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ABC MADRID 11-08-1913 página 4
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ABC MADRID 11-08-1913 página 4

  • EdiciónABC, MADRID
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A BC U I N E S 11 DE AGOSTO DE J 9 I 3 EDICIÓN i. PAG. 4 Ahora se piensa volver á la tradición, y ya se ha abierto el reclutamiento en los cantones privilegiados. Los guardias suizos sencillos tienen un sueldo de 96 francos al mes; los cab os, 113; los sargentos, 146. Los suizos tienen tm servicio de diez días al mes; se les da un suplemento de 20 francos en los meses de trabajo excepcional, y un plus de un franco y medio á los que hacen el servicio de centinela en la sala del Tesoro y en los demás puestos importantes. Pasados diez años de servicio, el soldado puede retirarse con una pensión vitalicia de 300 francos al año; á los veinte años, la pensión es de 783 francos para los alabarderos sencillos, 920 para los cabos, 1.244 para los sargentos y 2.000 para el sargento mayor. Hoy, entre los guardias que quedan, hay: un estudiante de Derecho en la Universidad de Roma, varios pintores de la Academia de San Lucas, un arquitecto, un maestro de música, un profesor de francés y otro de alemán. Pero lo que no es una leyenda es que á los guardias suizos les gustaba mucho la cantina, llamada vulgarmente el hettolino, donde él vino de los castillos romanos corría á torrentes, nublando, á veces, los cerebros de los bebedores. Por orden del cardenal Merry del Val, el bettolina ha sido cerrado. Y este decreto de clausura no ha de agradar á los guardias... ¡Al contrario! AMNISTÍA A última hora me entero de na información importante: hoy, décimo aniversario de la elección de Pío X, éste ha decidido indultar de todas las penas disciplinarias aplicadas á los guardias suizos con motivo de los últimos sucesos. Esto ha tranquilizado mucho los espíritus, y se cree que este acto de clemencia del Papa contribuirá mucho á extistguir rencores y á restablecer definitivamente la tranquilidad. LOS DERECHOS DE IMPORTACIÓN SOBRE EL CORCHO LA REBELIÓN DE LOS GUARDIAS SUIZOS Oportunamente di cuenta de la pequeña Rebelión que turbó la apacible tranquilidad de la guardia suiza pontificia. Ahora parece que ha vuelto á restablecerse la paz. Primeramente fueron despeitíidos tres de los iniciadores de la rebelión; potros cuatro dimitieron poco después, y por Ifin 18 guardias han abandonado el Cuerpo declarando que no pueden someterse á los ¡rigores de una disciplina militar que es in compatible con su edad y con sus hábitos. Hay que reconocer en este incidente la ¡habilidad con que se ha conducido el carIdenai Merry del Va en sus funciones de Jjefe de los palacios apostólicos, porque manteniendo el principio de autoridad no ha ocultado sus propósitos de hacer justicia ¡sin contemplaciones y con una rapidez casi ¡fulminante. En efecto, apenas recibidas las reclamaciones que el Cuerpo d e Suizos concretó en ¡un memorial, abrió una información, y á las doce horas decretó lo que en realidad sha sido la destitución del capitán Glasson, ¡sobrino del comandante Repond, á quien ¡se han hecho imputaciones de un orden delicado... En seguida el cardenal envió á los suizos feu capellán, Mons. Corrogioni d Orelli ¿para hacerles saber que la Administración de Jos palacios apostólicos no obligaba á nadie! á someterse á una disciplina que se consideraba indispensable para el buen orden... jSi había descontentos, -podían dimitir, y la ¡Administración dejaría á salvo los derechos de todo el mundo. r Así, pues, todos los expulsados y los que dimitieron recibían el pago íntegro de sus sueldos, indemnizaciones de viaje y algunas gratificaciones de 300 francos; todo esto sin contar con la condonación de las deudas que muchos de ellos tenían pendientes con la Administración. Alguno de los expulsados, al abandonar jél Vaticano, quiso protestar gritando Viva Garibaldi y cantando la Marsellesa; otros aceptaron unas rondas de vasos de vino en la sociedad anticlerical Giordano Bruna, que tiene su local próximo á los muros del Vaticano. Pero todo esto careció de consecuencias, y la tranquilidad ha vuelto entré ios muchachos de Guillermo Tell. del Va ¡ticano. El principio de autoridad ha quedado así ja salvo, y, sin embargo, la situación del co jnandante Repond no deja de ser comprometida. Dícese que apenas regrese éste á jOFriburgo (Suiza) donde interrumpió su vialije de bodas para venir á Roma por llamada íiirgente, encontrará algunos motivos razonables para pedir que se le quite el mando de la Guardia suiza pontificia. Entonces, sólo entonces volverá á renacer la paz en la Guardia, entre la cual el comandante Repond se ha creado muchas antipatías y ha perdido, indudablemente, mucho prestigio. Antes de las recientes dimisiones y expulsiones la Guardia suiza estaba compuesta de 56 valones, de 15 ciudadanos del cantón de Friburgo, de 10 de Lucerna, de nueve montañeses de los Grisones, de seis de XJrgovia, de tres del cantón de Solette, dos l del Uri, dos