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ABC MADRID 16-05-1934 página 19
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ABC MADRID 16-05-1934 página 19

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. MIÉRCOLES i6 D B; fllÁ p- bg i934. DE LA MAÑANA. PAG, TESTIMONIOS Y CONCLUSIONES EN EL PROCESO DE CASAS VJEJAS Gomo fue Rojas a Casas Viejas. Ordenes concretas: Ni heridos, ni prisioneros Quince minutos para acabar aquello. Constante intervención gubernativa en Gasas Viejas. Una orden terminante del; ministro. Los fusilamientos. Cómo fue $o jas a Casas Viejas. Ordenes concretas: Ni heridos, ni prisioneros. Quince minutos para acabar aquello Los infelices campesinos bárbaramente sacrificados en Casas Viejas, eran o se les ¿aponía coautores de: la rebelión. Eri tal concepto fueron detenidos y llevados a lá presencia del capitán Rojas, Entregarlos a la- justicia era lo único procedente, lo normal y legal. Pero, entre las órdenes e instrucciones de la represión, absolutamente coirfpróbádas en el expediente parlamentario y en la investigación judicial, figura la que dice: Máximo rigor con los detenidos. Ni heridos ni prisioneros. Está comprobada también la explicación autorizada de tal consigna. por desconfianza eri los tribunales. LuegOj los detenidos resultan todQs inocentes. Y era el presidente del Consejo y: ministro de la Guerra, el Sr. Azafia, quien hablaba así, dirigiéndose a las autoridades. Véase la declaración del general Caba- nellas. Ya hemos dicho que el capitán Rojas, por su servicio en las fuerzas de Asalto de Madrid, es uno de los que habían recibido las. órdenes especiales. Go, n, ellas bastaba para que- íno- hubiese más que muertos- ni heridos- ni prisioneros -en Casas Viejas, adonde además, Vllevó instrucciones concretas para- iei caso, y es lo que: á í continuación vamos a- recoger del proceso, ríb sólo por el testimonio directo del capitán, sino. por el de otros 1 qficiales compañeros suyos en la guardia de Asalto. El día; 10 de enero- ¿se le ordenó al capitán Rojas; sa. Hr inmediatamente, con su Compañía, para la provincia de Cádiz. El, director general de Seguridad, Sr. Menén- r, iez, Je dijo que había estallado allí una in- surrección movida por dinero monárquico. (Este detalle lo corroboró el Sr. Menéixlez n el sumario, folio 160) Que peligraba la República y que para acabar de una vez con sus enemigos se necesitaba un escar- miento. Que la ¿órdenes a cumplir eran las que ya tenía toda la fuerza: Fuego a distracción sobre todo sospechoso de rebeldía, sin preocuparse de hacer, prisioneros- ni heridos. Y que no le importara el carácter ie estas medidas, que eran mandato de lasuperioridad. ElSr. Menéndez revistó y arenTÓ a la fuerza en el momento de- la parti- áa, y, llamando aparte al capitán Rojas y a (os oficiales Escobar, Sancho y De Miguel, Íes reiteró. las órdenes que había dado al? capitán. A los oficiales (folios 170 407 y 4.10) les advirtió que rio quería heridos ni prisioneros; y a Rojas: Tú ya sabes lo que te tengo dicho. El día; i. r estacionada la fuerza expedicionaria en jerez, el director general, desde Gobernación, llamó por teléfono a Rojas, y le dijo que marchará con 40 guardias a Casas Viejas, donde había un importante foco rebelde. Le comunicó que el teniente Artál iba ya con una sección ál mismo punto, le ponderó la gravedad del caso y concluyó. Xa, sabes; lo dicho. Buena suerte y acaba; es o eií quince minutos. Ebte tiágico pormenor de los- r -í crmC- m? áo en la declaración del; propio Sr. Menéndez, folio 160 del sumario. Constante intervención gubernativa en Casas Viejas. Una orden terminante del ministro Los fusilamientos Ya en Casas Viejas el capitán Rojas tomó el mknáo de toda la fuerza y adoptó las disposiciones convenientes. Allí, encontró a un delegado gubernativo, D. Fernando Arrig- unaga, cotí todas las atribuciones. inherentes a su misión. Cuanto habían, hecho los guardias fue con su conocimiento; y anuencia. Él delegado y él teniente Artal comunicaban constantemente con él gobernador de la provincia, solicitando instrucciones. Hay en. el sumario un telegrama de la noche del 11 detallándole, la situación y solicitando el envío de armamento y: municiones. Todo lo que en él suceso de Casas Viejas se