ABC MADRID 22-05-1921 página 6
- EdiciónABC, MADRID
- Página6
- Fecha de publicación22/05/1921
- ID0000110758
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LAS FLORES DE LA REINA La Reina de aquel reino que domina el Oriente penetró en sus estancias del castillo glacial, y el brocado bermejo de su manto de Corte ondulado se pliega cual rojo pedestal. En la arqueta que adorna de amorcillos y nínfav el primor en las aguas de roqueño cristal, distraída, sus manos ha posado la Reina sobre perlas y joyas del tesoro imperial. En silencio las toca, sin ornar su hermosura con estrellas y soles de la tiara feudal, y después su mirada se levanta a las rosas -poesía y secreto de la estancia real- Y la Reina, al mirarlas, murmura, sin saberlo: -Siempre igual... Esas flores consuelan y envenenan mis días: son mi mai. Un golpe de alabarda se oye que la estremece: entra ei. Rey en la estancia con séquito marcial; a buscar a la Reina vienen en la gloriosa fiesta tradicional. Tiembla fría la mano que el Señor aprisiona, óyense los acordes de la marcha triunfa y la Reina- en las rosas ha fijado los ojos. diciendo sin palabras el secreto mortal: Ellas son mi consuelo y envenenan mis días; son mi mal. II En su estancia la Reina todavía conserva de su manto de Corte el pesado esplendor; los brillantes refulgen en su pálido pecho y en sus manos cruzadas se marchita una flor. Quedos pasos se oyen que el silencio delata, un tapiz se entreabre con opaco rumor y aparece en la ouerta, pálido, el caballero de la negra armadura donde muere una flor. ¿Vos aquí? Salid pronto clama erguida la Reina Y él saluda diciendo con heroico dolor: Ya me parto, señora, y a morir voy lejano, pues te quiero mi vida juvenil ofrendar. 1 Se cerró el cortinaje, quedó sola la Reina y agitó su hermosura callado sollozar... Las horas de la noche van cayendo vacías en las nieves mortuorias del país invernal y al guerrero saludan, que abandona la Corte, los ciar nes sonoros de la Guardia Imperial SOFÍA CASANOVA.