Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 26-06-1913 página 5
ABC MADRID 26-06-1913 página 5
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 26-06-1913 página 5

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página5
Más información

Descripción

DE TODO EL MUNDO, POR CÜKR O, CABLE 9 T LEGRAFQ DE TODO EL MUN- O, POR CORREO, CABLE, TELEGRAFO Y TELEFONO Ú 8 k EDITADO POR LA EMPRESA PERIODÍSTICA PRENSA ESPAÑOLA de! libro que digamos de- éste? Juzgar una obra teatral por la mera lectura, sin haber la visto en la escena, es un poco arriesLA ESTILIZACIÓN gado. La literatura dramática tiene una especial convención que 110 tiene el libro, ó, lo menos (puesto que hay EN EL TEATR J portodo) que es distinta deconvenciónpracen la que se Un estimado amigo me envía un libro tica en la novela ó en el artículo de pe -nuevo- -y me pide que hable de él. Accesi- riódico. Ciertos movimientos, ciertas frable soy á los requerimientos de la amistad; ses, ciertos recursos no se pueden juzgar cuando el libro enviado es bueno, mí satis- bien si no se ven plásticamente; la palabra, facción es completa. El libro que ahora el gesto, la figura el actor influyen poderecibo se titula La eterna mascarada. Su rosamente en la trascendencia estética de autor: Juan Pérez. Se trata de un seudóni- la obra. Si juzgamos como libro un drama, mo. La primera indicación que he de hacer nos expondremos á incurrir en graves errores. Y si una novela, por ejemplo- -caso se refiere á este nombre postizo, de rebozo. contrario; queremos juzgarla como obra El nombre del escritor (como el del polí- teatráL en los mismos errores podemos tico, el del actor, etc. np es indiferente. caer. De este último trastrueque se origina Hay nombres que son para ser repetidos de el que consideremos como novelistas á auboca en boca; otros que se rebelan á la tores que no son sino zurcidores de melodivulgación. Hay nombres breves, sonoros, dramas en prosa compacta y. brillante, y alpintorescos, nobles, eufónicos; hay otros guno de los cuales ha traspasado ha tiempo desmañadois, zafios, vulgares. ¿Qué hará la frontera y anda ensalzado por hispaun orador ó un dramaturgo con un nombre nistas bobalicones y faranduleros. infortunado? Porque el nombre es el homEl teatro es una convención bre- -decía Espronceda- y es la mayor fa- acusada y superficial que la demucho más talidad su nombre. Su mayor fatalidad, los dos géneros (al menos en su la novela; forma acó su fortuna, ó. por lo menos, su acierto. tual) llevan camino de colocarse fuera del Voltaire, Montaigne, Moliere, ¿serían lo arte. Todo en la obra dramática es artificio mismo si les llamáramos coa sus nombres aparatoso. Hace poco, con ocasión del esverdaderos: Arouet, Eyquem (Eyquem Ló- treno de su última obra- -Las antorchas- pez López del nombre de la madre) y Po- uno de los dramaturgos más notorios de quelin? Pero no nos arriesguemos por el Francia, Henry Batalle, publicaba unas camino de la paradoja; digamos simplemen- manifestaciones sobre lo que él entendía te, que el nombre influye- -por lo menos, que era el diálogo, dramático. Para Bataille, en resumen de cuentas, el comediógraalgo- -en la obra de! artis- a. Ignoramos cómo se llama el autor del fo ni debe recoger el diálogo tal como se libro que nos ocupa. Su nombre no podrá habla en la vida (error de los antiguos ser más- corriente que él seudónimo elegido. abastecedores de Antoine) ni debe urdir ¿Por qué haber elegido este seudónimo? un diálogo en estilo literario, brillante. El de teatro erá ¡Nuestro autor es dramaturgo. Entre los estilo rápido, nervioso, un coloquio condenrasdramaturgos españoles, ya hubo un Juan sado, ni enfático. Y no que no sea ni más supo decirnos iPcrez: un Juan Pérez de Montalbán. Se trero Bataille, Rizo contra él, como sabe el lector, un epi- Matin, ni ni en sus declaraciones de Le en las publicadas en Afínagrama. Te llamas el Dr. Juan Pérez de les. ¿Cómo se escr. birá, pues, Les diálogo Montalbán- -se le dijo- pero en realidad de teatro? Allá ustedes, señores el dramaturdebieras llamarte sólo Juan Pérez. El Juan gos lo que nosotros queremos hacer consPérez de ahora, dramaturgo, también, ¿ha tar es que el coloquio escénico ha de ser querido acaso, adelantándose él mismo á por fuerza una estilización. Los mismos Ja reducción, evitar el epigrama? Es decir, proveedores de Autoine no han copiado el! ¿ha querido darnos á entender que él es un diálogo tal. como: se habla; su estilización rio mbre mdde ste seuc lló reñemfg f dé exal- habrá sido eri menor escala, más terrera, taciones y bambollas? No nos gustan es as más prosaica, pero, al fin, han