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17/11/1925
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Periódico ABC MADRID 17-11-1925, portada

  • EdiciónABC, MADRID
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MADR 1 DD 1 A 17 DE NOVBRE. DE 1925 NUMERO SUELTO 10 CENTS. g) n, n, i, nn, i, iii. iii.ii. in. ii... ii: i. iii. nTMi: M DIARIO ILUSTRA DO. A Ñ O V I G F SIMOPRIMHRO N. 7.138 y TKh A mmm m M F U N D A D O E L i. D E J U N I O D E 1905 P O R D- T O R C U A T O L U C A D E S V. MADRID. EN LA CASA CONSISTORTAr, C r EL ALCALDE DE SEGOVIA ENTREGANDO AL DE MADRID, CONDE DE VALLELLANO (x) EL BASTÓN QUE LE REGALAN TODOS LOS D E ESPAÑA. (F O T O Z E G R I) i: u miTMiiiniii. iiiui. in: i. iiin EL P A R T I D O UNION PATRIÓTICA ¿TENDRÁ UNA DOCTRINA? Todo el que haya seguido de cerca la marcha del fascismo, desde su ascenso al l oder, habrá observado su penuria doctriDal, largamente compensada por sus iniciativas de orden práctico. Su originalidad está menos en las ideas que en la táctica de gobierno. Supeditar todas las creencias políticas al interés del Estado. histórico no es ringuna novedad, pues ya el socialismo de cátedra se había anticipado, de acuerdo con Hegel, a defender ese principio, no solamente en el campo filosófico, sino en el vasto escenario de las contiendas económicas. Pero el socialismo, al prohijar esa doctrina, aspira al adjetivo, que yo me permito considerar lejano, de la confraternidad universal, organizada, naturalmente, bajo la dictadura tácita o expresa del proletariado. Uno de los errores psicológicos del marxismo, que reduce todo el dfama de lá historia a la mera rivalidad de clases, reside en la suposición de que los grandes ideales realizados por las generaciones pasadas al ca- lor del sentimiento de Patria no han dejado la menor huella en las almas, y que, por lo tanto, la experiencia sentimental no puede influir en la conducta de los pueblos. En vano se produce de tiempo en tiempo la prueba en contrario; esto es: la demostración de que el patriotismo, por ser anterior al internacionalismo, acaba reivindicando e imponiendo su derecho a ser obedecido por los hombres y los pueblos. La democracia social germánica, a la hora del peligro territorial, se acuerda de que Alemania, es una gran realidad histórica, y acude en armas al frente de batalla, olvidando todas sus ilusiones de confraternidad- universal. La Rusia comunista cuida más de su potencia militar, pensando en posibles ensanches territoriales a costa de Polonia, de Rumania y de los Estados bálticos, que de cristianizar e r mundo merced a ima propaganda evangélica. No importa. El ciego idealismo de los hombres los reencamina una y otra vez hacia la tierra dé promisión que es- la utopía, lo cual puede ser un pasajero extravío de la razón o el indicio de generosas facultades latentes en nosotros, destinadas a una probable realización en un futuro rnás o menos remoto. El fascismo, al proclamar la sojieraní del Estado, no tiene en cuenta para nada el mesianismo socialista. Es, por el contrario, conservador, en cuanto vela por la intangibilidad de todas las fuerzas históricas que han contribuido a la formación nacional, y como cree que a ese éxito ha coadyuvado más la disciplina desinteresada de todas las clases sociales que la democracia vocmglera y premiosa del Parlamento, concede a la- autoridad preferencia sobre la libertad. El lema del fascismo es éste: Todo por la Patria y todo para la Nación. Italia sopra tutto. ¿Va a ser ése el dogma esencial de la. política española cuando evolucione el Directorio hacia otro régimen de Gobierno? Palabras del marqués de Estélla lo dejan transparentar. u- 1 No convendría, sin embargo, que los biea avenidos con el pasado conservaseír la ilusión de que el Gobierno venidero vaya a continuar- las deplorables costumbres que el Directorio está haciendo lo posble por corregir Y sanear. Si todo quedase reducido al borrón y cuenta nuva con que liquidan los pueblos sin dignidad sus períodos de decadencia, todos saldríamos perdiendo; la nación, porque haría ostensble lá flojedad de su instinto vital, y el Ejército, porque habría, demostrado su impotencia para re-

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