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ABC MADRID 20-03-1923 página 11
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ABC MADRID 20-03-1923 página 11

  • EdiciónABC, MADRID
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BANQUETE A TRES ALFÉRECES DE COMPLEMENTO El domingo se ce ebró en el hotel Ritz el banquete ofrecido en honoi de ios alféreces de complemento del Arma de Caballería D. Juan Maroto, D. Rafael Sánchez Guerra y D. Alfonso de Santiago Concha, por sus compañeros y sus amigos, en homenaje a la ejernp ar conducta y al probado espíritu militar de aquellos tres jóvenes, que habiéndose batido tan heroicamente resultaron heridos eñ la última campaña de África. La triste circunstancia de haber muerto anteayer en esta corte el marqués de Casa Madrid cuando su hijo, D. Alfonso d e Santiago Concha iba a ser objeto de tan merecido homenaje, impidió que este joven alférez as. síiera al acto. Con los otros dos festejados ocuparon la mesa presidencial, a derecha e izquierda del general Cava canti, S. A. el infante don Fernanda, el ex ministro Sr. Rodríguez de iViguri, los generales Cabanellas, Queipo de Llano Valdés, Goyar y La Cerda, el coronel Souza y el agregado militar a la Embajada de Italia coronel Marsengo- La concurrencia era de un centenar de jefes y oficiales de Caballería y muchísimos amigaos de los tres alféreces a quienes se rendía el homenaje. A la hora de los brindis, el capitán de complemento conde de la Torre de Cela, organizador del banquete, leyó las adhesiones- -expresivas, numerosísimas- entre las que puede decirse que no faltaba ninguno de los Cuerpos del Arma de Caballería. Asociados al acto estaban, en espíritu, los jefes y oficiales de Lanceros de la Reina, Bortón, Farnesio, Villaviciosa, Montesa, 4- lcántara- -en efusiva y vibrante evocación de sus glorias- los Regu ares de Larache Me illa y Ceuta, la Academia de Caballería, Ja Escuela de Equitación, la sección de tiro, la Escolta Real, las unidades todas del Arma de Caballería... Las adhesiones personales fueron también prestigiosas y en crecido número. El genera 1 Cava canti, en elocuentes palabras, ofreció el homenaje, acto en el cual resp andecía la fus ón de la familia militar entre sí y con el país Muy cá idamente enalteció, en sobria síntesis, ios merecimientos de los tres alféreces, teniendo para el Sr. Santiago Concha un cariñoso recuerdo de pésame por su desgracia, y terminó vitoreando a España, al Ejército, al Rey y al Arma de Caballería. Fue muy aplaudido. El a férez Maroto, humi de y conmovido, pronunció sentidas frases para mostrar su gratitud y para expresar que só o el alto sent: do del deber militar le liabía imputado a proceder como procedió. El Sr. Maroto fue ovacionado. Don Rafael Sánchez Guerra, con palabra elocuente, que la emoción velaba, habló para decir que no quería ser un festejado en este homenaje, sino uno más de los que venían a ofrecerlo al alférez Maroto, que eti la campaña primero y después en el cau liverio hab an ungido de gloria la escala de tomp emento con su heroísmo y con sus sufrimientos El Sr. Sánchez Guerra, con modestia y con emoción, rindió su gratad por la parte que del homenaje recibía. Sus palabra? fueron acogidas con cariñosos aplausos. El general Queipo de Llano habló a con tinuación pira pedir qu? al alférez Maroto- -cuya conducta enalteció- -se 1? dé entrada en la escala activa del Arma y se le someta a juicio contradictorio para otorgaile la oruz de S in Fernando, en premio a su heroísmo al defender el aeródromo de Nañor, r) ja proponer que a tes alféreces Sánchez Guerri y Santiago Concha se les JUEGO DE CHICOS ¡MÍRALE, QUE RICO! ¡DS EL ALTO COMISARIO, CLAVAD conceda otra recompensa, pomo la Medalla Militar o la cruz del Mérito