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ABC MADRID 12-04-1930 página 24
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ABC MADRID 12-04-1930 página 24

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C SÁBADO 12 DE ABRIL DE 1930. EDICIÓN. D fí LA MAÑANA. PAG. 24. algunos de los que le prece- lieron hallaron el sacrificio de sus vidas. Recordó que el duque de Spoleío, capitán de fragata de la Marina italiana, ha continuado exploraciones de su pariente el duque de los Abiuzzos. El duque de Spoleto, que vestía de chaqué, leyó a cortinuación su conferencia, escrita en italiano. Durante todo el tiempo permaneció ei pie, leyendo ante una especie de atril y ayudándose con un puntero a explicar las abundantes proyecciones de croEl viaje a Sevilla quis y paisajes con que ilustró la amena Pasado mañana, lunes, por la noche, em- y cultísima disertación. Comenzó detallando prenderán los Reyes e infantes el anunciado las altísimas montañas que forman las corviaje a Sevilla, para pasar allí la Semana dilleras de Zauskar, Ledakh, Kailas y KaraSanta y la feria. koram, situadas entre Cachemira y el Tibet, Con SS. MM. el Rey y la Reina irán y que enlazan con la gran cordillera de los los infantes D. Jaime, doña Beatriz y doña Himalayas. El Karakoram presenta picos, Cristina, la marquesa de Carisbrooke, la du- como el de Godwin Austen, que tiene 8.620 quesa de Aosta y el duque de Spoleto. El alto mecros: glaciares inmensos como los de Balséquito estará compuesto, entre otras perso- toro, Shaksgam, Sarpo Laggo, Gasherbrum, nas, por el duque de Miranda, ía duquesa de Urdok, Trahonge y Punmar, y pasos como San Carlos, el i efe de la Casa Militar, barón el de Muztagh. de Casa Davalillo; el inspector general de los Esa región ha sido explorada en 1861 Reales Palacios, Sr. Asúa; secretario par- ppr Godwin Austen, en 1 S 87 por sir Franticular de Su Majestad, marqués de Torres cis Younghusband, en 1892 por sir Martin de Mendoza; la condesa del Puerto, dama Couway, en 1909 por el duque de los Abruzparticular de la duquesa de Aosta; avudan- zos, y en 1926 por Kenneth Masón. te del duque de Spoleto, dos ayudantes de- La expedición del año último fuá diri Su Majestad y el médico de cámara. gida por el conferenciante. Con él iban el segundo jefe, comandante Mario Cugia; el Sr. U. Balestreri, doctor Gino Alegri, los profesores V. Ponti, A. Desio y L. Di CaEL DUQUE DE SPOLE- porT. ac. cg, topógr? ío G. Chiardoja, un ooeTO, EN EL TEATRO ES- rador cinematográfico, otro radiotelégrafo) y dos guías. La ciudad de Milán, en colaPAÑOL boración con la Real Sociedad Geográfica 4 e Italia, financió el viaje. Los expedicionarios se reunieron, en el Una interesante conferencia mes de marzo, en Cachemira. Componían Ayer, a las seis y media de la tarde, el una pintoresca caravana, que después se duque de Spoleto dio la anunciada confe- fraccionó con 80 caballos. El paso de Muzrencia, en el teatro Español, acerca de su tagh ofreció grandes dificultades. Las coexpedición al Karakoram. Brillantísimo el municaciones telegráficas con el resto del aspecto de la sala. Aparte de la egregia ca- mundo las perdieron en Shigg. r, y las poslidad del disertante, su personalidad cientí- tjales, en Askole. El grupo consiguió desfica, muy destacada, a pesar de la juventud, llevó al teatro cuanto significa algo en la vida de Madrid. En varios palcos, Sus Majestades los Reyes, el príncipe de Asturjas, la madre del conferenciante, duquesa de Aosta, y los infantes D. Jaime, doña BeaEl más triz, doña Cristina, D. Juan, doña Isabel, D. Fernando y D. José Eugenio de Baviera, mejor de acompañados del séquito; en otKO, el presidente del Consejo y los ministros de Estado y Marina, y, ocupando otras localidades, el Cuerpo diplomático extranjero, con su remedio más eficaz contra el decano, nuncio de Su Santidad, monseñor ¡Tedeschini; el personal de la Embajada y Consulado de Italia, con los miembros de la colonia; representantes de Academias y Centros culturales; aristocráticas familias, como los Santa Cruz, Medinaceli, Lécera, Miranda, Bendaña, Casal, Baena, Figueroa, Castillo Fiel, Unión de Cuba, Casa Valencia, Valdeiglesias, Traumann, Landecho, Ortega Morejón, etc. etc. personalidades de muy acusado relieve cultural y científico y la Real Sociedad Geográfica en pleno. Tarde y noche, dos gxitos: El general Suárez Inclán pronunció unas palabras preliminares, en nombre de dicha Real Sociedad, que fue la que invitó al duque de Spoleto a dar aquí su conferencia, corno antes había dado otras en el Scala de (marca Fox) y Milán y en la Royal Geographical Society de Londres. Refirióse a las peligrosas