ABC MADRID 22-07-1923 página 11

o documental, aguanta, máquina en mano, con estoicismo de granadero de la vieja guardia. Y si hay que subir y arriesgarse, cube; y si es preciso humillarse furtivo, se refugia; y si no encuentra un buen observatorio, se 1 IMBItlIllUI JI IMIII tjm B lliTM ll M! 1 P I Mft III lili IS 11 Mil l l I II M i l E E 1 (1 HllinniIMHIt 11 l l llkll I IIHI RI SI NO ENCUENTRA UN BUEN OBSERVATORIO, SE IMPROVISA. UNO A ESCAPE... improvisa él uno a escape; y si el punto elegido no basta, siempre sabe hallar otro donde no le estorben ni distraigan. El fotógrafo de Prensa es el ser que más merodea en torno de la ubicuidad. Por lo pronto, da la sensación de que posee las botas de cuarenta leguas y los mil ojos de Argos. Lo que se le escape a él sí que bien puede asegurarse que es escoria, aluvión, ripio y hez. íTI! Ití 1111 fíiiU iHni! riiti: iE Ei! i ieiHBiiiuinníi! tFiuuuii iriiNiiR ni niii. iuniris MAQUINA EX MANO, Y COMO AJENO A LA CIRCUNSTANCIA, OBTIENE TODAS LAS FO 10 GRAFIAS ADECUADAS. (FOTCS STOCKER) iHi imiürosmiui m i iniítEiiinlii IIÜI mu ¡I j ¡I i lillr SI EL PUNTO ELEGIDO XO BASi A, SIEMPRE SUELE HALLAR OTRO DONDE NO LE ESTORBEY NI DISTRAIGAN... Así lo decretamos todos, en esta edad en que, por indagar afanosamente lo que oourre en todo el universo, empezamos a perder el saludable hábito de averiguar lo que acaece dentro de nosotros mismos. La actualidad? He aquí la soberana de nuestros pobres nervios tensos, torturados, eternos descontentadizos. La actualidad ha movilizado esos ejércitos de cazadores, máquina en ristre, que no han de dormir, que no se sabe cuándo viven, que trajinan, que corren, que vuelan. Delante de sus obietivos maravillosos, la humanidad desfila con sus muecas y sus angustias, vertiginosamente, para vivir un momento, para bnllar y apagarse, para ser v dejar de ser Todo fugaz, todo renovado, todo efímero. Esta es la misión del esclavo de la Actualidad, y esta es, asimismo, la lección qae, sin proponérselo, nos da: la de que, como dijo el padre Kempis, todas las cosas pasan, y el hombre con ellas Por eso hay instantáneas fotográficas que, vistas al cabo del tiempo, resultan infinitamente más tristes que una lápida o un responso. Si no se ha de permanecer en la memoria, en la estimación, en el respeto; si no se va a resistir los envites de la posteridad, no vale la pena de nassr rielarte de la maquinita fotográfica Desconfíese de las famas instantáneas aunque a veces ocupen media plana del periódico... E. RAMÍREZ ÁNGEL