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29/05/1923
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Periódico ABC MADRID 29-05-1923, portada

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MADRID DI A 29 DE MAYO D E 1923 NUMERO SUELTO 10 CENTS, g N? DIARIO I LUSTRADO, AÑO DECIMONOVENO. N, 6,364 10 CENTS. B S F U N D A D O E N E L A Ñ O 1905 P O R D T O R C U A T O L U C A D E T E N A MADRID. EN EL PARQUE DEL R E T I R O S. M. EL REY (l) ESCUCHANDO EL DISCURSO DEL DUQUE DEL INFANTADO (2) AL ENTREGAR ESTE LA BANDERA REGALADA AL GRUPO DE REGULARES DE CEUTA. (F O T O D U Q U E) LA ADMINISTRACIÓN DÉLAS NOTICIAS Se dice de una Empresa o una persona desafortunadas que tienen mala Prensa y este modo de decir tan de nuestros días puede aplicarse a España en sentido figurado y en sentido expresamente real. España tiene mala Prensa. Hace poco tiempo, lo ha confesado uno de nuestros ministros, el Sr. Alba, a continuación del viaje regio a Bélgica, y ha agregado que conviene poner prisa a la organización de una de esas grajides agencias periodísticas que casi todos los Estados poseen para los menesteres de la propagación, espurgo y amaño de las noticias nacionales. Nadie, efectivamente, más desvalida que España en este respecto. Ninguna nación más obstinada en jugar limpio cuando precisamente todos juegan sucio. Con una negligencia incomprensible, con una buena fe candorosa y absurda, España deja que sus hechos y sus gestos sean interpretados por cualquiera libremente y divulgados en tal forma por todo el mundo, fiándose a merced de las avideces diaristas y, por qué no confesara, a la mala voluntad de los países extraños. El sistema de esas agencias nacionales, intervenidas y tendenciosas, puede ser injusto idealmente; pero prácticamente es de, inmediata necesidad y de perfecta lógica. Digamos todavía más: el rechazarlo supone una falta de elemental inteligencia. Porque nada atestigua mejor la obcecación y la ignorancia como el cerrar los ojos a las realidades apremiantes, y el permanecer estúpidamente distraídos cuando los demás se proveen de todos los medios de ataque y dominación. Así, un hombre puede ser enemigo natural del engaño; pero si le toca actuar entre personas engañosas, y si además es inteHgente y no se presta a desaparecer, claro está que procurará ponerse en guardia, aguzando sus dotes de astucia para andar entre los astutos. Igualmente, por contrario que sea un hombre a los procedimientos de fuerza, si tiene que ir por un camino lleno de hombres armados y facinerosos, se apresurará a armarse a su vez. Pues bien; el mundo está lleno de nacionalismos irritados, exaltados, y ésta es la hora que escoge España para mostrarse a las gentes adornada con la más candoroí a de las tibiezas nacionalistas. El mundo vibra de ambiciones, de recelos, de ansias di dominación; las propagandas de los Estados, organizadas sistemáticamente, trabajan con una inteligencia y un ardor que admiran y entretanto, España, como si nada estuviese ocurriendo en el mundo, se abandona indefensa en medio de las furias universales. Lo que hace España con la administración de sus valores noticiosos, tanto los adversos como los aciagos, es algo que asombra y entristece. Dejar que esos valores noticiosos salgan al mundo y sean explotados libremente por quienquiera y comoquiera, supone una ignorancia gruesa del tono de los tiempos o una imperdonable frivolidad. Hoy no se estila eso. Hoy no se puede hacer eso. Menos aún puede permitirse esa libertad una nación que tiene contraídas obligaciones morales tan serias como la de ganar el corazón y la voluntad de los numerosos pueblos que hablan su mismo idioma. Es cierto que, por desgracia, los aconte- cimientos españoles de la hora presente na son muy halagüeños, y verdaderamente las noticias adversas comunicables suelen ser

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