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ABC MADRID 24-02-1933 página 16
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ABC MADRID 24-02-1933 página 16

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C VIERNES 24 DE FEBRERO DE 1933. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. iS. República y una mancha que difícilmente podría ser borrada. Importante discurso del Sr. Martínez Barrios Se levantó el Sr. Martínez Barrios, en representación de la minoría radical, y su discurso, suave en la forma y durísimo en el concepto, fue una flecha que dio en el corazón del Gobierno. El ex ministro radical sacó la consecuencia política del debate. Recordó cómo el Sr. Azaña, requerido por una interpelación del Sr. Algora, había calificado de pura novela cuanto se murmuraba alrededor de los sucesos de Casas Viejas, y de qué modo había asegurado ante la Cámara que en aquel pueblo ocurrió lo que tenía que ocurrir. Llamó la atención del Parlamento sobre las declaraciones que hizo el subsecretario de Gobernación en otro debate sobre Casas Viejas, y en las que negó los hechos abusivos, y aun los calificó de calumnia. Y fue con la lectura de varios párrafos del discurso del Sr. A aña con lo que llevó la convicción a los diputados de que el presidente del Consejo, el día 8 de febrero, no daba, o aparentaba no dar, la menor importancia a la tragedia de Casas Viejas. Sentadas estas premisas, el Sr. Martínez Barrios sacó la conclusión de que el Gobierno, o había obrado con crueldad, en la que 110 creía, o con torpeza e incapacidad, de lo cual tenía una íntima convicción. Y agregó que los Gobiernos, cuando se equivocan o son incapaces, son ellos mismos los que deben aplicarse la sanción. En último extremo, bajo el Gobierno del Sr. Azaña habían ocurrido los hechos dolorosisimos de Casas Viejas, desgracia agravada corola pasividad que demostró a los cuarenta días después de conocer los hechos sangrientos del 12 de enero. El Sr. Martínez Barrios terminó con estas palabras: Lo más triste no es que un régimen se pierda. Lo más doloroso es que caiga envuelto en fango, lágrimas y sangre Las oposiciones recibieron este discurso del ex ministro radical con una ovación cerrada. Realmente, la oración fue impecable por lo certero del juicio, por la intención política y por la corrección de la palabra. El discurso del Sr. Martínez Barrios, de tanta gravedad, no podía quedar sin una contestación inmediata. ¿Supo el Sr. Azaña desvanecer la impresión producida por las palabras del Sr. Martínez Barrios? Conocida es la habilidad del Sr. Azaña para situar la polémica en el terreno que le conviene. En esta ocasión no pudo. Encerrado en un círculo de hierro por el razonamiento del Sr. Martínez Barrios, el Sr. Azaña divagó. No quiso enfrentarse con el problema de fondo que acababa de planteársele y se entretuvo en negar ciertas aseveraciones del Sr. Fanjul y de otros oradores y en reprochar al Sr. Martínez Barrios lo que suponía habilidad dialéctica al achacarle afirmaciones hechas cuando no se conocían en toda su integridad los sucesos de Casas Viejas, y que se referían exclusivamente al momento en que la fuerza pública reducía la sublevación, como si fueran dichas en estos instantes. Las interrupciones que salieron de las oposiciones de izquierda extrema hicieron perder la serenidad al Sr. Azaña. En este momento el presidente de la Cámara suspendió el debate, anunciando que continuaría en la sesión de hoy. Los diputados de la mayoría salieron del salón de sesiones en silencio y disgustados, en tanto que los radicales y los diputados de las otras minorías de oposición tributaban en el mismo hemiciclo una gran ovación al Sr. Martínez Barrios, que se repitió luego en los pasillos. El Sr. Maura abrazó al ex ministro radical. Don Santiago Alba le felicitó con entusiasmo, y el señor Franchy Roca le dijo que su discurso había sido uno de los mejores escuchados en éste Parlamento. Y SCJUÍ conviene subra 3 rar el hecho de que ¿1 5 r. Besteiro se mostrara en franca disparidad con el Sr. Azaña; po: que, centra lo que éste había asegurado en su discurso, afirmó que el debate era trascendental y ron- aba a todos los diputados la mayor compostura, ya que la discusión era comprométela, no sólo para el Gobierno, sino para el régimen. El Sr. Rodríguez Pinero logró atraer de nuevo la atención de la Cámara, y la leciura de las declaraciones de los familiares de las víctimas y de las actas firmadas por los médicos que practicaron las autopsias pusieron ante el Parlamento la tremenda tragedia. Los acentos emocionados del diputado radical prendieron en parte de la