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ABC MADRID 01-01-1936 página 64
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ABC MADRID 01-01-1936 página 64

  • EdiciónABC, MADRID
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EXTRAORDINARIO DE A B C DE AÑO NUEVO. PAG. 64 dreSr Se trata de un hecho que, so pretexto, sin duda, de la acentuación de la miseria física, ha dejado al descubierto una extensa y profunda llaga moral, enconada por un jurado cuyos veredictos absuelven con menos justicia que frecuencia a los autores y cómplices de esta ofensiva contra el niño. Más de cuatrocientos delitos de tal naturaleza registran, con referencia a los meses transcurridos, la crónica judicial. De cómo cundió y arraigó el mal sugieren también idea las columnas de los periódicos. El suceso, que antaño era información aislada y discontinua, se ha convertido en referencia vulgar y diariamente repetido. Es la quiebra de la sensibilidad del siglo xx- ¡oh, ilustre Azorín! -un síntoma más de la decadencia occidental y el toque a rebato que en un medio acuchillado por lúgubres presagios ahoga otras sirenas de alarma. Porque ya no se trata de ese delito de rapto que turbó la paz de centenares de familias norteamericanas, sino del tormento de las criaturas, concebido y ejecutado por sus progenitores mismos. A veces, son marido y. mujer los verdugos; en otras ocasiones, el padre; ha ocurrido, en fin, el caso de que fuera la madre, única y exclusivamente ella, quien consumara el parricidio. Golpes repetidos y mortales, ayunos sistemáticos, sin otra finalidad que la inanición buscada, extrañamiento del domicilio en mitad del riguroso invierno, son la amenaza que disuade a la víctima de volver al techo familiar. He aquí lo que a diario la Prensa cuenta, los jueces incoan y el Jurado empieza a condenar, advertido por la opinión y el Poder público de los estragos que causara su anterior lenidad. Sin perjuicio de que a compás de este odio al hijo prospere en otros medios sociales el culto a la fauna doméstica. Por lo demás, ni aquella aberración ni esta extravagancia son compatibles con las corridas de toros. Coinciden en el dictamen de que se trata de un espectáculo indigno de la humanidad civilizada. En el orden moral, 1935 alumbró, por consiguiente, una epidemia mucho más depresiva y odiosa que los focos de enfermedades contagiosas que caracterizan, a los ojos del europeo, el atraso y el envilecimiento de ciertos pueblos de Asia... MARIANO DARANAS. entusiasmo del Imperio fueron portavoz millares de visitantes, venidos de las más remotas regiones. Como detalles interesantes y significativos podemos recordar que se vendieron 1.008 millones de sellos conmemorativos del Jubileo antes del primero de agosto, y que los judíos han plantado un millón de árboles en Nazaretk para celebrar el acontecimiento. Es triste señalar que a fines de este año S. M. el Rey Joi ge tuvo la pena de ver morir a su hermana, la princesa Victoria de Inglaterra. A los pocos meses de celebrar las festividades del jubileo, la Gran Bretaña desempeñaba un papel principal en un conflicto gra- FIGURAS DEL AÑO INGLATERRA TE EL AÑ 9 J 935 La vida inglesa durante el año 1935 estuvo dominada por tres acontecimientos de excepcional importancia: el Jubileo de Plata de SS. MM. los Reyes Jorge y María, las derivaciones del conflicto entre Italia y Abisinia v las elecciones generales. El primero puso de relieve la intensa lealtad del pueblo británico a sus soberanos y la ins titución monárquica, a la que debe su prosperidad la existencia del inmenso Imperio que depende de Inglaterra; y con tanto fervor se manifestaron estos sentimientos de fidelidad y afecto, que sorprendieron no sólo a los extranjeros qup conocemos de cerca al puebl inglés, sino a los mismos ingleses. Culminaron las festividades el día 6 de mavo, con ocasión del Te Deum cantado en la Cátedra de San Pablo, y curante toda la semana en cjue se verificó ese acto centenares de miles de personas, congregadas ante los balcones del Palacio de líuckingham, aclamaron a los reyes en forma delirante, i.o s niños de las escuelas públicas participaron e- estas demostraciones, v las visitas reales a los principales barrios de Londres y al Parlamento de Westminster tuvieron el carácter de desfiles triunfales, siendo realmente emocionante el recibimiento hecho a los monarcas en los distritos más humildes. Del Científicamente, aparte Juan de la Cierva en 1035, el apellido que más sobresale entre nosotros, atendiendo a lo científico, es el de Iglesias. Como en los buenos tiempos de la España descubridora y colonizadora, el capitán Iglesias se dispone a explorar tierras vírgenes y a aportar al caudal cultural de la humanidad, datos inéditos. Suya es la iniciatita de ir a las fuentes del Amazonas, suyo es el plan de ese Artabro barco que acreditaría él sólo la técnica nacional; suyo el plan, meticulosamente estudiado, para adornar con nuevos