Militar. Ambas propuestas fueron acogidas con gran entusiasmo. El acto se desarrolló en un ambiente de eordialísima confraternidad, y fue expresión del alto concepto en que, son tenidos los mér tos de los tres jóvenes alféreces de Caballería, en cuyo honor se Celebraba. Las flores de la mesa fueron enviadas a la madre del alférez Maroto y a la señora de D. Rafael Sánchez Guerra. RECEPCIÓN DEL SR. O R U E T A EN LA A C A D E M! A DE CIENCIAS La Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, celebró anteayer solemne sesión pública para recibir académico de número al ináigne ingeniero de Minas don Domingo Orueta y Duarte. Presidió el acto el Dr. Rodríguez Carracido, y a sus lados tomaron asiento los Sres. Torres Quevedo, Castellai ñau. Muñoz del Castillo y el secretario, Sr. Madariaga. En la concurrencia, numerosa y selecta, figuraban todos los académicos de Ciencias y muchos de otras Academias. El recipiendario leyó un notabilísimo trabajo acerca de La historia del microscopio y su aplicación en las ciencias naturales No hay posibilidad, en los breves términos de una reseña de esta clase de ceremonia? de hacer una síntesis de lo que, más que discurso, es un verdadero libro lleno de erudición profunda, de copiosa cita bibiográfica, riquísima en conocimientos científicos, literarios y filosóficos, leveladores de Ja extraordinaria cultura del ilustre ingeniero, a quien ayer se impuso la medalla de académico. Un extracto, por extenso que é te fuer? desnaturábala la coordenación de tan luminoso estudio solare el microscopio, i cuyo estudio precedió un sentido elogio a su antecesor en el sillón corporativo, don Rafael Sánchez Lozano, también relevante ingeniero de Minas. Por eso, en vez de ofrecer a nuestros lectores un brevísimo fragmento, que no daría idea aproximada de su magistral discurso de ingreso, preferimos consignar- -entre los datos biográficos expuestos por D. Daniel Cortázar al contestarle en nombre de la Academia- -uno interesantísimo, que se refiere a cuestión de tanta importancia como el descubrimiento de ricos minerales hecho por el Sr. Orueta en la Serranía de Ronda, y de la escasa atención que los Gobiernos le prestan. En 1913- -dice el sabio matemático señor Cortázar- -emprendió Orueta el estudio geológico y petrográfico de la Serranía de Ronda, con el principal fin de completar los trabajos hechos allí por MacPherson y Orueta padre, y, observando, en preparaciones mici oscápicas, la naturaleza de las r cns hipogénicas de aquella Serranía, tuvo la suerte de descubnr en ellas el platino y peder confirmar la existencia en aquel país de excepcionales yacimientos de níquel y cromo. Lo ofreció generosamente al Estado e hizo conocer sus dcscubiimientos en una confei encía en el Instituto de Ingenieros civile 5 El Es ado dispuso un reconocimiento ofeial y científico de la Senanía en virtud de la llamada ley d; l Platino, y los resultados de ese reconocimiento, dirigido por Orueta, supe aron en mucho a lo que el descubridor había manifestado en su conferencia, pues, cubicada la cantic! d de plaíino oue puede extraerse del terreno fen cuest ón, res- ilta con mi valor de siete millones y metí o de nesetas al prec; o hoy corrier e, v podría beneficiarse todo d metal adqu riendo los aparatos convenientes v con un gasto total d personal y material de me- ios de dos millones de pesetas, aun inc uvc ido a amortiz- ación total del citado nabería Pero mucho mis, ircomparablemento ffás ene el platino descubierto valen los cr aceros de níqael y cromo que Orueti. ha señalado con sus reconoc; n; enios en los Tárales v en Sierra de Agras. Sobre todo Jos del pumer meT? l, tan i- nfoiíanle hoy día en las fábricas de aríilleiía y en las dej I

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