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ABC MADRID 15-04-1931 página 21
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ABC MADRID 15-04-1931 página 21

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C. MIÉRCOLES 15 DE ABRIL DE 1931. EDICIÓN DE LA MAÑANA. PAG. 21. E 1 Sr. La Cierva, que acudió a continuación, ca: b. dijo. iil Sr. Ventosa lleg- ó después. Manifestó: -A la salida habrá noticias. Conviene más hablar claro, porque si no se hace así, se desborda la fantasía. Los Sres. Gascón y Marín y marqués de Hoyos rio hicieron manifestación alguna. Lo mismo ocurrió con ei marques de Alhucemas. El ambiente que se respiraba en Palacio en los momentos de entrar los ministros al Consejo, presidido por el Rey, era de enorme expectación. El conde de Romanones, al llegar por tercera vez en el día de ayer al Alcázar, dijo: -Supongo que el Consejo durará una media hora. Al salir habrá noticias interesantes. Un periodista le informó de las declaraciones hechas por D. Melquíades Alvarez, y- el conde de Romanones dijo que le parecían bien. El jefe del Gobierno y el general Berenguer llegaron juntos, sin hacer tampoco manifestación alguna. A las cinco quedaron reunidos todos los ministros, bajo la presidencia del Monarca, con la sola excepción del duque de Maura, que np llegó a Palacio hasta las seis menos veinte. Ignorante, sin duda, de la hora en que había comenzado el Consejo, preguntó: ¿Están ya arriba todos mis compañeros? muí iSTRA ACT 1 T 1 UD üuesára 1 e y nuesiros jírisacipios no se los lleva e i Siasracára ale pasiones qsse na i is íbaci téináas conciencias y B a e áraviad a usía gran psavh del pues blo, suraánd (créennos ise pasaferasneui e a esa ara porción que era ¿oda sociedad prop ende a a rebeldía con los peores instinios, y sobre ias que no ba laborado Jamás una po títica IsoEiirada. 1 y permanecíeremos donde es ábasnos: cosí la H narquía coi stóaieiomal y sariannentaria, cosa l a l i beriad, con el orden, con el derecSi i e speáuosos s de la voiuná ad nacional, gero sin sacrificaarle Giuesiras convicciones. La ü siairquia es e l sic 5 t d e tesi lo que deleísdemos; es la fiisioria de Es safea. l.o s hombres y i azares pue l e n inies B iiimpis pero no oria, ni extirpas las raíces Jiciósi y Sa Síisé borrar la twsn 1 espirituales de un pueblo, ni cambiar su esáino. clara. Insisto, y esto quiero que lo consignen ustedes bien, que no es para contrarrestar nada. La declaración del estado de guerra en estas condiciones lo mismo conviene a los rojos que a. los blancos. Mientras el presidente del Consejo hablaba con los informadores y después, no cesaron de pasar por la calle de Bailen, dando el rodeo que les imponía la fuerza pública alrededor de la plaza de Oriente, coches de alquiler y particulares, con banderas rojas y republicanas, letreros alusivos a la victoria conseguida y retratos de los capitanes Galán y Hernández. El público aplaudía, su paso, con gran entusiasmo. Las noticias de provincias A las cinco y media de tarde estuvo en Palacio el director general de Administración local, Sr. Serrano Jover. Llevó al ministro de l Gobernación, que a seguía reuníclo, en Consejo, las últimas no ticias de cuanto acontecía en Madrid y las recibidas de provincias. Termina el Consejo de ministros. Lo que dice el general Aznar A las seis y cuarto de la tarde terminó el Consejo de ministros. Salieron juntos, formando tin grupo, los r de Economía, Gracia y Justicia, Trabajo, -Hacienda y Marina, y pasaron ante los pe. riodistas por el orden que quedan mencionados, no sin que el conde de Bugallal, al ver el numerosísimo grupo de. informadores, volviéndose hacia sus compañeros, dijese: ¡Señores, yo me he lanzado delante y marcho el primero! Los periodistas le dijeron, sin embargo, que para no molestarle, puesto que se daban cuenta de la importancia del Consejo, disponíanse sólo a interrogar al presidente. -Sí, sí, el presidente- -dijo el marqués de Alhucemas- -es quien les dará a ustedes referencia de lo ocurrido. El Sr. Cierva y el general Berenguer salieron después, y el primero manifestó: -El Rey ha oído a todos y mañana resolverá. El jefe del Gobierno no abandonó el Alcázar hasta veinte minutos después, acompañado del Sr. Gascón y Marín. El general Aznar dijo: -Nada, señores; lo mismo que antes. Esta, mañana he estado yo solo y ahora el Gobierno entero con Su Majestad. Hemos estudiado la situación actual y sus causas, y Su Majestad resolverá definitivamente mañana, por la mañana. ¿Entonces mañana vendrá usted por r. quí? -le dijo, extrañado, un informador. -No sé; probablemente. Desde luego el Rey resolverá de una manera definitiva muj temprano. El jefe del Gobierno dijo después que, en efecto, se había declarado ya en Madrid el estado de guerra. -Conste- -aclaró muy bien- -que es exclusivamente sólo para el mantenimiento del orden público; no con otra finalidad se de- Entrevista del conde de Romanones y del Sr. Alcalá Zamora Los periodistas conocieron a las dos de la tarde la noticia de la visita realizada por el conde de Romanones al doctor Marañen, en el domicilio de éste, calle de Serrano, 43. Allí acudimos inmediatamente y logramos avistarnos con el Sr. Marañen, ya ausente el conde de Romanones. Nos manifestó que, en efecto, el conde de Romanones había estado en su casa, donde se encontraba D. Niceto Alcalá Zamora. El doctor Marañón asistió a la entrevista celebrada entre ambos hombres públicos, únicamente a título de dueño de la casa. Sobre lo tratado, el doctor Marañón no se consideró autorizado para publicar detalles de la conversación, y creía únicamente que podía aludir al motivo de la conferencia, que fue el de determinar los detalles de cómo habría de operarse la transición de un régimen a otro, en el caso de q; ie no fuera viable la constitución de un Gobierno constitucionalista, solución que el doctor Marañón creía ya, a dicha hora, completamente fracasada. El conde de Romanones y ei Sr. Alcalá Zamora se ausentaron, y el doctor Marañón se reunió con sus amigos, los Sres. Pérez de Ayala, Ortega y Gasset y doctores Pitlaluga y Bonilla, para tratar de asuntos relacionados con ia Agrupación al servicio de la República. Esta segunda reunión terminó a las dos y media. Preguntamos al doctor Marañón si su nombre habría de figurar en situaciones políticas futuras, y contestó negativamente, El conde de Romanones y el marqués de Hoyos El conde de Romanones no salió de Palacio hasta las siete y cuarto de la tarde. ¿Qué noticias nos da usted? -le preguntó un periodista. -Aquí no hay noticias. Siguen las cosas desarrollándose, pero malamente. ¿Volverá usted mañana por Palacio? -Seguramente. (Habrá mañana solución definitiva? -Sí, muy definitiva, ¡y tan definitiva! Poco después abandonó el Alcázar el ministro da la Gobernación. Hizo manifestaciones coincidentes con las del jefe del Gobierno, diciendo, entre otras cosas, que el Rey lo pensaría de ayer a hoy. A varias preguntas que se le formularon contestó: -No puedo decir más.

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