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ABC MADRID 21-06-1912 página 10
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ABC MADRID 21-06-1912 página 10

  • EdiciónABC, MADRID
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A B C VIERNES- a- TOE JÜÑKjPDE -ioí E B Í C Í O N W El publico romántico y jasto, aplaudió al soldado y silbó al caballero. El Sr. Montes fue conducido en el coche la Policlínica Tamayo, en donde los docíores D; Cayetano y D. Gonzalo Laviña le practicaron una cura detenidísima. Alas ocho de la noche se le trasladó á su domicilio. Su estado era tan grave, que á las diez dejó de existir. Además, fueron curados en la Policlínica He Tainayo, en el gabinete de urgencia de 3 a calle de Argensola, en la Casa de Socopro del distrito del Hospicio, instalada en la calle de Augusto Figueroa, y en una farmacia de la plaza de las Sálesas los viajeros sigi lien tes: El oficial de Ingenieros D. Antonio Blanco, de una grave herida en un ojo, y contusiones en diferentes partes del cuerpo. D. José Mingo, lesiones en el brazo y pierna izquierda. Erigido Mota, gitardafreno número 39, que dirigía la jardinera, contusiones en ei, brazo y pierna izquierdos. D. José García, sargento de la sección 8 e Ordenanzas del ministerio de la Guerra, lesiones leves en distintas partes del cuerpo. D. Manuel de Círia, domiciliado en la calle de Don Juan de Austria, 10, erosiones n el brazo y heridas en ¡a pierna izquierda. D. Enrique Mor oto, Cruz, 4, heridas en tin brazo y en la cabeza, pronóstico reservado. i D. Valentín Prieto, Alberto Aguilera, 23, heridas en las piernas, pronóstico reservado. D. Prudencio Escudero y Guijarro, domiciliado en la calle de Moreto, 5, que presentaba varias heridas en la cabeza. Muy grave. todos los esfuerzos imaginables para detener la marcha del coche. Además, en la inspección ocular que realizó el Juzgado- en e ¡lugar del accidente se comprobó por el examen técnico de un mecánico, que voluntariamente se destacó del público, que el freno estaba echado. El conductor, al darse cuenta de la inminencia del peligro y del fracaso de sus esfuerzos para evitarlo, tocó el pito, de alarma; el conductor de la jardinera, al oirlo, echó inmediatamente el freno de ésta, pero sólo consiguió salir despedido de la plataforma á más de tres metros de distancia. Ante e! juez de guardia, que lo era ayer el municipal de! Congreso, Sr. Fernández Villegas, declaró también e 1 ingeniero subdirector de la Compañía de 1 ranvías, D. Cayetano Aguado. Este señor dijo que, á su juicio, el accidente era completamente fortuito, y que, según sus informes, debía obedecer á la vía de agua que se abrió en la calle de Argensola, y acaso al aturdimiento del conductor, que se azoró ai ver que no podía evitar el peligro. Comparecieron igualmente el presidente del Consejo de administración de la Compañía, D. Justo Martínez; el encargado de la oficina de vías y obras, Sr. Viía, y el inspector de los servicios eléctricos del Ayuntamiento, D. Eusebio Corominas. El Sr. Fernández Villegas, que ha estado trabajando sin interrupción hasta última hora de la madrugada en este asunto con un celo y una actividad dignos de todo t gio, tiene citadas para hoy á otras varias personas competentes, entre ellas al ingeniero del Ayuntamiento, Sr. Alderete. Las declaraciones prestadas ante el juez de guardia por el conductor del tranvía y los testigos presenciales del hecho nos confirman en nuestra primera impresión de que la Compañía de Tranvías, por su abandono. y por su incuria, es la única responsable del lamentable accidente de ayer. El conductor del tranvía cumplió con su deber hasta el límite máximo que sus fuerzas le consintieron; él no puede tener la culpa de que el freno, inservible ó gastado, no respondiese á un esfuerzo. La responsabilidad es única y exclusivamente de la empresa, que en una población como xadrid, llena de calles tortuosas, de cuestas empinadas, de rápidas pendientes, incurre en la negligencia de no revisar constantemente una cosa tan esencial como los frenos de los tranvías. Nosotros creemos que es indispensable, absolutamente indispenable que por quien corresponda se depuren con todo rigor las causasque han motivado las desgracias de ayer tarde y se exijan las responsabilidades que se deduzcan sin miramientos ni contemplaciones. N o es posible consentir que la vida de los s dadarios esté á merced de la incuria y déla negligencia de una empresa, sobre todo cuando esta empresa prospera y se desarrolla sobre la base de un servicio público. NOTAS RÁPIDAS dad, al paso que los ciudadanos Já Saja posfj ción- -los aoljos y randas -se muestran. má sumisos y complacientes Sensible es, en vetf dad, que ese caso de contraste se ofrezca, aunque no nos admira, porque suele darse con