ABC MADRID 08-10-1933 página 25

MADRID DÍA 8 DE OCTUBRE. 1933. N. EXTRAORDINARIO 20 CENTS. 3 g II? Wé DIARIO ILUSTRADO. AÑO. VI GESÍMONOVENO N. 9.488 S SUSCRIPCIÓN: UN MES, 3 PTAS. PROVINCIAS; TRES MESES, 9. AMÉRICA ií PORTUGAL: TRES MESES, 10 PESETAS EXTRANJERO: TRES MESES, 25 PESETAS. REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: SERRANO, 61, MADRID. APARTADO N. 43. EL SR. MARTÍNEZ BARRIOS FORMARA HOY UN GOBIERNO DE CQNGENTRACION REPUBLICANA Declinación de poderes del Dr. Marañón y encargo al Sr. Posada, que también dedina. Apresuradas e intensas gestiones del Sr. Martínez Barrios. Este y los Sres. Azaña y Domingo, en casa del Sr. Lerroux, vencen la resistencia del jefe radical a qie entren los socialistas en el nuevo Gobierno. Lss minorías republicanas intervienen, en diversas y numerosísimas reuniones y cabildeos, en! a solución de la crisis. Don Miguel Maura niega su colaboración al Sr. Martínez Barrios. A las cuatro menos cuarto de la madrugada quedan reunidos con el Sr. Martínez Barrios los representantes de los partidos repub icanos. Los socialistas, por boca del Sr. Prieto, explican por qué no se deciden a entrar en el Gobierno que va a formarse. 1 La quinta jornada de la crisis tomó el mismo nwnbo de las anteriores, y dejó en la Prensa unas páginas mareantes, reflejo de la situación caótica en c ¡ue han colocado al régimen sus partidos. Todavía el doctor Marañón perdió muchas horas en el v iacrucis de las gestiones inútiles y en el profuso visiteo del tropel izquierdista. Le substituyó en el encargo de formar Gobierno el catedrático Sr. Gomales Posada, que no tardó en desengañarse y desistir del cometido. Y aún se había pensado en requerir al presidente del Tribunal Supremo para continuar la tarea como fórmula in extremis del agotamiento de recursos, a. imitación de lo se ha hecho en alguna de esas Repúhlicas americanas, no más revueltas aue la española... Cuando, por la Prensa de hoy, sepa el país que la crisis ha terminado, que se ha resuelto de verdad y con la mayor sencillez, en cinco minutos, se asombrará doblemente de lo que ha presenciado estos cinco días, y se perderá en cavilaciones para explicarse lo que no tiene explicación. El desenlace de la crisis, tal como se anuncia, es lo más asombroso de cuanto ha ocurrido; hace pensar si nos gobierna un manicomio suelto, y corrobora vigorosamente la frase del Sr. Alba: Da miedo ver en qué manos ha caído la República! Se ha encargado de formar Gobierno, probablemente Ío tendrá formado al publicarse estas líneas, uno de, los ministros dimisionarios: el de la Gobernación, figura destacada del partido radical. Tiene para ello la venia, la inspiración y la ayuda del Sr. Lerroux, cuyo apartamiento del futuro Gabinete es una concesión a las interpretaciones abusivas del famoso artículo 75. El Sr. Lerroux v su partido asumen la responsabilidad, y el jefe la dirección, de la obra que suscribe el Sr. Martines Barrios: es una concentración, pero no la única que aceptaban, no la que defendían con criterio intransigente, no la de tipo y estructura semejante al Gobierno caído, sino la que les imponían sus adversarios. En esta concentración entrarán todos los que quieran. El Sr. Azaña, la Orga y la esquerra le darán al Sr. Martines Barrios, es decir, al señor Lerroux, los ministros que le retiraron para ofenderlo y hundirlo con un voto de censura, que ahora se convierte cr, agita de cerrajas. -El Sr. Azaña lia tenido el placer de negociar personalmente el acuerdo con el xtieiff león, que, acusándola de informalidad otras cosas, había roto con él todo República, eligió otra salida de Palacio, y trato político. Los socialistas, que se negaesquivando hábilmente a los