estilizado. modestias; 110 nos gustan porque á menudo Algunos meses después de Les flambeaux jen csraj modestias va escondida. latente, liria profunda inmodestia: la inmodestia, se. ha estrenado en París La Pisaneüa, de Gabriel D Annunzio. (Entre paréntesis: por ejemplo, de quienes para evitar e! JO Ó con motivo de está obra, D Annunzio ha el nos, haWan de sí mismos en tercera per- sido acerbamente tratado. No nos imporsor. i. (Y así de csie modo- ¡oh, paradoja tan á nosotros los aledaños de la obra- -cié Ja inmodestia! -por esconder la propia anuncios, reclaíhoSj etc. la obra rsov il: ilad. nos ofrecen dos personalida- misma. Hemos leído ya partesino La Pisade des: ui a la del que escribe, que no es po- nella; con tal motivo se renueva en noss ihh amilar. liárraáe lo que se haga, y otra otros el respeto y ¡a admiración al grande, esa rfe ti fcr oalsia. ó el croiústa. á quienes al maravilloso artista. Según refería no estos oNtcetrrufo compañeros se refieren. ha. mucho un articulista del Temps. para El au or de la obra en cuestión comienza dirigir la nueva obra de D Annunzio ha añora su carrera literaria; sólo lleva pu- ido á París el Sr. Wsewolode Meyerhold, blicadas dos obras. Tiempo es todavía de director de los teatros, imperiales de Perectificar el entuerto (entuerto á nuestro tersburgo. El Sr. Meyerhold, escenógrafisentender) v de biisenr j aduptar un seudó- ta original, creyendo- -como es lógico- -que nimo ni raro ni vulgar, n: peregrino ni el teatro es. ante todo, estilización, ha que chabacano: 111. I. IJD: I ¡T- que sea de fácil rido estilizar todo Jo referente á la. -esce: nografía. él rfcciói: y dt t. i; Ii; i rcon- -1 n- ón c Qué jnovhmentfiHa C estilizado; por ejemplo, de 4 Í 3 masas y- ios mjdgjt Ijuzere- ahora nuestro amigo $1 remitente TÓPICOS DEL DÍA la escena. Las masas, según el original director, no se presentan en desorden ni se mueven confusamente. Se mueven, sí rítmica y simétricamente, y con ellas el director compone la escena del mismo modo que un pintor sus cuadros (Un pintor de la escuela de David, ó de nuestro Casado del Alisal, debiéramos añadir. En cuanto á los ruidos que llegan á la escena desde los bastidores, tales como vocerío, fragor de tempestad, etc. también son producidos de una manera musical, sinfónica. Porque á M. Meyerhold, como poeta- -escribe el articulista citado- -le importa menos el dar; la impresión de la realidad cotidiana y escueta, que una expresión artística de esa misma realidad; y esa expresión artística es la estilización. ¿Hará camino el sistema del escenógrafo ruso? Estilizar lá declamación, según ese sistema, sería volver a los procedimientos de hace ciento ó doscientos años. Núes- tros antiguos actores no representaban de otro modo; hay en el arreglo español- -no mera traducción -de los Viajes de Enrique Wanton al país de las monas un pasaje curiosísimo y de gjran sabor para la historia de la declamación, en que se pinta la manera que tenían de deciair. ar los actores del siglo xviii. Casi era aquello la mismo que se pretende hacer ahora. ¿Prevalecerá el sistema de Meyerhold? En cuanto á la escenografía general, esa doctrina nos volvería a un arte escénico paralelo á la pintura del citado David y á la estatuaria de Canova. Hemos apuntado todo lo dicho para qus se vea que el teatro es una convención- -1 mayor que la de la novela- -que según las épocas y los gestos aumenta ó disminuye. Nos ha dado pretexto para esta divaga. ción el drama La eterna mar. irada. Costumbres aristocráticas pinta el autor en esta obra. Desconocemos ese mundo; pero parécenos que hay rasgos felices en la obra y que el autor- -ahora novicio- -puede llegar á ser un excelente comediógrafo. ÁZORIN. DE NUESTRO ENVIADO ESPECIAL A B C E N PARÍS ULT MAS NOVEDADES Después de un mes de ausencia, -París ofrece el mismo aspecto. Al parecer, nada ha cambiado á primera vista; todo sigua igual. Y, sin embargo, aquí y allá encontramos novedades y sorpresas. El nuevo prefecto de Policía que ha venido á substituir al bravo Sx. Lepinc se siente innpvador, y lo primero que trató de arreglar fue la circulación de carruajes. El Sr. Henión no quiere ver esas filas interminables de taxis ue llenan! bs bulevares. Tampoco quiere que estacionen en los bordes 1 de las aceras. El Sr. Henjon meditó, y, á fuerza de meditar dio con la solución. Se le ha ocurrido disponer que coches y autos se coloquen en el centro de las calles y los paseos. La idea es verdaderamente genial; pero hace diez años que yo vis: té por vez primera Londres y entonces ya tuve ié de ver flue en la capital inglesa log

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.