refiere a la intervención gubernativa, de la C I T E OEM SMWZ J JVUÑEZ DE BAI BOA, 3 v Pone en conocimiento de sus clientes que, a partir del día 15 de! actual, podrá mostrar y probar el nuevo CIEROJEJf 7 HJP. dé concepción excepcional moderna, ad. virtiendo al. mismo tiempo que la: entrega de este modelo se hará por turno riguroso de pedidos. Núñez de Balboa, 3. Teléfono 53953. FUMADORES LA MARCA DE CIGARROS HABANOS MONTERO ha hecho una importantísima rebaja en sus precios, y ha puesto a la- enta sus nuevas vitolar: Imperiales de Montero, a... 1,60 que se registrarán otras notas en. el. curse de este relato, debe fijar la atención de los lectores por ser de suma importancia, pues el Gobierno estuvo afirmando muchos días, que nada debía haber ocurrido, o al menos nadarse le habla, dicho, y el gobernador también formuló. -iguales excusas. Un ordenanza, llegado en coche desde Medina Sidonia, llevó al delegado Arrigunaga, quien lo entregó a Rojas, un telegrama (folio 146) que dice textualmente: Gobernador civil a delegado gubernativo. -Es orden terminante ministro arrasen casas donde se hacen fuertes revoltosos. Tal despacho, fiel expresión de un sistema represivo, y síntesisde las instrucciones recibidas por la guardia, demuestra que el ministro llevaba muy atentamente el control, de la situación en Casas Viejas. Unas horas después estaba cumplido al pie de la letra el terrible mandato ministerial Dispuso entonces el capitán Rojas que los dos tenientes recorrieran el pueblo, y, bajo la. dirección de los guardias civiles Calvo y Gutiérrez, supervivientes del puesto, detuvieran a los cabecillas del movimiento y a todos los que tuviesen armas. Cuándo se encontraba la fuerza en la plaza llegaron en coche el secretario del go. bernador y él médico, Sr. Suffo; secretario de Acción Republicana, enviados a fin de obtener para el Gobierno mas completas noticias de lo que sucedía. Sigue comprobándose la diligencia de la información oficial, contra lo que posteriormente se alegó para justificar un silencio injustificable. Después de dar las órdenes mencionadas el capitán Rojas se trasladó a un montícu- lo que domina el villorrio, acompañándole el delegado y el secretario del gobernador y algunos guardias. Allí le elijo al delegado Tengo órdenes severísimas. La de. aplicar la ley de fugas, inclusive, sin presentar hendos ni prisioneros. Volvieron con los detenidos las fuerzas destacadas por el capitán para la captura y ocurrió poco después en la derruida cho- za de Seisdedos la tragedia espantosa de los fusilamientos, acerca de cuyos detalles coinciden las diligencias del sumario, y, el relato cíe la información parlamentaria. Todo conocido y de harta repulsión para que ájio 1 remos. a los lectores lá angustia de. una repetición innecesaria. Se retiran todos de aquel trágico sitio, 3 en la plaza, el delegado del gobernador, f Sr. Arrigunaga, dispone que las secciones formen en línea y pronuncia, unas palabras ele elogio a su conducta, dándoles las gracias en norribre del Gobierno El capitán Rqjas, con parte de la fuerza, emprendió 1 retorno a Jerez, y al pasar por Medina Sidonia se puso al habla telefónicamente con. cla: Dirección de Seguri, dád- para: darles citénfa. de. lo sucedido con la- parquedad aconsejada por el medio de. comunicación, y se íe indicó que. regresara, a Madrid para completar el informe. Ál pasp dé: Rojas; por Jerez, el: ministró de la Gobernación tuvo una: conferencia con. el comandante Anguiano, -y. como este le dijeirá. q lie estaban preserites JRójas y el teniente Ártal, el Sf. Casares llamó al aparato al capitán y le preguntb por el número de bajas y. el de casas que hubiese incendiado. Dos ban ardido le. contestó Rojas. Y le replicó! el. ministro: ¿Nada más? -Vienfe ahora la parte más dramática y sensacional- del proceso. Las. conversaciones de Rojas con el director eneral, Sr. Menéndez, lo ue el capitán cuenta del a cdio a que se -somete, la declaraciones acusa doras de los oficiales de Asalto, Ja de- titi ción de algunos, las operaciones de la Dirección de Seguridad en torno al asunto, el procesamiento, pronto sobreseído, del señor Menéndez, y otras interesantes oáginab del exfi- actarernos mañana.

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