frecuencia, confirmando nuestra opinión de que hay en el pueblo materia educable. La prueba está también en loque oetH rre en los tranvías: cuando apareció en ellos el cartel de se prohibe fumar nadie erg- yó que aquella prohibición sería atendida Y, sin embargo, hoy no se fuma en loa tranvías. Ahora bien; si los golfos y randas que obedecer! al -circulen no lo hfciesen, serían detenidos y multados seguramente. ¿Por? qué no hacer lo mismo con los señoritos que desobedecen? La autoridad- que eso hiciese alcanzaría eí aplauso general de la opinión y de la Prensa. Hacer- otra cosa se- í ría establecer odiosas y peligrosas excep- clones. De torios modos, la orden del circulen del Sr. García- Molinas es plausible, aunque, en Madrid no haya un Picadilly, ¿Por qué! no la imitan los demás tenientes de alcalde en sus respectivos distritos en forma de despejen para las aceras convertidas erí tertulias amigables y en dormitorios de apacibles siestas? EL OÍA DE AYER INFORMACIÓN POLI- TICA CONSEJO EN PALACIO A las diez y media empezó el Consejo celebrado aver en Palacio bajo la presidencia de S. M. el Rey. El discurso de! Sr. Canalejas fue muy; extenso, porque abarcó los asuntos parla- mentarios de mayor importancia y dedicó: especial preferencia á la situación de iaá (negociaciones franco- españolas sobre Marruecos. Valiéndose de los. datos suministrados por. el ministro de Estado, quien, no pudo concurrir al Consejo á causa de la enfermedad) de su ¡lija, hizo el presidente una síntesis del curso de las negociaciones, desde que éstas empezaron hasta el día. Manifestó, el Sr. Canalejas que, contra 1o que propala la Prensa francesa, conviene declarar que en los tres extremos que hay. pendientes ño existen dificultades entre ambas naciones. Hubo una discrepancia antigua respecte de la cual se llegó á un acuerdo, y actualmente se discuten otras dos cuestiones, acerca de las cuales ha contestado ya el Gobierno de España, pero sin que por nuestra parte ni por la de Francia se haya formulado ninguna queja. Se ocupó después el Sr. Canalejas de los demás asuntos políticos, tales corno ios pre- supuestos, las mancomunidades y la división de Canarias. CONFERENCIA Después del Consejo en Palacio, fue el Sr. Canalejas á visitar al ministro de Estado para darle cuenta de lo tratadp acerca de las negociaciones entre España y Francia. EL SR. CAMBO Hoy llegará á Madrid el Sr. Canubó. INTERESA A Icís señores fotógrafos de profesión los aficionados que envíen á la Kcrte tflií n do A B C fotografías sobre algún asumo d ¿s bii teres y ie palpitante actualidad se íes sbo nai- á CIXCO PJESEX S gur cacia prüeiftt fjae publiquemos. D. Manuel Pinto Ramos, de sesenta y dos años, guantero, presentaba también graves heridas en la cabeza. Vicente Sánchez, conductor del tranvía, cuya conducta ha sido por todos elogiada, herido en la mano derecha. León Kuiz Fernández, contusión en ía ¡cadera y erosiones en ¡as piernas. Gregorio Calvo, cobrador número 1.600, contusión grande en la región inguinal. Eulogio Montes, herida en la pierna izquierda. Magdalena Torres, dueña del puesto de irefreseos establecido en la esquina de la calle del Barquillo, resultó con contusiones en diferentes partes del cuerpo. Su marido, Francisco Navarro, que estaba á su lado, yesultó ileso Los doctores Núfiez y Barro, que tienen su consulta en una casa próxima al lugar ¿el accidente, curaron también á varios heridos leves y contusos, y otros se dirigieron directamente á gus domicilios particulares. 1 El Juzgado de guardia, que intervino, como es natural, en el suceso en cuanto tuvo Conocimiento de él, tomó declaración á varios viajeros y al conductor del tranvía desfarrilado. i Vicente Sánchez, que es el conductor jcómo ya hemos dicho, se limitó á declarar jgue no pudo evitar la desgracia porque el coche patinó por estar los rieles mojados á consecuencia del riego de la calle y de haberse abierto, una vía de agua y por no obejdecer el freno á sus esfuerzos. Esta afirmación fue confirmada por todos los viajeros ¡que iban en la plataforma del tranvía, especialmente por el capitán Sr. Martínez, los ¡cuales hicieron una calurosa defensa del conductor, haciendo constar que permaneció en su puesto con un valor rayano en la temeridadjiasta el ultime instante, agotando EL CIRCULEN EN ACCIÓN El digno teniente alcalde del Centro, muy distinguido y simpático Sr. García Molinas, se ha servido recoger, las indicaciones que hacíamos en una de estas Notas rápidas -ayer ¡o vería el lector- -para notificarnos que el circulen en nuestras calles más frecuentadas está puesto en vigor; pero que, desgraciadamente, las personas de clase más distinguida son las más reacias á cumplir el requerimiento de los. agentes dg- j autori- ÍTHHIWifflil

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