periodistas saban a colaborar con los partidos republicanos y oponían veto implacable al. radical, tam- lió por la rampa de acceso de Caballerizas bién ofrecen un ministro a la concentración, sin hablar con nadie. Su hijo, que le esperaba entre el gruhecho eje de y el Sr. Lerroux, que toda su política la exclusión del socialismo, po de personas que aguardaban su salida, tampoco se enteró de la marcha de su palo acepta con reconocimiento. Al pugilato dre hasta que fue- avisado que éste había de odios, difamaciones, intrigas, emboscasalido de Palacio. das y ataques ha seguido repentinamente el pugilato de las abdicaciones, inconsecuencias, renegaciones y apostasias, y no se sabe Lo que dice el Sr. Lerroux quién pone más celo en facilitar la inconDurante estas entrevistas, celebradas por cebible conchabanza, porque todos, rivalizan la mañana por el doctor Marañón, los peen desdecirse y rebajarse. Así son Tos homriodistas se entrevistaron con el Sr. Lerroux bres y los partidos de la República, y así en el momento en que salía de su casa para vana comparecer ante el sufragio de ta na- dirigirse a la Presidencia del Consejo. cton. -Voy a laPresidencia- -dijo sonriendoporqué sigo siendo presidente del Consejo y me gusta apurar el caramelo. -I H a recibido usted la visita del doctor Marañón? -E n efecto, esta mañana me ha visitado. Está muy optimista y tiene una grata Visitas impresión de las gestiones que está realiA las nueve y cuarto de la mañana sa- zando, las cuales, hasta tal punto son favorables, que cree que en el día de hoy habrá lió el doctor Marañón de su domicilio, y, Gobierno, por lo cual sigue sin abandoacompañado de su hijo, se dirigió al del senarlas. ñor Lerroux, con quien estuvo conferen- ¿Se sigue pensando en D. Domingo ciando durante un cuarto de hora. Después Barnés para la presidencia del Gobierno? marchó el Sr. Marañón a visitar a don- -Yo indiqué al Sr. Marañón- -contestó Marcelino Domingo, con quien celebró una el Sr. Lerroux- -que debía ocupar él perconferencia más extensa. ¡sonalmente la presidencia del Consejo, y La tercera visita de la mañana fue deque lo mejor sería que el señor Sánchez dicada a D. José Ortega y Gasset, con qüíen permaneció media hora. Al salir de ÍRomán desempeñara la cartera de Gobernación. esta entrevista, los periodistas solicitaron- ¿Y qué representación tendrían los ranoticias del doctor Marañón acerca de; lo dicales en el nuevo Gobierno? tratado, y, eludiendo una respuesta, dijo. -Esto no es cuidado mío. Yo ofrecí al- -Esta misma mañana hablaré yo o Sr. Marañón mi colaboración sin más conquien sea; pero, hasta más tarde no me pidan ustedes noticias, pues no puedo faci- diciones que las normas conocidas de siempre o sea que el Gobierno que constituya litárselas. esté integrado sin los socialistas. Estuvo después- el Sr. Marañón en el- ¿Y sin radicales- socialistas disidentes? domicilio del Sr. Sánchez Román. -Ya les digo que las condiciones, de los El S r Marañón, en Palacio. radicales para entrar en el Gobierno son Elude el encuentro con los pe- únicamente, de que no figuren en éste los socialistas. Las gestiones del señor Marañón riodistas A las doce y media llegó a Palacio el doctor Marañón. y sin hacer referencia alguna a los periodistas entró en el despacho presidencial. Con la impaciencia natural esperaron aquéllos la salida, pero el doctor Marañón, terminada su visita al señor presidente de la El Sr. Jiménez Asúa, en Palacio A las doce menos diez llegó a Palacio el señor Jiménez Asúa, a quien acompañaba su auxiliar en la cátedra de Derecho penal. La presencia del destacado diputado socialista en el Palacio Nacional produjo gran sorpresa entre los periodistas. Ál ser interrogado por