de San Gal, dos de uno de Berna y uno de Unterwold. Esta heterogénea composición, hecha por los reclutamientos del comandante Repond, infringía las reglas del Instituto, que conceden el monopolio del reclutamiento para Ja Guardia suiza primero á los cantones de Zurich y de Lucerna, y después, á los cantones de Uri y de Unterwofd. Me acaban de asegurar que se va á publicar en breve un Real decreto aboliendo el derecho de importación sobre el corcho. Esta noticia no desagradará seguramente á los que desean un feliz término á las negociaciones entabladas entre España é Italia, porque era, en efecto, una de las cuestiones más espinosas. Los que más se oponían á la supresión del impuesto eran los habitantes de Cerdeña, que en la producción del corcho tienen una de las principales riquezas de la isla. DR. FRANCO F R A N C T T Roma, Agosto de 1913. DE NUESTRO COLABORADOR A E C EN LONDRES MEDITACIONES PROTECTORAS El niño es un viajero sin experiencia. El viajero es casi siempre un niño ingenuo, impaciente y asombradizo. Ambos tienen idéntica emotividad, ansias de ver y adivinar todo; son crédulos ó desconfiados, á destiempo muchas veces; alegrías súbitas y tristezas repentinas les asaltan de continuo, y el dolor en ellos es cpsa sagrada y respetable. Sí; cuando sufrimos alguna enfermedad lejos de la Patria y de la familia, aun cuando- nos rodeen centenares de gentes, sentiremos el profundo desamparo que deben padecer los abandonados en el mundo. Las almitas viajeras, inexpertas é igno- rantes, también sueñan, como nosotros los extranj eros en estos países encantados, donde se pierde el instinto orientador que guía al caminante en la soledad de los campos. Las modernas ciudades, nuevos laberintos, más complicados que el de Creta, han transformado la vida del hombre que busca ansioso la nueva Ariadna que le permita eludir todo peligro. El progreso galopa como el Minotauro; no se detiene; sólo se doblega ante la fuerza y el poder. Por esto al sentirnos doloridos ó apenados nuestro amor á la infancia se acrecienta. No hay que burlarse de los pobrecitos que nada saben, no hay que explotarles; es imposible dejar que perezcan prematuramente. Para evitar todo esto importa conocer, mejor dicho, adivinar el alma infantil, -estudiando su organización y sus voliciones, dándole los medios indispensables para la vida y el bienestar que tanto necesita; Mientras circulan con velocidad extraordinaria vehículos mecánicos y se concentra nuestra atención en conservar nuestra vida amenazada á cada instante, lejos de nuestra. vista, como insectos de efímero existir, perecen muchos cientos de seres en los comienzos de su vidav La exuberancia de movimiento, el excesivo número de gentes que nos rodean, preceden, cercan y embarazan, disputándonos tm lugar en todas partes, hace que nos parezca muy grande el mundo y excesivamente poblado; pero la riqueza y él bienestar rio consisten en los almacenes repletos de cosas bellas ni en el lujo desplegado por los poderosos. El rostro puede cubrirse de afeites que lo embellezcan, el cuerpo de vestiduras doradas que lo realcen; pero en la sangre, en los glóbulos microscópicos que la forman, ahí está la energía orgánica. Y por los suburbios procedentes de fábricas, minas y manufacturas circulan los. gérmenes de la degeneración y de la muerte, destruyendo millones de infelices criaturas y llevando su saña hasta el extremo de impedir su nacimiento. Después de destruir las raíces de la planta, aún arrancan cuantas flores puede producir, única dulce recompensa que al hombre da el amor. Bajo este aparente bienestar, detrás de esta riqueza asombrosa, el mal existe. Acaba de decirlo solemnemente el primer ministro el domingo pasado Precisamente para poner un dique á este daño se ha reunido la Asociación nacional inglesa, para evitar la mortalidad de los niños, en Asamblea los días 4 y 5 de Agosto, dando hospitalidad al Comité permanente de la Liga internacional para protección de la infancia en la primera edad. En Caxton Hall se reunieron, en número de 500, multitud de representantes 1 de las Asociaciones inglesas y norteamericanas, que se dedican á las tareas, educadoras y. protectoras. Causa admiración: y profunda simpatía observar el interés vivísimo que demuestran las señoras y señoritas por estos problemas. Con un entusiasmo y una tenacidad sorprendentes, estas señoras se dedican á la propaganda; son muchas, sonrrientes y persuasivas, describen sus obras, que llevan admirablemente desde el punto de vista administrativo. De lo que se trató en la reunión en otro lugar he de ocuparme; llenaría muchas páginas de A B C, y á decir verdad, no sé si habrían de interesar a todos, como interesan las reseñas taurinas, por ejemplo. Desde lejos nos parecerá la intervención de la mujer en los actos públicos cosa extemporánea y ridicula; pero cuando vemos su capacidad para ello, comprenderemos que no es justo hacer lo qtiecón ellas se hace. Entre un lord egoísta, bien alimentado y con

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