ABC MADRID 13-03-1935 página 10

CRITICA Y NOTICIAS DE LIBROS Castekr, hombre del Sinaí de Benjamín Jarnés ¿por J. López Prudencio. Otros libros. Con el gustoso deleite que siempre nos produce cuanto sale de la pluma de Benjamín Jarnés, hemos leído el trabajo que ha hecho acerca de Castelar. Es el volumen 45 de Vidas españolas e hispa americanas. Jarnés lo tit CASTEXAR, hombre ...del Sin El subtitulo deja ver el te que da a su trabajo nu tro escritor. N. o hace, en gor, una biografía, en el tido que consuetudinariam te suele darse a esta ps bra. Hace un detenido an; sis de la personalidad que tudia, del alcance y sig ficacióu de su obra, en el r mentó histórico en que tervirio y de la eficacia de intervención en la vida blica nacional. Lo que tif de objetivo el trabajo, el tudio analítico del personaje es realmente admirable. Con fría serenidad va levantando el impecable escalpelo de su crítica, todos los exornos ampulosos, tan del gusto de aquella época, y dejando en carne viva la desmedrada urdimbre de pobres tejidos que palpitan bajo aquella so E s T U I I O S SOBRE LA CIENCIA ESPAÑOL- A DEL nora mole, de retórica. Va ISIGLO xvii. -Los estudios que constituyen dando golpes con el martillo este volumen tienen por base las conferendespiadado de su fina ironía, cias dadas en la Unión Ibero- Americana de en las más ampulosas protu ¡Madrid, en el curso organizado para el berancias de aquellas. lujosas año 1934 por la Asociación Nacional de pompas deslumbradoras, y deDon Benjamín Jarnés. (Foto Prensa Española. Historiadores de la Clenca Española. ja al descubierto el retumEn el orden en que fueron pronunciadas bar de su hoquedad. Nadie dichas en el ha superado a Jarnés en esta implacabilidad no el- proceso deseable y, por tanto, al q u e volumenconferencias aparecen ahora por un que analizamos, precedidas inexorable para dejar desnudo el endeble se debe aspirar con buena voluntad. Y no prólogo del presidente de la República, don contenido oculto bajo tanta opulencia me- es criticable que se trate de ahorrar el trá- Niceto Alcalá Zamora. tafórica, que tuvo la virtud de deslumhrar mite doloroso de la anarquía si se columEl curso de 1934 de la Asociación de y engañar hasta al ingenio; interesado. Jar- bra practicable la arribada al orden nuevo, Historiadores de la Ciencia española fue nés lo demuestra, transcribiendo los textos ahorrando dolores y desencantos. del propio Castelar, en que él mismo apaPero este tema nos sacaría de los obliga- brillantísimo. Basta citar nombres de conrece asombrado de su grandeza. dos limites de esta breve nota, y nos limi- ferenciantes y temas desarrollados para darJarnés, en estos casos, parece sonreír, tamos a dejar consignada nuestra felicita- se idea de la importancia que tuvo. Francisco Vera disertó sobre Esquema despectivo y burlón, ante el ingenuo asom- ción al ilustre escritor por su magistral anábro- del propio valer que el gran hombre lisis y nuestras modestas advertencias sobre y carácter general de la ciencia española, en la citada época Eduardo García del manifiesta. No se. fija en que ese sarampión las obsesiones que. padece, Real versó sobre La- Medicina Armande la sobreestima de sí mismo no es excludo Cotarelo Valledor sobre El P. José de sivo de Castelar, ni murió con él. Quedan J. LÓPEZ PE, UP. ENja. Q Zaragoza y La Astronomía de su tiem ejemplares de casos bastante menos justipo Agustín J Barreiro trató de La hisficados que si a nuestro escritor no se lo toria del Nuevo Mundo del P. Bernabé (CARTAS DE NAPOLEÓN A MARÍA LUISA; -impidiera el apasionamiento de devoto los reconocería y lamentaría con la misma sor- El Gobierno. francés acaba de adquirir, por Cobo; Luis de Sosa, de Las Ciencias po- Barras na despectiva que le inspira éste. Quizá an- suma superior a un millón de francos, la lítico- filosóficas Francisco de lasque mode Las serie de cartas escritas por Napoleón a su de Aragón fundación circunstancias de San dando los años reconocerá la verdad de esta la del Colegio observación. Hoy acaso le suene esto a segunda esposa, María Luisa. Esas cartas tivaron de Sevilla Ceíso Arévalq de BerTelmo blasfemia, como hubieran sonado estas pa- fueron compradas, o