ABC MADRID 17-04-1925 página 3

MADRID DIA 17 DE A B R Í L DE 1 9 2 5 NUMERO SUELTO 10 CENTS. M) W FUNDADO EL i. DE JUNIO DE 1905 POR D. TORCUATO LUCA DE TENA j XU DIARIO ILUSTRADO. AÑO VIGESIMOPRIMERO. N. 6.955 0 MADRID. EN LA PLAZA DE ORIENTE I EL PRIMER REGIMIENTO DE INTENDENCIA DESFILANDO ANTE S. M. EL REY, A SU REGRESO DE MARRUECOS. (F T ALFONSO) OO i 33iii3: ia IM EIII BIIIL; nx 3ii. n ini diga, se refiere a estas últimas, que son los que el Estatuto va a dar a luz. Nace la región modernista del consentimiento de los Municipios de varias provincias limítrofes, en él número y población que iv el Estatuto señala. Una provincia, pues, aunDije en el primero de los artículos con- que por sí sola hasta el año 1833 hubiese sagrados al estudio del Estatuto provincial tenido todas las Características regionales, que no me proponía discutir si entrañaba no puede aspirar a recobrar aque la su prio no sentido arqueológigo una restaura- mitiva, categoría. Por el contrario, provinción regional. Y las razones que me mo- cias que han vivido siempre una vida sevían a dejar de lado este interesante punto, parada, si son limítrofes, pueden constituir allí constan. Pero pasar por alto el estu- una región. Así, Navarra, Guipúzcoa, Vizdio de la región histórica no trae apareja- caya y Álava, que fueron antiguamente reido el silencio sobre el proyecto de región nos, y, por lo tanto, cada una de ellas una modernista que en el Estatuto aparece ela- región, no pueden aspirar siquiera a volver borada: primero, porque mi estudio. a todo a serlo. En cambio, Navarra y Logroño, él se refiere, y segundo, porqué en aquél Vizcaya y Santander, Álava y Burgos, pusobservo gravísimos peligros para nuestro den formar sendas regiones. -En otras paporvenir nacional. Voy a entrar, pues, en labras; el Estatuto consiente que formen el examen del libro tercero del Estatuto, región provincias de espíritu muy diverso; en que se trata de la región después de que la formen también provincias del mis. haber zarandeado donosamente en el preám- mo espíritu, si son fragmentos de antiguas bulo a los pensadores que sueñan con res- regiones; pero prohibe que aquellas provintablecer los antiguos remos. Y estas pocas cias que anteriormente fueron regiones por palabras son las suficientes para distinguir sí mismas, y que, por lo tanto, lógicamente los dos conceptos que se expresan con la han de conservar más vivo su espíritu remisma palabra. Los pensadores de sentido gional, vuelvan nuevamente a serlo. Navaarqueológico llaman regiones a los anti- rra- -con más características regionales que guos reinos españoles, cuya unión engen- ninguna otra provincia- -está, pues, condró la Patria; los modernistas denominan denada a ver que Cataluña y Galicia, por región a una. voluntaria- asociación de ejemplo, reconstituyen su vida regional, y, Municipios. Todo lo que en este artículo se que Logroño y Burgos forman región, mien- EL ESTATUTO PRO yiNCIAL tras ella sigue siendo una provincia. Y lo que digo de Navarra, digo de Asturias, y Guipúzcoa, y Álava, y Vizcaya, y Baleares, que en el proyecto provincial de 1833 pasaron en su integridad de regiones a provincias. Para todo aquel que conoce algo la vida provincial, ya lo dicho ofrecería un semillero de complicaciones y dificultades. No es posible que la satisfacción interior se mantenga por mucho tiempo con una legislación semejante. Pero hay otra cosa peor, y ello es que las aspiraciones separatistas están vinculadas a agrupaciones territoriales, que precisamente el Estatuto provincial autoriza, y aun provoca, al prohibir que antiguas regiones- -hoy provincias- -recobren su categoría por sí mismas. Veámoslo con atención, que la cosa merece la pena. Los separatistas vascos estiman que las cuatro provincias vascas constituyen una nación, y, por lo tanto, su aspiración más viva es a la fusión en. un solo organismo político de todas ellas. Los vascos patriotas, por el contrario, son enemigos de toda federación o fusión vasca, porque la arqueología esa arqueología que al Estatuto se le antoja reprobable, les enseña que las cuatro provincias tuvieron siempre distintas personalidades políticasj y que su unión no ha cristalizado sino en el seno de España. En otras palabras; los vascos separatistas tie-