mayoría y se observó cómo el Sr. Gordón Ordax, calificado miembro de la minoría radical- socia, ista, protestaba indignado de que se hubieran podido cometer los hechos denunciados, y cómo otros diputados del grupo le secundaban en su actitud. Él momento fue de ntensidad dramática, porque entre los runores tempestuosos de los diputados se vio il Sr. Maura increpar duramente al Gobierno y a otras personalidades de la Cánara en actitud de airada protesta. El Sr. Rodríguez Pinero terminó su dis: urso, lleno de ardor juvenil y de emoción orofunda, con un apostrofe al Gobierno y a os autores materiales de los crímenes. Intervinieron luego los Sres. Algora, Mu 5o z Rodríguez (radical- socialista) y Bruno Alonso (socialista) que también estuvieron en Casas Viejas. Los dos últimos, miemoros de la mayoría, declararon en concien: ia que los sucesos denunciados eran cicr: os y condenables, si bien se extendieron al explicar las causas de lo ocurrido, con lo que carecía que el asunto principal se despla: aba. -Mientras estos tres oradores hablaban, nuiierosos diputados habían salido a los pasi los y comentaban las incidencias de la sesión. Los Sres. Guerra del Río, Maura y Franchy Roca cambiaron brevemente impresiones en el pasillo circular. Convinie on en que era preciso dar al debate una finalidad, y a tal efecto pensaron en redac: ar una proposición incidental, que había de presentar el Sr. Guerra del Río, pidiendo el nombramiento de una Comisión parlamentaria que examinara los hechos y dedujera! as responsabilidades gubernativas. Esta proposición habría de ser firmada por todos los jefes de las minorías no ministeriales. Don Bruno Alonso, en su discurso, salvó 5l compromiso de su situación como socialista adentrándose por los vericuetos de la lucha entre las dos grandes organizaciones sbreras de España y aceptando como buena la creencia de que el partido radical ayuda a la Confederación Nacional del Trabajo y a los elementos anarquistas de Andalucía, cosa que, como es natural, provocó grandes protestas entre los radicales. Y en medio del escándalo se oyeron frases duras para el Sr. Maura, salidas de los escaños de ía mayoría, para. recordarle las víctimas del parque de María Luisa, de Sevilla. Hasta el nombre de Ferrer sonó entre los gritos de los diputados ministeriales. Pidió la palabra el Sr. Maura y se tuvo la impresión de que el debate adquiriría la intensidad que había perdido y la trascendencia que parecía escaparse, desplazada por otras cuestiones absolutamente ajenas a Casas Viejas. Fue breve el Sr. Maura, pero sus palabras, lichas con vehemencia, causaron una impresión profunda. El orador increpó al Gobierno por su pasividad ante los tremendos hechos denunciados, y que conocía, porque sran conocidos hasta en el último rincón de España. Y aseguróque hechos como los de Casas Viejas Constituían un baldón para la La segunda parte de Procedente de Liverpu! encierra punzante interés y profunda emoción. El supertransatlántico Estrella de los Mares en su primer viaje, se encuentra en peligro de destrozarse y hundirse con centenares de pasajeros. Léase la segunda parte de la novela Comentarios No hay que decir que los comentarios en los pasillos duraron largo tiempo, a pesar de lo avanzado de la hora. Dominaba la impresión de que el Gobierno había sufrido tan rudo golpe, que difícilmente podría reponerse de él. Se añadía por personalidades muy destacadas de la oposición, que la crisis estaba planteada moralmente. Lo más interesante era la actitud en que aparecían muchos diputados radicales- socialistas. Se negaban a contestar las preguntas que les hacían los- informadores, y decían que en el salón de sesiones habría de quedar liquidado el triste episodio de Cisas Viejas de una manera terminante, de justicia seca y sin reparar el quebranto que esto pudiera determinar en la situación gobernante. El ambienté, enrarecido a más no poder, daba la impresión de que el golpe para el Gobierno había sido mortal. PROCEDENTE DE ÜVERPUL en el próximo número de Blanco y Negro Tarde: ENRIQUETA SERRANO, MARTI 3 VÍSS, KABARTE y OCASA; noche: ENRIQUETA SERRA 5 TO y debut del Tbaríton o GBAKDA en (La mujer rusa) Los ministros se reúnen en Consejillo y se niegan a explicar el motivo de Ja deliberación La sesión terminó las diez de la noche, y el Sr. Azaña y los ministros se dirigieron desde el banco azul a su despacho de la Cámara. Allí estuvieron reunidos hasta Jas pnce mén ss cuarto. úió gomero COLISEVM Últimos días, liocalidades a 1, 2 y 3 ptaé. 1 1 1 nr n r 7 rr i ¡i 11 i r iTfflrrcmrirtiir nrirn i n i

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