substraídas, de Fran- nardo dé Cienfuegos y la Botánica de su labras suyas de hoy en aquellos días. Como cia hace muchos años. Nadie conocía su tiempo Rafael Folch Andreu, de La sonaban entonces las comedidas adverten- paradero. Y se estimaban como documentos Química José L. de Benito del Derechocias de Valera. casi indispensables, -por; lo menos, impor- mercantil Fafael Roldan de la Farmat Pero si no puede discutirse el acierto del tantisirnos, -para la biografía completa del cia Julio F. Guillen, de la Náutica Juanálisis objetivo que el ilustre Jarnés hace emperador. Autorizadamente, salen ahora a lián Zarco Cuevas del Licenciado Miguel del hombre del Sinaí, en cambio el. punto luz, y 4 e un modo simultaneo en París y en Caja de Leruela y las causas de la decade vista que adopta para la crítica de la Madrid; acaso también en algunos otros dencia de España Agustín Van- Baum- obra y del momento no es tan indiscutible, países. Ño sabemos quién las edita aquí. Lo bergher, de la Sanidad- Militar José A. Ko puede negar, después de su análisis mi- cierto es que, como en la edición francesa, Sánchez Pérez, de la Matemática EnSucioso, la feble consistencia del contenido en la de lengua española se acompañan de doctrinal, no ya del personaje, sino de toda- comentarios escritos por Charles de la Rou- rique FernandezSanz de Psiquiatría y la escuela v el momento eme él personificó oersoníficó ciére. conservador- iefe y que ciére, conservador- jefe. de la Biblioteca Pedro Novo y F. Uncarro, de la Zngeen su más brillan apogeo. P; v: ece que se Nacional de Francia. Estas notat, que. an- m e n a ría lógicG buscar la verdad sólida y efecti -a cada epístola, son teeeden o siguen- -inteReunidas todas las conferencias en un ya en la. acera de enfrente. Sin embar- resantísimas, no- sólo como aclaratorias de gran volumen que ahora sale a luz, viene go, Jarnés lo rehusa. Comprende la dificul- pasajes y como citas concretas, que desci- a ser este libro un compendio de to a la tad y se abroquela en ia disquisión profun- fran el significado. de frases y alusiones, si- ciencia con que España contribuyó en el da de Pablo. Luis Landgsberg respecto a la no también porque van trasladándonos con siglo x v n al acervo universal, padrón de trayectoria de la costumbre al orden nuevo fidelidad el ambiente de cada fecha. Por gloria de nuestro país, tan injustamente a través de la anarquía. No se fija en qus esos comentarios nos enteramos dé- dónde desdeñado por espíritus sectarios o inteliése podrá ser un proceso histórico; pero está y. lo que está haciendo Napoleón cada gencias ignaras. vez que toma la pluma para comunicarse con su nueva amada y pedir noticias del vastago, el reyecito como le llama su padre. Quiere, pues, decirse que el curso de esta correspondencia es un hilo histórico, y no sólo en el sentido episódico, sino de varios, mag nps y concadenados, sucesos en los que Napoleón, actor preponderante, va dejando su huella. El estilo llano, sincero, confidencial, propio del género, nos revela los estados de ánimo del gran soldado, y nos entera también de como reduce a meras y lacónicas noticias sus triunfos de armas, como si fueran para él hedhos descontados a los que no atribuye importancia mayor. No menos lacónico e ingenuo es en las páginas adversas, como si pretendiese que su dolor q su contrariedad no se contagiasen al espíritu de su amada. Documento histórico de auténtico y positivo valor es esta colección de cartas. No sólo por curiosidad y por afán de erudita investigación, también para aprender en la psicología de los grandes hombres, hay que leer esta correspondencia, que apenas tiene de amorosa n que las frases de rigor en los encabezanÉentos y en las palabras de despedida, i Tiiarido apasionado, enamoradísimo, no aparece sino a través de íórmulas livianas y usuales. Mas se asoma él afán preocupado del padre que ansiaba serlo. Y en todos los momentos, el gran general que no ponía límites, a su ansia codiciosa, y a su obsesión de dominar Euro. pa. Sus frases despectivas para los príncipes a quienes va venciendo dan idea exacta de la propia estimación, del agudo egotismo que. le consumía en los más ambiciosos sueños.