aventuras de las que fue protagonista el joven duque y a las enseñanzas científicas que de ellas se derivan, pues las realizó para benesoberbia película de gran espectáculo. ficiar a la Humanidad y a la ciencia. Por ello su figura ha adquirido relieve ta i destacado. Aludió también a los peligros a que Talleres Eléctricos estuvo expuesto como aviador naval durante C. H. A. M. la guerra. Terminada, ésta; en vez de busD Ramón de la Cruz, 41 car el, descanso de la Corte, bien merecido AADBID por cierto, se dedicó a ser útil a la Patria y a la Humanidad entera, efectuando interesantísimas exploraciones en regiones misteriosas de climas inclementes, en las que Entre otros, firmó el embajador de Francia. Anoche, después de la comida en Palacio, en el salón donde suelen celebrarse las sesiones de cinematógrafo para la Real Familia, el duque de Spoleto repitió las proyecciones cinematográficas de su interesantísima excursión al Himalaya, explicando a las Reales personas nuevos detalles de la i cubrir la, meseta llamada por Comvay y Bulloclr Wórkma. n, la silla probable más allá del terrible Baltoro, entre los dos picos más altos de la cordilleia. Fue en una noche clara de luna, cuando ya precisamente el geólogo de ja expedición desesperaba de orieni ii te. Dos días tardaron, con trabajos ímprobos, en dominar la altura dei Shaasgam. La columna marchaba silenciosa, en fila, sobre k blancura de la nieve. Estaban a varios miles de metros sobre el nivel del mar. Uno de los portadores de la impedimenta murió de pulmonía fulminante. La mayor parte de los demás cajen n enfermos de mal de altura. Estaban, en ía segunda montaña del mundo. El paisaje era imponente; la dureza del sudo, helado, impedía la busca de caminos. La caravana se adentra en un laberinto inextricable. Se emectuó el retorno. Pasan los expedid olíanos precisamente por donde el duque de los Abruzzos realizó la memorable ascensión. La cadena de montañas se extiende unos tres kilómetros. Durante la noche sopla la tormenta. No es prudente permanecer en una altuia tan considerable. Un grupo de expedicionarios ascendió por el glaciar Baltoro hasta Concordia, donde el conferenciante escaló los 6.703 metros de altitud. A mediados de agosto continúan regresando para llegar en los primeros d s í septiembre al punto de partida. La última parte de la disertación del chique de Spoleto estuvo dedicada a los resaltados y consecuencias de la interesantísima exploración. La aportación de ésta al campe ce la Geografía es muy importante. Se han descubierto unas cosas, y otras, que estaban en duda, han quedado perfectamente aclaradas. La geografía física se ha enriquecido con el estudio de la configuración de muchas montañas. Han quedado determinadas muchas alturas. Se ha hecho una completa determinación del magnetismo terrestre. Los botánicos de la expedición coleccionaron miles de plantas, estudiándose la altura a fueron halladas y otras condiciones de su existencia. Se han estudiado también fósiles abundantes. Las investigaciones geológicas servirán para ilustrar la historia de la tierra. Ha habido aportaciones de todo género a la Historia Natural. El duque de Spoleto tuvo frases de agradecimiento para los ingleses por la ayuda que prestaron a los expedicionarios, el trato en hospitales, etc. Un grupo de italianos marchó a aquellas alturas dispuesto a trabajar por la ciencia. Y si pudo realizar sus propósitos fue, en primer término, por el auxilio italiano y la voluntad de sus gober nantes, y después, por la cooperación que hallaron en Ja India atrayente y enigmática. Una ovación entusiasta y clamorosa estalló en la sala al terminar el duque de Spoleto la lectura de su trabajo. El general Suárez Inclán volvió a presentarse entonces en el escenario, y después de pronunciar unas palabras de cariñoso saludo, en nombre de la Real Sociedad Geográfica, impuso al duque de Spoleto la medalla de la entidad y le hizo entrega de un pergamino, en el que consta su título de socio de honor. La brillantísima concurrencia volvió a aplaudir con calor otra vez, y las ovaciones fueron ya dedicadas a la Real Familia española, cuando los Reyes e infantes abandonaron sus palcos para regresar a Palacio. Todos los que habían asistido a la conferencia salieron gratísimamente impresionados. El duque de Spcleto supo cautivar su atención durante cerca de hora y media. La figura simr ¿ítica y noble del joven explorador y hombre de ciencia, y la manera literaria de expresarse, aparte de la importancia del tema, mantuvieron siempre despierto el interés de la concurrencia. fl iibüifnn ninin TWVTI

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