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Periódico ABC MADRID 18-08-1926, portada
- EdiciónABC, MADRID
- Páginas32
- Fecha de publicación18/08/1926
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MADR 1 DD 1 A 18 DE AGOSTO DE 1 9 2 6 NUMERO SUELTO 10 CENTS. S F U N D A D O E L i. D E J U N I O D E 1905 P O R D. T O R C U A T O L Ure A DE TENA CA DE TENA ABG DIARIO ILUSTRADO, AÑO VIGESIMOSEGUNDO N. 7.373 SANTANDER. EN LA BIBLIOTECA MENENDEZ PELAYO Los alumnos extranjeros del curso de vacaciones han sido objeto en Santander de muy cariñosa acogida. El alcalde les invivu a un Lunch en el Ayuntamiento, y luego les acompañó a visitar la Biblioteca Menéndes Pelayo, que aquéllos elogiaron mucho. Al salir de la visita, y en la escalera principal, se obtuvo el presente grupo. (Foto Duque. LOS DOS CAMINOS E n a m o r a d o fervoroso de Francia, partidario cieg- o e incondicional de ella durante a g r a n g- uerra, en que todas las virtudes francesas volvieron a revivir, sigo con emoción sus esfuerzos para reponerse de las pérdidas atroces. Devoto muy apasionado de Bélgica, que amo y respeto, hasta por razones familiares, pues que mi primo, el marqués de iVillalobar, por azares de su carrera, en ella pasó la g u e r r a toda, y con ella compartió zozobras, inquietudes, sufrimientos y alejarías, y su alma bien temülada ofrecióla cada uno de sus momentos, de sus días y de sus horas, en una labor admirable, que el noble pueblo belga, con su g r a n Rey al frente, supo agradecer, y, a fuerza de tener los ojos fijos cu la nación amiga, he acabado por admirarla, no por su gesto g u e r r e r o n o por su esfuerzo y sacrificio en los años cruentos de la eponeya, sino por su nrodes- tia y fuerza de voluntad para reponerse de las heridas, y cobrar fuerzas. En las fluctuaciones del ir y venir veraniego, en los lances y peripecia. s de los cambios, las fronteras, las fluctuaciones de las m o n e d a s he meditado muchas veces en el problema y sus soluciones. ¿El problema? Muy sencillo; en el afán de! vencer, los. pueblos viejos de Euirópa han vuelto los ojos a un pueblo nuevo, un pueblo joven, egoísta, comercial, que, como el P e r ú legendario, posee... ¡el o r o! Posee, sí, el oro, pero sin la cansada elegancia, sin la abulia envenenada de coca del Imperio dQ los Incas. Volvieron los ojos a él, v, pesando en la balanza, decidió la guerra. Y hay que llagar. Interesante, interesantísimo, apasionante es la observación de los medios que cada pueblo pone en juego. E n realidad, dos fueron los sistemas seguidos. U n o fué agitado, turbulento, comercial, buscar la salvación en la audacia, audacia casi inverosímil de hombre de negocios, un poco de aventurero. Y mientras Aiistría, muy n o b k y gran señora, se himdia, Alemania sosteníase t r a s u n a quiebra que, en lenguaje de negocios, podría decirse fraudulenta. Como una nueva doña Baldomera o madame H u m bert, llevóse los ahorros de todos los alocados ambiciosos qué acudieron al reclamo del cofre cerrado... vacío. El otro medio fué el elegido por I n g l a terra. N o se lanzó a arriesgadas maniobras, ni a especulaciones absurdas, ni a eso que, en el juego, se llama un farol. Como gran dama que ha tenido muchos gastos, mos-