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ABC MADRID 08-06-1922 página 7
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ABC MADRID 08-06-1922 página 7

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página7
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V I S- l T A R E G Í A- TE DISG En la Quinta de la Salud. Banquete militaren Las Planas. Discurso del Monarca. El Rey y los pe- riodisras. En el Real Polo Club Comida de gala en el Fomento. En Novedades. La jornada de hoy I calle de Balines, gran número dé alumnos EN LA QUINTA P E J Barcelona 7, 12 noche. Crónica telefó r del citado Centro tributaron al Soberano juca de nuestro enviado especial. Al salir I una ovación cariñosa. Tal ocurrió en todas- Ge l s casas inauguradas por la Coopera- las estaciones del trayecto. Al entrar en el íiva Militar, se dirigió é Rey a la Quiítfa túnel largo de la línea, el Rey, que por la de Salud La Alianza, que está al lado de ciudad había ido de pie y saludando coris- las casas inauguradas. Fue recibido en la tanteniente, se sentó, conversando con los Quinta por el barón de Griñó y el Sr. Ju- que le acompañaban. Al llegar el tren a la estación de Las xioy; el presidente de la Sociedad, señor Tornes, y los individuos de la Junta, asi Planas había bastante público. -La estación ccmo los médicos dei establecimiento. Don estaba engalanada. Un ciego que se hallaba Alfonso recorrió el nuevo pabellón de in- en la estación, al enterarse de que D. Alfecciosos, cuya primera piedra colocó hace fonso pasaba cerca de él, tocó en el vioiín dos años, y en el que hay unos 40 enfer- la Marcha Rea) y acercándosele el Rey le mos. La visita ha durado diez minaros, y dijo: -Gracias, abuelo- -y le dio una moneda a l a s doce menos cinco salía el Rey de La ¡Alianza, haciéndole na afectuosísima des- de dos pesetas. Desde la estación al restaurant Eléctripedida las personas congregadas en aquel Bitío y el numeroso público que se había co, donde se había de celebrar el banque ¡estacionado en la carretera, frente a la te, se levantaba un arco monumental de claveles formando la bandera española. Al ¡Quinta. entrar el Rey en el restaurant. una orPASEO POR LAS CALLES questa de isiganes inició la. Marcha Real. -Puesta en marcha la comitiva, el Rey EL BANQUETE tmáiiifcstó deseos de pasear par las calles Don Alfonso se sentó a ¡a mesa, teniende la ciudad como un ciudadano particular, do a su derecha al Sr. Sánchez Guerra, y, en efecto, aun cuando había un servicio al margues de Castellflorite, marqués de la ide guardias de Seguridad marcando el iti- Torrecilla, general; Arlegui y otros genenerario hasta el hotel Ritz, el auto en que rales. A su izquierda se sentaban el capiaba S. M. el Rey con el presidente del Con- tán general, el general Miláns del Bosch, Isejo y el alcalde, seguido de algunos otros el general Martínez Anido el alcalde, etautos que se dieron cuenta de que el Rey cétera. Cambiaba el itinerario, tomó por el paseo El banquete había sido organizado por üe San Tuan, Salón del mismo nombre, pafeea de Colón, carretela de Casa Antúnez, la Cooperativa Militar de Casas baratas, puerto, calle del marqués del Duero, plaza y asistieron, efectivamente, jefes y oficiade España, Gran Vía, Rambla de Catalu- les del Ejército en gran número, las auña, calle de Valencia, paseo de Gracia, pla- toridades y un reducido número de perioiza de; Cataluña, hasta la- estación de Sa- distas. Cuando hubo terminado la comida, el rriá. Durante el trayecto, el Rey iba hac. iendo constantemente preguntas al alcalde, Rey salió a una terraza del restaurant, adonde pronto le siguieron todos los concuA LAS PLANAS. NOTA SMPÁTICÁ rrentes, que formaron grupos alrededor A la una menos cuarto llegó el Rey a de él. la estación de la iplaza de Cataluña, desde DISCURSO DEL CAPITÁN GENERAL donde. había de salir para Las Planas. Para Entonces, el capitán general, marqués de eí acceso del Rey a la estación se habilitó Estella, dirigiéndose al Rey, le dijo que, una de las dependencias de la sección de en nombre de toda la guarnición de Cata ¡facturación que fue convertida en elegan- luña, y aprovechando la presencia del jefe te salón adornado con tapices y profusión del GoD: erno, Sr. Sánchez Guerra, como de. plantas. En la puerta de la estación re- representante del Poder civil, y del alca ciibieron al Rey el director de los ferroca de de la ciudad, cómo representante del rri les de Cataluña, Mr. Lawton; el subdi- pueblo, ofrecía nuevamente la adhesión al rector, el consejero marqués de Foronda y Rey y a la Patria, sin diferencias de clase otras personas de la Compañía. ni de familias, de