laureles la corona de España- -la corona mural, naturalmente- No le falla más Que un detalle a la expedición Iglesias: realizarse. El público, como e i los espectáculos, se impacienta y reclama: ¡Que empiece! ¿Necesitaremos decir que la culpa de que no haya ido el Artabro al Amazonas la tiene también la política? ve para la paz del mundo. Los proyectos italianos de expansión colonial no fueron vistos con beneplácito por el Gobierno británico, a pesar de que levaban la civilización cristiana y occidental a un país víctima de la barbarie más repugnante, y en el que imperan la esclavitud y la lepra. Inglaterra, que había permanecido impasible ante la actuación japonesa en Manchukuo y el conflicto entre Bolivia y Paraguay, contribuyó en no escasa medida a plantear el pleito en Ginebra; y aunque insistió en la necesidad de una acción colectiva por par. c de los Estados miembros de la Liga, actuó como fiscal, v situó en el Mediterráneo el grueso de su flota. Por desgracia, las izquierdas revolucionarias de todos los países, sin exceptuar las inglesas, creyeron. llegado el momento para ataque a fondo contra el régimen italiano, dirigido por la masonería internacional y el comunismo bolchevique. Socialistas y liberales ingleses aconsejaron sanciones militares, que podían precipitar la guerra en Europa. Prevalecieron consejos más cuerdos, al menos por algún tiempo, pero el final del año presenció un recrudecimiento del problema, motivado por la insistencia en aplicarle a Italia el embargo sobre la gasolina, susceptible de inmovilizar sus fuerzas en Etiopía. El pueblo inglés acababa de manifestarse en contra de actitudes extremas. Las elecciones generales celebradas el 14 de noviembre dieron un nuevo triunfo al Gobierno nacional; la composición de la nueva Cámara, cuyo total de seiscientos quince diputados quedó formado por una mayoría de cuatrocientos treinta y uno contra una oposición de ciento ochenta y cuatro, significó claramente que el país no quena la guerra con Italia, si bien no se mostraba contrario, por supuestas razones de índole moral y legal a censurar aquello que Inglaterra había hecho durante dos siglos, y ahora intentaban realizar los italianos. El resultado de las elecciones, precedido por una campaña electoral que acusó no sólo un orden perfecto en casi todo el país, sino cierta apatía en los electores, demostró la habilidad con que había procedido el Gobierno inmediatamente antes de consultar a la nación. Su energía en el campo internacional, matizada por las pacíficas declaraciones del Sr. Baldwin, restó fuerza a los socialistas, cuyo más sensacional triunfo fue la derrota del Sr. Ramsay MacDonald, tras una serie de mítines agitados, y los sufragios conservadores, emitidos por la mayoría del electorado, aseguraron de nuevo a Inglaterra largo período de prosperidad interior, siempre y cuando prevaleciese la moderación y la justicia en las relaciones exteriores. Consecuencia inmediata del triunfo gubernamental fue el anuncio de que Inglaterra proyecta aumentar sus armamentos. Una serie de circunstancias justifican, desde el punto de vista británico, esta importante decisión. El fracaso completo de la Conferencia del Desarme, convertida virtualmente en una asamblea para fomentar la fabricación de armas, ha coincidido con el no menos decisivo fracaso de la Sociedad de Naciones, que tras mostrarse impotente para intervenir en el conflicto de Manchukuo, o para terminar la guerra del Chaco, no ha podido evitar la invasión de Abisinia, o logrado mantener la soberanía del Negus, que ella misma está dispuesta a mediatizar. De otra parte, la revista naval celebrada en Spithead el 16 de julio último, acontecimiento de inolvidable esplendor y magnificencia, puso de relieve las deficiencias de la escuadra británica, compuesta en su mayoría de grandes unidades que han cumplido o están próximas a cumplir los veinte años de servicio, y carecen de defensas adecuadas y falta además de cruceros rápidos v pequeñas unidades en e! número y calidad q K las poseen otra potencias. No más satisíactoiio es el estado dei Ejército, insuficiente para defender las vastas extensiones del Imperio, o el da la Aviación, eficaz, pero deficiente en número de aparatos, cosa que liov se trata de remediar a toda prisa. Para los católicos ingleses, 10.3 Í ha sido un año memorable, porque ha visto la canonización de dos grandes santos de su nacionalidad, Santo Tomás Moro y San Juan Fishcr, varones eminentes por sus virtudes y su ciencia, que sufrieron el martirio por defender la supremacia espiritual pontificia y la validez del matrimonio de una princesa española. Como consecuencia del fallecimiento de su excelencia el cardenal Bourne, de venerada memoria, llegó a la Sede arzobispal de Westminster un nuevo prelado, monseñor Hinsley. El mismo año vio un aumento de ciento cuarenta y tres iglesias en 1 1 W I I 11 11 11 1

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