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ABC MADRID 02-03-1927 página 10
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ABC MADRID 02-03-1927 página 10

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C MIÉRCOLES 2 DE MARZO DE i927. LITERATURA Y ARTE. PA 6. -io. A B C EN CH l N A HACIA LAS MONTAÑAS SAGRADAS -Propongo a usted un viaje a T ai Chan- -me dice Katia Benson, la joven periodista americana, a quien conocí en el barco que nos trajo a Shanghai y de quien tracé una silueta en mis rimears notas. Propongo a usted una excursión a ios Santos Lugares de China- añade- Es una orasió- n única. Toda la provincia de Chanümg está tranquila. La guerra se. halla todavía lejos, hacia el Sur, y nosotros iremos hacia el Norte en busca dejas Montañas Sagradas. Pero hay que organizar en seguida la expedición. Usted sabe con qué rapidez circula y se extiende por China la rebelión. Aprovechemos estos instantes óe quietud. Dentro de un par de meses, quizá dentro de pocas semanas, los salvoconductos no nos servirán, p ara nada, y habremos perdido la oportunidad, que no volverá a presentarse seguramente en nuestra vida. -I Quiere usted ser de los nuestros, míster Morison? ¿A quién más ha invitado usted? -Vendrá el doctor Duffy y su mujer; miss Eva Patridge, pintora, y usted y yo. -Acepto. ¡Oh, gracias, gracias -exclama, entusiasmada miss Katia Benson- Seremos quizá las primeras mujeres europeas que han visitado el Valle de Ao- lai- Slian, él templo Rojo, la Alberca del Dragón Negro. Y salió disparada para, convocar a los expedicionarios, dejándome bastante intranquilo, respecto a los peligros a que tal vez iban a exponerse nuestras companeras de expedición. Y henos. aquí ya. Hemos dejado unas cuantas millas atrás la estación de T ai- AnFu y nos encaminamos hacia T ai- Shan. Nos hallamos, ahora en el corazón de Chantung, símbolo para nosotros, occidenía es, del trémulo destino de China. Pero aún es más que esto. Es el corazón de China misma, centro y santuario de la fe, tradición e historia de este pueblo. Llevamos dos guias, que caminan silenciosos. El sol naciente ilumina y dora en nuestro derredor los campos. Todo está cultivado y la vista puede alcanzar extensas plantaciones que parecen de lino, interminables arrozales, plantas uliginosas, árboles y arbustos de especies desconocidas, y de trecho. en trecho, cultivadas como jardines, las plantaciones de te. Y allá, al fondo, blancas y calvas, las Montañas Sagradas. A su vista, realmente espléndida en este instante en que el spl las manda sus primeros rayos, Katia Benson, junta las manos, arrobada, lanzando exclamaciones y gritos de entusiasmo, Por entre las espigas de un campo inmediato surgen unas cabezas de chiquillos, cabezas redondas de frente anchísima, grandes, enormes orejas y ojos estupefactos. Parece un nido de autillos sorprendidos por e! caminante. Lanzan unos gritos, y a pocos pasos más allá vemos erguirse, muda y larga, la figura de una. mujer con una enorme cabeza de rana. El coloree su piel es de in lívido terroso, casi verde, la mirada fija y vidriosa, y el semblante surcado por unas arrugas tan profundas, que daban miedo. Aquella mujer podía tener sesenta años o podía tener dos veces sesenta años... Las arrugas de su cara. estaban más profundamente grabadas que las mismas facciones. Pasamos, y al pasar, los niños gritaron en. sus distintas voces aóti Queda autorizada la reproducción de los artículos e informaciones publicados en este número, siempre que se diga: Ve MB C Y nuestros guias, sin suspender su marcha, respondieron monótonamente, como un sonsonete: ES. C E- A D E LA? ¡Taó: ¡Taór -Indudablemente- -exclama el Dr. Duffy. al alejarnos- -es el pueblo más viejo de cuantos existen. ¡Oh! Evidente- -replica Kajia Benson- el. ritmo de su vida. es. el mismo atora que hace dos mil años. -Eso es verdad- -interviene Eva Patridge- Yo conozco las pinturas de Pang y el. Museo de Examen de Cantón, y estoy comprobando que los paisajes y las figuras permanecen inmutables a través de, los siglos. o olviden ustedes en su entusiasmo de artistas- -exclama el doctor Duffy que a nosotros nos ha traído el ferrocarril de Shanghai a la provincia de Chantung, lo cual quiere decir que la civi izacióri occidental ha llegado hasta cerca. de los Santos Lugares de China. -Todo lo penetra el materialismo occidental- -murmura, entre dientes, miss Patridge, mientras observa en su bloc el apun- te que acaba de tomar de uno de los chiñiíos que nos han salido al camino. 