toda la guarnición de Precediendo al tren Real salió un tren Barcelona. explorador. Al entrar el Rey en el andén, el numeroso público que esperaba la salida SÍ El general Primo de Ri- vera añadió que se ntía verdaderamente orgulloso de otros trenes se unió a la manifestación este momento representante de una verse en fracción de s apatía que se tributaba a Su Majestad. del Ejército tan importante como la de la A la ñora señalada se puso en marcha e! cuaiia región, para hacer r. na manifestación tren Real, compuesto de tres coches, en rotunda de adhesión al Monarca. los que iban los invitado? a! banquete. En seguida: én m 5 a ode la mayor expec La nota más simpática del día han sido, por lo espontáneo, las manifestaciones- dé tación, se levantó. a hablar S. M. el Rey. srrripatía que el Rey ha recibido en todo EL DÍSCURSO DEL REY el trayecto a lo largo de la calle de Balmes, Barcelona 7. 6 tarde. He aquí el discurdonde, a pesar de la temperatura asfixiante so que, contestando a las frase s del caipi y que el tren pasaba rapidísiniamente, ha- íán, general, ha- pronunciado e! Rey: bía mucho público estacionado a I05 dos Todos habé S; sentido la impresión deslados de la vía, y en los balcones de las ca- agradable de decir la papeleta en un- exasas, muchas personas, que aplaudían al paso men ante un Tribunal. (Risas. Yq. siento del tren Real. Frente al edificio que ocupa en e stos momentos la misma impresión, au 3 a Escuela de Intendentes mercantile s de la mentada por la dificultad dé decir en nocas palabras cuál debe ser. ahora la orientación del Ejército- español cuál debe ser la adhesión de este Ejército a su Rey y cuál la actuación de todos nosotros. Esto, señores, es. sumamente difícil, porque para ello tendremos, que olvidar los movimientos populares que én época reciente apasionaron el ánimo de todos. (Muy bien. Todos sabernos que el Ejército español, por su situación especial- -no tenemos usas que repasar la historia de e stos cien años- ha sido sometido a: una serie de pruebas y dificultades mayores- quizá que los. de los demás países. Ponemos por ejemplo al Ejército alemán, ese Ejército que hoy no existe, y que, sin embargo, yo aconsejaré ¡a mi s oficiales tomen como modelo. (Aplausos. Extrañará a algunos que! yo aconseje lo contrarío de. lo que generalmente se hace. que es tomar como modelo a los Ejércitos vencedores. Si yo aconsejo a ustedes que admiren al Ejército alemán, a pesar de ser un Ejército derrotado, es porque este Ejército tenía un contenido ideal, en el- que de bemos inspirarnos nosotros. En Jena pren dio el ideal del Ejército alemán; vino luego- el triunfo de Waterióo, y después d las maniobras de Dinamarca y de la campaña del 66, ve que sus fusiles no son bastante, buenos y los cambia, lanzándose a ia campaña del 70. Consecuencia de este triunfo: fue la unión de los Estados alemanes que vino en seguida. El Ejército español era un Ejército que se había formado con el. espíritu heredado de quienes tenían que batirse continuamente. Era la campaña contra los árabes, era nuestra) Reconquista después; el Ejércitp se convirtió, comenzando a hacerlo verdaderamente en los tercios de Flandes, y creando para España el imperio en que el sol no se, ponía nunca. Fuimos a América, conquistándola, y 3 pesar de que luego han. venido momentos tristes para nosotros, preciso es reconocer. que hemos dejado allí nuestros ideales, nuestra sangre- y nuestros nombres; y -como si- esto no- fuera bástante aun, puede verse que en muchos países de América se- conserva no sólo nuestro idioma, -smo nuestros usos y costumbres. En la Argentina, el regimiento -de San Martín viste la casaquilla corta, nuestra casaquilla de. siglo- xix. Y es precisamente esto el timbre, dé gloria del Ejérc to argentino, Esc prueba que se conserva un recuerdo grato de nosotros, porque, a pesar de ser conquistadores, fuimos generosos. Nuestro Ejercito gastó sus energías en estas gloriosas empresas, quedando en un estado de desorientación y mal preparado para el d! a en, que la Patrie os necesitara. Vinieron después trastornos revoiu Wonanos, que dejaron al Ejército desorganizado, desparramado, motivando negó lo que. podemos llamar nuestros desastres miniares. Todo esto nos enseña que si el que manda no da el ejemplo del cumplimiento del deber, del orden y de la disci, plína vun. Ejército no es; capaz de aco meter grandes empresas, y en vez de ser el. Ejercito tina fuerza de orden, es ur- guardia pretoriana que se atrae el odio del país. Yüvacion; voces, vivas al Rey. La guerra- colonia hizo que ¡se ca a- t

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