamuno, Rosales y Saro. Racing. -Pedrosa; Ceballos, Ilardia; Rioja, García, Garmán; Cuca, Müucho; Chas, Larrina y Cisco. Lo más destacable de este partido fue la primera parte, de un juego magnífico, irreprochable, sosteniéndose el tren a una velocidad increíble. Los dos equipos jugaron formidablemente, echándole al match una emoción desconocida. Ha dado, desde el primer momento, sensación de más peligro el once local, que a poco de comenzar, estuvo a punto de lograr el primer tanto de un tiro imponentísimo de Chas, que pegó en el larguero. Los héticos, con un juego insuperable de perfección, se echaron sobre la meta racinguista y, a los quince minutos, un centro de Saro le aprovechó Unamuno para batir de un buen cabezazo a Pedrosa. Esíe goal aumentó el entusiasmo de los dos equipos y durante toda la primera parte vimos uno de los mejores encuentros del Sardinero. Diez minutos después, en uno dejos muchos vistosos y alegres avances recinguistas, un pase de Milucho permitió a Larrinaga marcar el tanto del empate y, osando fallaban seis minutos para terminar, un pase de Cuca volvió a permitir a Larrira g- a meter, con la cabeza, el balón en la red. Y con este resultado terminó la primera parte vque, como hemos dicho, fue de técnica maravillosa en todos los órdenes. En la segunda paite, los dos equipos, como consecuencia, sin duda, del esfuerzo realizado en la primera mitad, decayeron bastante, haciéndose un juego más lento y más desordenado que en la anterior. Después de veinte minutos de monotonía se despertó el Racing y empezó nuevamente a jugar, marcando tres tantos más, uno a los veinte minutos, de un fuerte tiro de Chas; otro, cinco minutos después, también por Chas, recogiendo un pase, y el tercero, a los treinta y dos, de un tiro fortísimo de Milucho, que a pesar de tropezar en un de- L