1 -Un día se construirán hoteles confortables para turistas junto, a la tumba deConfucio, como se han construdo próximos a la tumba de Sesostris. -Y music- halls y campos de tennis, d é fútbol y, de rugby. Y China tendrá su campeón de boxeo, que irá a Nueva York, y sus grandes modistos; que, irán por sus modelos a París... -Por Dios, por Dios, no blasfemen ustedes- -grita Katia Benson, que está impresionada por, la maravillosa luminosidad, delpaisaje- Ün gran pueblo como China no puede hacer una revo ución para perder su espíritu, sino jpara recuperarlo. -Así es, señorita- -afirma el doctor Duffy- la postura de todo, europeo en China, sobre todo si es artista, es siempre ultráconservadora, porque quiere encontrarse en todas partes con lo típico, con lo no europeo. Pero esta actitud ha de ser la del espectador que considera a China como un país para ser visitado más. que para vivir en él; un país más bien con un pasado que con un futuro. Los chinos patriotas, naturalmente, no miran a su país de este modo; a ellos les preocupa más el porvenir que el, pasado, como preocupa siempre más la vida, que la. muerte, cualesquiera que sean la religión y la filosofía, de los hombres. Y desde hace muchos años- -doce llevo yo en Shanghai, y la labor estaba ya empezada- los intevectuales chinos que simpatizaban con el sistema moderno procuraban aumentar constantemente el número de los que pueden usar y apreciar los conocimientos occidentales sin llegar a ser esclavos de las locuras de Occidente. Hemos llegado frente a una espesa empalizada, tras la que oculta una alquería. distante media hora de la estación de T ai- AnFu. Nos detenemos allí donde vamos a desayunar, y subir luego, en una especie decarreta, con dos. muías, que nos. conducirá a través del valle de Ao- lai- Shan hasta los lugares de peregrinación. El cine disfruta de privilegios especiales. No me refiero a la obscuridad ni a los antepalcos. Miremos só o a la pantalla Pocas, muy pocas, son- las- películas pateabas por el. público, aunque le apesten. ¿Para qué- patearlas si se exhiben sin asistencia del autor? -Únicamente el público de la entrada general suele protestar de las que, como aperitivo, le. dan. al comenzar, la sección, sien- ellas ve el fondo del mar con diversidad cls peces; de las que dan a conocer! a iKira exótica de regiones ignotas o detalles i modernas industrias. Lo instructivo, -e aburre. Con las películas no se meten los críticos. Se comprende: no. hay autor a quien perjudicar. -El beso, que, hasta. figurado, en el teatro se tolera algo a regañadientes de pudibundas mamas, estas mismas, en el cine ven, con toda tranquilidad, ósculos ad récaican. dúm y de 10 ó. 12 metros de cinta. El peor es otro privilegio, que, ha? ta ahora, ha tenido el cine: poner clase práctica de latrocinio con ciertas películas. Digo hasta ahora porque las autoridades empiezan a despertar de su in dsfci- ea- cía. De esto debemos congratularnos, y íelicitar á D. Maximiliano Saje- gobernador civil de Tarragona, quien ha tomado ia im ciativa, dirigiendo a padres, tutores de niños y empresarios de cines una circular, que, no es ordenación, sino prudente- y amistoso consejo: a los padres y tutores les advierte el peligro de. que los niños presencien ejemplos prácticos de refinado Latrocinio moderno. A los empresarios; les advierte que padres y tutores alejarán a los niños de los cines si éstos continúan siendo, en algunas películas, escuela de malas costumbres, He aquí. lo más importante de la citada circular: La infancia, sugestionable, predispues ta, por regla general, a la imitación, suele retener, recoger del cinematógrafo, la parte más dañosa, la parte terrorífica o inmoral. No hace muchos días, al acercarnos a un grupo de muchachos, que nos llamó ¡a atención por la forma impropia de sus juegos, les preguntamos: ¿A qué jugáis? Contestándonos: -Juguem a Madres. (Jugamos a ladrones. Aquellos inocentes juegos infantiles; aquellos candorosos pasatiempos, que eran delicia del hogar, encanto de íos padres, pureza de sentimientos y perfume embria gador de bella flor temprana, casi han desaparecido, por desgracia. También yo, no hace muchos días, en un paseo público observé urr grupo de niños que jugaba a ladrones Antes solían los niños jugar policías y ladrones juego no muy recomendable, pero. en él conservábase la idea- ie que el ladral debe ser perseguido. Ahora los niños han suprimido los policías: juegan 1 a ladrones nada más, -y a este iuego aplican lo que cu ciertas películas vieron y aprendieron. El doctorado del robo, con todas sus modernas y sutiles invenciones, exhibido en la pantalla, tuvo ya- sus fatales consecuencias; en los periódicos provincianos llevo leídos algunos casos, como el- siguiente, que, para muestra, guardo en mi archivo: UNA CUADRILLA DE PEQUEÑOS, LADRONES. Ferrol, 9. El cinematógrafo, como el teatro, contribuye grandemente a la educación dej pueblo. En los niños, especialmente, las cintas de policías, y ladrones están ocasio, JOSY MO, RISQN. nando verdaderos estragos, 1 Nunca, hasta que conocimos el cinsaiató- a

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